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Lily

Nunca había estado en un lugar tan lujoso, era la primera vez que su jefe la llevaba con el de viaje, la suite era hermosa, grande, con una vista espectacular, miraba con fascinación cada rincón de la habitación. Esto era mucho mas gigante que su deficiente departamento.

Existía un sillón que se veía tan cómodo, me desplome sobre él, abrí mis manos, sonreí abiertamente, parece que este viaje no era malo después de todo, podría relajarme un poco. Leer muchos libros, desplomada en el sillón pidiendo comida, quedarme encerrada aquí…

Eso sonaba como un gran plan, porque yo no era esencial en aquella fiesta, y también porque no pensaba ir, el estar rodeada de gente elegante y cagada en dinero, me drenaba la energía ya era suficiente lidiar con uno que valía como por 20.

Según hoy, el señor Davis no tendría nada planificado, por lo que me tomo mi tiempo, entro en el baño, uno que es 5 veces mas grande que el mío, me despojo de mi ropa y abro la bañera para llenarla, pongo jabón, un olor exquisito me llena, y entonces me meto en la ducha relajándome por completo.

Después de 2 horas de relax, me pongo una bata, con mi vista deficiente por falta de mis lentes, vuelvo hacia la habitación, solo usando mi bata, sin nada por debajo, me tiro en el sillón con suma felicidad, todo esto para mi sola, una gran sonrisa en mis labios, ¡Vaya la dicha de tener un jefe multimillonario!

Me relajo completamente…

Relax relax, sin tener que lidiar con mi jefe insoportable hoy…

Me siento tan cómoda que no sé en qué momento me quede dormida. Sin embargo los golpes insistentes, no me moví, es que no quería levantarme, otra vez insistieron con pequeños golpes en la puerta.

--¡Lily!

Bufe al reconocer la voz, no, ya me estaba volviendo loca que hasta en mi sueño escuchaba su voz, tenía la esperanza que se vaya, y que se rindiera, pero eso no paso.

--¡Ábreme!

Me senté en el sillón, cogí mi celular para ver la hora, eran las 3:00 am, ¿qué mierda se le ofrece a esta hora?, no me moví del sillón tenía tanta pereza levantarme, la esperanza de que se marchara se esfumo, ya que el tocaba con insistencia…

--¡Ábreme Lily Ábreme!

--Mierda…

Pateé el sillón y me puse de pie, refunfuñando hacia la puerta,

Abrí, tuve que enfocar bien con mi vista para ver a la persona al otro lado de la puerta, La sorpresa me invadió, lucia guapísimo, llevaba otra ropa, algo casual, como salir a divertirse en la noche, se sujetaba del marco de la puerta, tambaleante era más que obvio que estaba hundido en alcohol, el me miro con quietud y su boca se entreabrió al observar mi figura a través de la bata.

--Señor Davis—le regañe como una madre-- ¿Qué hace aquí? —inquirí molesta.

Pasa a mi lado como un torbellino, tambaleante, suspiré

--Claro que si puede pasar ..

Con resignación cerré la puerta siguiéndole los pasos. Él se acostó en el sillón, y murmuró…

--No sé porque vine aquí, pero… --Yo me senté en el sillón contiguo—Solo sé que mis piernas me trajeron a ti, quiero estar cerca de ti, quiero dormir aquí solo por hoy porfavor…

Esto me sorprende, Alexander Davis, jamás se hundía en licor, a veces bebía, pero no al punto de perder la cordura, el era alguien muy metódico, siempre se mantenía firme y dominante, que la imagen vulnerable de justo ahora es algo nuevo, su actitud es confusa, además ¿Por qué buscarme cuando en años de trabajo jamás lo había hecho?

--Señor Davis --me acerqué, me incline quitándole los zapatos—Voy a desajustar su ropa para que descanse más cómodo.

El abrió los ojos mirándome, acostado con tranquilidad

--Hágalo sin recelo.—dijo en un vaivén.

Se acomodo en el sillón dejándome acceso sobre su cuerpo. El apoyo su cabeza sobre el respaldar mirándome con sus ojos entreabiertos leve como adormitado, me dedico una sonrisa ladina, que le quedaba magnifica.

Acerqué mi mano a su corbata y le deshice el nudo, al igual que su cinturón, me crispe al verlo sentarse mecánicamente

--Acuéstese—le demandé, puse mis manos sobre su pecho, el no se movió, sino que me agarro de la muñeca y me atrajo hacia sí. Planto su rostro entre mi cuello y aspiro mi olor con exquisitez

-- Huele exquisito—aspira mi olor—A chocolate\, y me gusta mucho el chocolate—dijo en un susurro.

Me separo con rapidez de él y lo acuesto en el sillón con fuerza, esta vez el si cae con su espalda a hacia atrás, una risita resuena.

--A dormir—le ordené

El bufó

--No, yo no quiero, lo que deseo es coger…-- se quejó, con un puchero de labios cerrados.

--Qué pena, la rubia de hace días no está aquí para satisfacerlo—le reproche, trate de ponerme de pie, pero el me impidió, con suavidad tomo mi muñeca haciéndome sentar a su lado en el sillón mientras él esta recostado, acercó mi mano a sus labios y dejó besos húmedos sobre ella, me estremecí…

--Naaaa, no fue mi mejor polvo, fue muy aburrido, -- otro beso—tienes dedos tan suaves, sabes tengo unos pensamientos muy buenos, en los que utilizas tus manos—Otros besos húmedos que me hace estremecer.

Me espabilo y retiro mi mano.

--Señor…-- el con rapidez me tumbo sobre el colchón, y me acorraló con su cuerpo, murmuró sonriente, tocaba mi rostro la delicadeza solo con las puntas de sus dedos, detallándome

--Eres muy hermosa…

La confusión en mí, ¿Alexander Davis ahora mismo me llamaba hermosa?, el que se había reído de mi apariencia…

--Si que esta muy borracho--- trate de liberarme de su agarre, pero el me ajustó aún más…

Hizo un puchero lastimero como un niño pequeño

--Lily usted, porque siempre me dice que no ¿por qué? ¿Acaso no le agrado ni un poquito?

--Esta delirando—espeté—Basta, bájese…-Lo empujé, pero ni se inmutó…

--Pero dígame la razón…

--Porque usted no es bueno para mi…

Él está siendo un idiota, cruzando la línea que habíamos puesto, y que jamás debería ser cruzada.

--Lo sé—dijo, pero aun así se acercó un poco más—Se que soy malo para usted, pero simplemente no puedo dejar de lado que ha llamado mucho mi atención, no dejo de pensar en usted, Lily, se ha metido en mi cabeza, he buscado en otra, pero no puedo estar con nadie sin pensar en usted..

--¿Qué le sucede señor Davis? ¿Qué es este comportamiento?

--Cásese conmigo--- aquí vamos de nuevo—Cásese conmigo, por favor…

Me iba negar como las veces anteriores, pero no pude hacerlo porque…

El me besó.

La sorpresa me invadió, apenas podía creerlo, fue un beso suave con calidez, no quise corresponderle, el no se dio por vencido y me hizo seguirlo. Ambos nos relajamos, sus manos pasaron por cada región de mi cuerpo, nuestras respiraciones se tornaron errática, exquisito el deleitarme en sus labios fue lo mejor que me pasó durante mucho tiempo.

Mi centro se calentó, sus labios descendieron por mis mejillas hacia mi cuello dejando un camino de besos.

--Deberíamos parar—jadee…

--Lo juro que quiero—me mordió leve, haciéndome jadear-- pero hacerlo se me complica.

Sigue, ahora desajusta mi bata, mis hombros quedan al descubierto  los ataca con salvajada, me hace estremecer, muerde- chupa mi piel dejando algunas marcas.

Y entonces aquello es un detonante, los recuerdos de mi infancia empiezan a atacarme.

Una figura grande invadiéndome, abusando mi pequeño e infantil cuerpo.

--Alex—susurré tratando de separarlo, pero el no lo hizo—Basta—volví a pedir y suplicar.

Alex estaba tan inundado en deseo, disfrutando mi piel.

Me separé como pude, me puse de pie y me hundí en el sillón abrazándome a mí misma, mi respiración errática, sometida al miedo.

--¿Qué sucede? —El hizo ademan de acercarse a mí, pero yo me crispé, el retrocedió con suavidad…

--Lo siento—es lo único que articulé-- Esto no es correcto…

El niega

--No Lily, no tienes porque disculparte, soy yo quien debe hacerlo, lo siento mucho—se puso de pie, la culpa en su rostro…

No es su culpa, yo también quería besarlo, yo quería esto, pero no tengo la fuerza para levantarme e impedir que se vaya. Solo lo veo marcharse tambaleante.

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