Después de pasar varios minutos en agonía, Ciaran estaba decidido a salir en busca de comida para satisfacer su necesidad urgente de energía. Sin embargo, unos suaves toquecitos en la puerta capturaron su curiosidad y lo detuvieron en seco. Un sentimiento de intriga y expectación se apoderó de él mientras se dirigía apresuradamente hacia la puerta.
Al abrirla, se encontró con un hombre beta parado frente a él. El beta era un poco más alto que Ciaran, con una melena rubia y ojos color ámbar que parecían resplandecer con una mezcla de curiosidad y cordialidad. Su piel caramelo le otorgaba un aspecto exótico, dejando en claro que era de origen extranjero.
—¿Se puede? —El beta rompió el silencio y su voz resonó en el aire, cálida y acogedora. Ciaran se vio cautivado por su acento extranjero y su tono amable. No pudo evitar preguntarse qué motivaba a este hombre a visitarlo en un momento tan crucial. Aunque, claro, podía suponer que era el famoso Kei.
—Sí… —susurró, dejándolo pasar al cuarto. Quiso verse lo más asustado posible y, estaba haciéndolo bien, pues el rubio le dedicó una sonrisita apenada, de lástima, pero relajante.
—Soy Kei, espero que Caesar te haya hablado de mí —le explicó mientras corría hasta la cama para dejar unas toallas y sabanas que había llevado—. Soy beta, así que, no debes preocuparte por nada. Aunque sé que puede costarte estar relajado con la cantidad de alfas rondando por aquí, te aseguro que no te dañarán —agregó y empezó a sacudir las sabanas con gran agilidad. Colocó un edredón nuevo y corrió las cortinas para que la luz del sol entrara.
Ciaran frunció el ceño con disimulo, pero enfureció en su interior. Mocoso, tú no decides si me hacen o no daño. Renegó en silencio y volvió a relajar su expresión.
—Debes saber quién soy…
—¡Por supuesto! O sea, ¿quién no? —habló Kei con emoción palpable—. Hace mucho tiempo que un omega no pisa esta casa, por lo que has armado un buen escándalo. Además, Caesar te ha pedido solo para él, lo cual, es rarísimo —comentó y observó a Ciaran, quien le devolvió una mirada cargada de curiosidad—. Me explico, Caesar le tiene o tenía cierta aversión a los omegas, pero una foto tuya le ha hecho cambiar de opinión, o sea, ¿qué? —renegó y fue hasta el baño, donde se perdió para llenar la bañera y preparar las esencias y sales.
Ciaran mantuvo su posición y comenzó a pensar demasiado. No sabía exactamente quién era Caesar y por qué lo había pedido, pero Kei era demasiado hablador, así que, le sacaría toda la información que pudiera. Solo esperaba que este beta le diera lo que necesitaba.
Kei salió del baño y se acercó a Ciaran, lo observó de pies a cabeza y le dedicó una enorme sonrisa.
—Escucha, criaturita, necesito que te bañes, y que sea rápido —le dijo Kei y luego reparó en la expresión del omega y se sintió mal—. ¿Qué tienes? ¿Te duele algo? Pareces algo perdido, bueno, normal. Aunque, ¿estás herido? No me digas que ese bruto de Caesar fue muy duro contigo. ¿Sangras? ¿Te hirió demasiado? Has estado parado allí desde, no sé, ¿treinta minutos? ¿Caminas bien? Puedo llamar a un doctor o llevarte a la enfermería. Lo que necesites, cuéntamelo para que pueda ayudarte. Ese idiota debió avisarme si había sido rudo contigo. Te juro que, lo que me digas, no saldrá de aquí, en serio…
—N-no es eso —balbuceó Ciaran y no porque tuviera miedo, sino que le pareció impresionante la cantidad de palabras que podía decir Kei en un tiempo récord. Solo podía recordar la mitad de la conversación. Incluso pareció que el beta no había respirado durante su interrogatorio, ya que soltó un gran suspiro—. Es solo que… bueno, no sé si pueda preguntar…
—Nada de eso, hijo. Anda, dímelo todo. No te guardes nada, si quieres preguntar, pregunta. Que para eso estoy aquí —le aclaró Kei y se sentó en la cama recién hecha para esperar a que Ciaran hablara.
—¿Dónde estamos? —Soltó sin más y se mostró afligido.
—En el Kremlinskaya Rezidentsiya. Es una antigua residencia del tipo militar, pero que tiene un aire encantador. Ya debes conocerla, un poco, por lo menos. Esta es la base central de operaciones de la Krasnaya Korona, la Bratva más poderosa del país. Mikahil lleva aquí más de treinta años y es el pakhan. Su hijo, Caesar es un avtoritet, es decir, que tiene mucho poder aquí. Es un príncipe, muchos le han dado ese apodo. Así que, cuando te pidió para él, nadie se lo negó ni cuestionó. Porque, si no, criaturita, créeme… No hubieras pasado la noche aquí. Estarías en la sala de abajo y no te habrían dejado ni respirar. Son unas bestias, solo piensan en jalar el gatillo, gritar y… bueno, tú entiendes —explicó Kei y luego carraspeó. Se puso de pie para dedicarse a sacar unos conjuntos de ropa del armario y colocarlos sobre la cama—. Es curioso porque Caesar, bueno, es un caso especial. No se lleva bien con… —masculló y suspiró—. La buena noticia es que te ha pedido y no se lo negaron. No debes preocuparte por otros, por el momento. Como consejo, te diré que esta es su habitación y dormirás aquí. Intenta estar en cama antes de que él llegue, ¿bien? Es un maniático de la limpieza, así que, se ducha todas las mañanas, aunque haga un frío de los mil demonios. Sale de casa a las cinco en punto y regresa pasada las ocho. Tiene un temperamento muy calmo, pero ni se te ocurra tentar a tu suerte, hijo, porque el malhumor le dura días. Caesar es mi mejor amigo, así que, puedo decirte esto, pero, óyeme bien, criaturita, es un alfa y tú le has gustado desde que le mostraron las fotos tuyas. No intentes llevarle la contraria, al menos, no por el momento.
Ciaran quiso arrancarse los oídos para solo poder quedarse con una parte muy importante de la conversación. Kei le dijo que Cesar era un el príncipe, así que, por lo general, no se le negaba nada. Esa era una excelente ventaja. Además, si le gustaba tanto a ese alfa mimado, podría obtener lo que quisiera. Quiso reírse muy fuerte, pero no podía hacerlo.
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Comments
Estrella Guadalupe Martinez Vera
Cairan no tientes tu suerte y te confíes 🤨
2024-12-31
2
JAJAJAJAJA ¿Qué más decía la Biblia, amigo mío? JAJAJAJAJA
2025-01-06
7
XD Kei me cae bien, es como una doñita buena onda que te cuenta chismes y te da café.
2025-01-06
4