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Narra Autora

Unos días después, Lily había estado evadiéndolo, sin embargo, habían tenido que compartir algunos instantes incomodos, como estar en juntas, ir a reuniones con socios, en todas ellas percibiendo la mirada profunda de su jefe, ella solo se había limitado a hablar cosas puntuantes sobre trabajo y evitar que se dé lugar a conversaciones demasiadas sinceras y abiertas como hace días.

Para Alex aquello, aunque no quisiera admitirlo le estaba tomando mucha importancia, ella se había alejado, ya no le contestaba a sus comentarios sarcásticos y burlones, Lily le estaba aplicando la Ley de Hielo desde ese día.

Y eso no le gustaba, Alex no estaba de acuerdo con eso.

Por lo que decidió hacer algo, era miércoles en la mañana, había llegado mucho mas temprano que ella, en esta ocasión el fue quien puso en su escritorio unos rollos de canela, los favoritos de Lily, con una taza humeante de café bien cargado.

Esa era la única forma que el encontraba para disculparse por su temperamento poco sostenible de días anteriores, Quizás era previsible que volvería a cagarla en unos cuantos días después, pero eso ya lo resolvería luego, ahora lo que quería era que ella volviera a hablarle.

Lily, era la segunda mujer después de su madre, a quien Alex le tenía mucho aprecio, si, aunque le costara admitirlo, el hombre la apreciaba mucho tanto así que llegaría al punto de pedirle disculpas, algo que jamás haría, el egocéntrico Alex Davis.

Los pasos se escucharon a su espalda y se tensó al reconocer el sonido de los tacones anchos que podría diferenciar en cualquier lugar, ya se había acostumbrado a ese sonido, era claro, ella había llegado. El se volteo para mirarla, con una sonrisa en sus labios que se le esfumo con rapidez. Ella por primera vez se había peinado. En esta ocasión no se había hecho su habitual cebolla y recogido todos los cabellos hacia atrás, ahora mismo tenia su cabellera rubia suelta, todo lo demás seguía igual, excepto por su nuevo peinado que lo sorprendió.

--Buenos días señor Davis…-- lo rodeo, moviéndose a su escritorio, puso su bolso encima, y se sentó en su silla…

--Buenos días señorita Walker—hablo el con formalidad.

La cabellera rubia se le movió con facilidad, el lacio dejo perplejo al joven, Lily fijó sus ojos en la taza humeante y los rollos de canela en su escritorio…

--Oh—miro con atención, sus ojos se pasaban del desayuno a su jefe, el cual le sonreía abiertamente, ella esperaba que el dijera algo, pero el hombre, simplemente se limitó a sonreírle y voltearse a su despacho.

Ella lo entendió, él se estaba disculpando, a su manera, pero disculpándose. Una sonrisa se le hizo a ella al mirar los rollos de canela, el exquisito olor la invadió, solo lo había mencionado una vez hace mucho tiempo entre conversaciones habituales con su jefe, de que le encantaban los rollos de canela pero el detalle primordial aquí era que él lo recordaba, se le calentó el corazón.

Minutos después entro en su despacho, Alex se había sacado su saco, estaba tecleando en el computador simulando trabajar, Lily se planto de pie en frente de él…

--Antes que nada—dijo ella, le sonrió con amabilidad—Muchas gracias por el desayuno, señor

Al hombre le llegó muy profundo su agradecimiento, una sonrisa se le formó, preguntó con suavidad…

--¿Qué tenemos para hoy, Lily?

Ella echó sus gigantes gafas hacia atrás y empezó a nombrar todos los puntos de la agenda de hoy, juntas, almuerzos con socios, todo lo esencial, Alex la miraba atento mientras ella le contaba todos sus pendientes y eso ponía un poquitín nerviosa a la mujer, pero es algo que ya estaba a acostumbrada y que sabia como fingir que no le causaba nada en lo más mínimo.

--Ah, por cierto—lo miró directamente a los ojos, eso hizo sonreír al hombre—Nuestro socio italiano, el señor Josh Ashton, lo ha invitado a Canadá, hará una fiesta privada con algunos de sus socios, se sabe que son muy buenos amigos, está se realizará dentro de algunos días, ya he respondido por usted no se preocupe, le he dicho que no es posible, sé que no tiene tiempo y que sobre todo ir a ese tipo de reuniones no es lo suy…

--Pues avísale que iremos…-- dijo el con firmeza dejando sus palabras en el aire, ella arrugo el ceño con profundidad.

--¿Iremos? —confusión

--Claro necesito ir con mi asistente. —di por sentado…

--Pero no son negocios, mi presencia allí no es importante…

--Es más que importante, póngase que necesite algo urgente durante la fiesta, su responsabilidad es otorgarme todo lo que necesite.

--No puedo ir, tengo asuntos personales que resolver…

Esa no era la razón verdadera, la verdadera razón es que la mujer les tenía pánico a los cientos de kilómetros de altura, le provocaba muchos estragos imaginarse en un avión…

-- ¿Cuáles son esos asuntos?

-- Mis exámenes finales\, estaré en problemas si no me presento…

--No se preocupe por eso, el decano de su universidad es buen amigo familiar, lo resolveré en una llamada…

--¡Jhon no tengo con que dejarlo! —exclamó ella tratando de hacer desistir a la idea, en un intento en vano.

--Su perro, bien no hay problema eso también lo solucionaré

--No se puede quedar en perreras, si esa es su idea, Jhon es algo exigente, necesita de alguien que le brinde amor y le haga buena comida…

Alex, arrugó el entrecejo ¿Acaso ella está evadiendo el no ir con excusas estúpidas? Si era así, pues estaba haciéndolo en vano…

--Lily, no estaba preguntándolo, simplemente informándolo, iremos usted y yo--- los señalo a ambos—y no habrá excusa suficiente que cambie el hecho.

--Está bien—bufo resignada-- ¿Clase turista?

Alex enarcó las cejas…

--Debe ser una broma, estas bromeando…-- Alex se burló—¿Sabes lo que te hace falta?... Una buena noche de pasión conmigo…

Una delgada línea en los labios de la mujer…

--Ya quisiera poder tener la dicha de que eso suceda…

Una pequeña risita se escapó de Alex, ella le había devuelto su burla, el hombre se inclinó en su asiento…

--¿Estamos bien? —La pregunta salió por si sola de los labios de Alex.

Ella le sonrió…

--Claro que sí señor, como siempre…

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