2...

ALEX DAVIS…

Belleza, la mujer que tenía encima de mi escritorio era una belleza, si podría definirla de esa forma.

Pero me había tomado a mejores. Justo ahora que la tenia entre mis piernas eso era algo que me importaba poco. La embestía con fuerza, jadeante ajustaba sus piernas alrededor de mi cintura incentivando , trataba de poner sus manos sobre mi cuerpo, pero yo se lo impedía…

--No—suelto en un gruñido de advertencia, ella con renuencia acepta el hecho, y asienta sus brazos sobre la mesa, sus uñas se arraigan en la madera, demostrando la satisfacción.

Pero no me importa su placer, simplemente el mío, así que, si ella estaba disfrutando o no, me da completamente igual,

--Es peligroso estar conmigo, -- me detuve, ella empezó a moverse incentivando a que siguiera, yo le dije—Él te matará si te encuentra en esta postura conmigo…

--¿Crees que me importa mi novio?—niega con avidez-- tu entrepierna es más placentera que hace que mi juicio se nuble, ya luego pensare en las consecuencias.

—Me encanta—ella trata de darme un beso en los labios, pero yo la esquivo.

-- Ya sabes\, nunca besos en la boca…-- le reprimiendo.

Ella asiente, aceptando, todas las mujeres con las que siempre intimo lo saben, “No besos en la boca, no toques en mi cuerpo, no mirarnos a los ojos”

Yo no hago el amor, yo solo tengo intimidad dura, y ellas siempre están de acuerdo. Todas son iguales, todas siempre caen ante el placer, aquí no hay tonterías de enamorados, ni besos dulces, ni toques suaves, solo existe relación intima dura, salvaje y sin compromisos.

Me aparte sin nada de sutileza, ella con una sonrisa de oreja a oreja de satisfacción. La misma imagen que todas las mujeres tenían después de la cogida de sus vidas.

¿Ahora como me deshago de ella?

Estaba tratando de buscar una excusa para deshacerme de la mujer que ya no me sirve.

--Bueno, es hora de que te vayas—le dije sin recelo, me acomodé mi saco y abrí mi computador empezando a teclear en la mensajería. “Es hora de que aparezcas”

--Pero si es muy temprano, podemos seguir en mi departamento—la mujer vino a mí, trato de sentarse en mis piernas de nuevo, un gesto de desagrado se me formo.

--No tengo tiempo—determine, y la aparte haciéndola que se ponga de pie con rudeza—Vete— hable entredientes, ella trastabilleo, y me miro con confusa

-- Bueno entonces ¿podemos cenar hoy en la noche? —insistió.

Solté un largo suspiro.

--Mira…—me quede en el aire, no recordaba su nombre, ella arrugo el entrecejo, y yo trataba de recordar moviendo las manos, ella dice su nombre.

--Ruby…

--Ah si Ruby, muy rico todo, pero esto aquí queda ¿ok?,-- abro la ventana de mi cuenta bancaria en mi computador y le transfiero algunos cientos de dólares, le giro el monitor mostrándole—Mira, un monto gordo ha te ha sido transferido, esto solo queda entre ambos. —le señalo la puerta—Asi que vete.

La indignación se filtro en el rostro de la mujer.

--¡Hijo de puta! —bramo con furia.

La detuve con mi dedo y negué…

--No no, sin escándalos, no queremos que se susciten rumores que lleguen a los oídos de tu prometido ¿no?, ¿qué diría si se enterara que el amor de su vida se ha estado involucrando con su mayor enemigo empresarial? así que te conviene irte sin hacer mucho ruido.

--¡Maldito desgraciado, esto no se quedará así!

Me senté en la silla, arreglé mi entrepierna justo antes de que Lily, mi secretaria entrara por la puerta, con su típico traje holgado, sus ojos se abrieron con asombro, pero solo inclinó su cabeza fijándola en el suelo como siempre.

--Señor Davis, tiene una junta, justo ahora—ella hablo con voz entrecortada…

Ella conocía como entrar en el momento justo, arreglo sus gafas gigantes, con sus hombros hacia adelante, demostrando la timidez que la sobrecarga.

--Señorita por aquí—le dijo señalando la salida.

La mujer resoplo y simplemente tomo su bolso, me lanzo una mirada liquidante, camino hacia la puerta, se detuvo justo antes de salir.

--Nunca encontraras a nadie que te ame, y si lo llegaras a encontrar, puedes estar seguro de que va a romperte el corazón como tú también lo haces a los demás, te deseo que sufras tanto Alexander Davis, te deseo que el amor te haga trizas el corazón.

--Si si si como sea, lárgate—musite con cansancio, y entonces se fue.

--Señor Davis es la ultima vez que entro a salvarle el pellejo—comentó con cierto atisbo de diversión en el tono, pero ni como determinarlo porque toda su cara seria demostraba frialdad. Sonreí de lado.

Lily era una de las pocas, por no decir la única mujer que le sonreía, sin buscar nada a cambio, es decir, ni siquiera puedo imaginarme en ese sentido y, ¿cómo hacerlo?

La chica es muy horrible ante mis ojos.

Ya que insisten me daré el tiempo de describirla…

Ella no cuenta con mas de 23 años, su cabello rubio enmarañado peinado en una trenza mal hecha, todos los mechones recogidos, ojos cafés claros, delgada, no hay curvas, una tabla andante, eso es lo que yo podía vislumbrar en su vestido holgado de abuela, y aquí otro punto totalmente desagradable para mí: su estilo.

Joder que estilo más feo, vestidos holgados alternando en faldas largas, busos con cuello de tortuga que le cubren todo y tallas extras grandes en combinación de unas medias de lana blancas y unos zapatos negros ostentosos que solo le he visto usar a las señoras de la comunidad, y podría decirlo, lucen cómodos.

Bueno en fin los puntos que sumaban a Lily era su lealtad, servicio, y que se las ingeniaba siempre para salvarme el pellejo cuando me veía en aprietos. Es buena, lleva trabajando conmigo por mas de 3 años, me sorprende, porque siempre nadie aguantaría conmigo más de 15 días, y ella ha logrado soportar- lidiar con mi temperamento por 3 años seguidos, que hasta a mí me sorprende.

No replica, no cuestiona, acata mis ordenes, y me ayuda a pensar en soluciones de forma diplomática, sin recurrir a medidas extremas. Es como la voz de mi consciencia, la única que puede gritarme y pelear conmigo sin tener temor a que pueda despedirla, porque seamos sinceros nunca lo haría, jamás perdería a la secretaria que el destino me ha otorgado. Y sobre todo lo que le suma puntos con un +100 como la mejor secretaria del universo, es que prepara unas galletas con chispas de chocolate de infarto. Son tan deliciosas. Hasta yo seria capaz de vender mi negocio solo por saber esa receta.

--Bien, obtendrás un pago extra por esto, no te quejes—la señalo con el dedo índice, tomando asiento-- ¿A quién más tengo en la agenda?

Lily sonrió de lado ante la sola mención de pago extra, ella miro su teléfono, y por un momento, solo por un instante tuve un pensamiento que deseché al instante…

--Estás loco—susurre para mí mismo reprochándome.

--¿Disculpe? —pregunto ella, me miraba con confusión y la analice con atención.

Si definitivamente nunca me atrevería a follar con ella, antes prefiero cortarme mi entrepierna, y quedarme sin la dicha de volver a disfrutar de un buena follada.

Negue…

--¿Cuál es el siguiente punto de la agenda? —volví a preguntar.

--No hay nada más, recuerde, su mejor amigo hoy le invito a su cumpleaños, será en el Bar West Rizzo, el mejor de toda la ciudad, su amigo dijo – simula una voz masculina, imitando la voz de Theo mi mejor amigo—Mas te vale que traigas tu trasero, porque si no cuando te vea te matare.

-- Claro que iré\, para que todas las mujeres puedan codiciarme y comerme con la mirada— me auto inflo el ego—Ya sabes soy irresistible…

-- Señor Davis\, su ego me causa estragos—voltea los ojos irritada quejándose—como no tiene mas pendientes\, y ya no me necesita\, si me disculpa me iré a casa…-- Ella hizo su reverencia\, y se volteo hacia la salida…

--¿Por qué tanta urgencia en irse a casa Lily?

--Bueno tengo una temporada completa de una serie de Netflix que ver, sin contar que Jhon me espera en casa…

Enarque una ceja incrédula…

--Asi que finalmente lograste atrapar a alguien a pesar de tu deficiente estilo— mi tono sarcástico.

--Creo que la intimidad,no le logra liberar por completo su sentido del humor, porque es pésimo señor--- musito entre dientes—Jhon es mi perro…

Solté una gran carcajada, llena de humor.

--Si era más que obvio típico de una mujer solterona, si no es un gato es un perro.

--Ay—soltó con lastima— A veces reflexiono que mi jefe puede ser catalogado como el empresario más inteligente a nivel internacional, sin embargo, a veces lo sobrevaloran porque no lo conocen y no son ellos quienes tienen que  lidiar con sus estupideces.

Mi sonrisa se esfumo, porque tiene la maldita razón. Ella es la única que lidia con mi maldito temperamento.

--Que descanse Lily, no se amanezca con su divertidísimo plan, la espero mañana aquí a primera hora.

-- Hasta mañana señor.

Me mantuvo la mirada. Fue extraño, no pude soportarlo, tuve que desviar y me fue mas gratificante mirar la pared azul de mi despacho, mientras de reojo la vi salir del lugar.

--

AUTORA:

!PRIMEROS CAPITULOS ESPERO QUE LES GUSTE MUCHO, COMO A MI ESCRIBIRLOS!

BESOS DESDE MI ESCRITORIO

ABRAZOS

XOXOXO 

LOVES I

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Comments

Guillermina Ortiz

Guillermina Ortiz

esos habladores caen más rápido y luego andan de arrastrados jajaja

2024-02-16

1

Mercedes Tibisay Marin

Mercedes Tibisay Marin

nunca digas de esta agua no bebere

2024-02-09

2

Lety Vasquez

Lety Vasquez

me gusta lo que acabo de leer

2024-02-01

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