La bestia negra.

Marco se reclinó hacia el frente para situar los codos en la mesa, entre lazar sus manos y empezar a explicar:

—Vincent Salvatore, también conocido como "La bestia negra", era su seudónimo antes de convertirse en el jefe más poderoso de la Mafia Rusa. Es un hombre frío y decidido, no se amedrenta ante nada y siempre está atento a los detalles. Su determinación es abrumadora y una vez que se fija un objetivo, se vuelve una obsesión para él. El miedo, el peligro y el riesgo no tienen cabida en su mundo. Vincent es un maestro en el combate cuerpo a cuerpo y su habilidad para matar es casi poética.

Marco suspiró por unos segundos antes de continuar hablando:

—Hace diez años, yo era el líder de la Mafia Rusa y tenía alianzas con la Mafia Italiana. Con el tiempo, logré expandir mis negocios por toda Rusia, pero me faltaba el control del negocio de las drogas, el cual estaba en manos de Alexandre Petrov, el segundo hombre más importante después de mí y mi amigo. Era un hombre sumamente inteligente y respetado, y tuve que hacer buenos negocios con él para obtener el 20% de las ganancias. Afortunadamente, contaba con muchas conexiones en empresas y contraté a personas para que me ayudaran con el contrabando.

El muy hijo de puta tuvo las pelotas para estorcionar a la mafia Italiana y ellos me hicieron una propuesta directa; matar a mi amigo y ellos se encargaban de darme todo el poder de Petrov. A pesar de tener una buena relación con el, acepté la oferta de los italianos. Yo quería ser el líder absoluto de la Mafia y para eso necesitaba dos cosas: poder y buenos negocios. La oferta era demasiado tentadora y sabía que matar a Petrov me dejaría como el líder absoluto. En la Mafia, no hay límites para el poder y mientras más tienes, más quieres. Yo quería más, así que acepté.

Después de aceptar el trato, me di cuenta que el encargo que había recibido no era sencillo. Era considerado por muchos como imposible, algo que requería no solo habilidad sino también mucha precisión y, hasta cierto punto, una dosis extra de suerte. La víctima era una persona extremadamente vigilada, con guardias armados en cada esquina y cámaras de seguridad en cada pasillo. No se escatimaron esfuerzos ni recursos para protegerlo.

A pesar de haber contratado matones expertos en su oficio, incluso ellos se encontraron con un obstáculo aparentemente insuperable. Cada vez que estudiaban los lugares para ejecutar el plan, se daban cuenta de que los guardias estaban en alerta máxima y que cada intento de acercarse al objetivo iba a ser frustrado por sus hombres.

Fue entonces cuando escuché hablar de "La bestia negra". Su nombre se debía a la vestimenta que utilizaba para ejecutar un trabajo: un abrigo ceñido al cuerpo cerrado hasta el cuello, guantes, pantalones y botas militares, un chaleco antibalas y un pasamontañas que solo dejaba al descubierto sus ojos. Todo de color negro. Decían que no había trabajo imposible para este hombre y en ese momento era justo lo que necesitaba.

Cuando lo contraté, vino a mi encuentro y le expliqué lo delicado e importante que era este trabajo. Me hizo solo una pregunta:

—¿Qué ofreces?

—50 millones de euros —Respondí.

Vincent asintió con la cabeza y dijo con voz profunda:

—Dalo por hecho.

Pregunto si sabia sobre la ubicación de Petrov y le entregue todo lo que mis hombres habían recopilado y esperé mientras él lo estudiaba cuidadosamente durante unos diez minutos. Finalmente, se volvió hacia mí y me dijo que necesitaba cinco hombres capaces de disparar a larga distancia y mi mejor hombre para que lo acompañara y agilizara el trabajo. Vincent tomó todo lo que le di y antes de irse se giró hacia mí y dijo:

—Hazme llegar la mitad del dinero ahora, y la otra mitad una vez que el trabajo esté hecho.

No estaba seguro de si podía confiar en él, así que le pregunté:

—¿Que garantía tengo de que no fallarás?

Vincent me miró directamente a los ojos y dijo con firmeza:

—Mi palabra es mi garantía.

No pude evitar recordar que había dicho exactamente lo mismo antes de irse de esta oficina. Pero estaba demasiado ansioso por conseguir lo que quería, así que acepté su oferta y le entregué la mitad del dinero acordado.

Dos días después, recibí una llamada de Vincent. Me indicó que alistara a mis hombres y los enviara a San Petersburgo, donde se encontraba Petrov. Antes de colgar, me advirtió que avisara a mis hombres de que las cosas se harían a su manera.

A la mañana siguiente, mis hombres partieron rumbo a San Petersburgo. A su llegada, se reunieron con Vincent, quien les entregó armas de precisión, chalecos antibalas de última generación y un equipo especializado de comunicaciones y tecnología de punta para asegurar el éxito de la misión.

Vincent les llevó a una ubicación segura y estratégica, donde podían observar el edificio donde se encontraba Petrov sin ser detectados. Les dio instrucciones precisas y coordinó los movimientos de los tiradores expertos, asegurándose de que todo estuviera en su lugar antes de recibir la orden de disparar.

Esa noche, mi mejor hombre y Vincent se acercaron sigilosamente al edificio, examinando cuidadosamente la entrada y buscando alguna forma de infiltrarse. Vincent era un maestro en la ejecución de misiones peligrosas, y sabía que debían llegar a la cima del edificio para llegar a la oficina de Petrov en el piso 15. Mientras tanto, los cinco francotiradores expertos que contraté permanecían ocultos en la distancia, listos para actuar en caso de cualquier percance. Miraron a su alrededor y vieron un pequeño andamio que se extendía hacia arriba. Vincent comenzó a trepar el andamio con una agilidad sorprendente, saltando de un soporte a otro con una destreza que parecía sobrenatural. Mi hombre, aunque intentaba seguir el ritmo de Vincent, no contaba con la misma habilidad, y a menudo tenía que detenerse para recuperar el aliento y asegurarse de no caer. Pero Vincent no mostraba signos de cansancio y parecía disfrutar de la escalada, como si estuviera en su elemento natural.

Una vez allí, se deslizaron por una ventana abierta y comenzaron a escabullirse por los pasillos, evitando las cámaras de seguridad y esquivando a los guardias. A medida que avanzaban, podían oír el sonido de la música proveniente de la oficina de Petrovic, indicando que el objetivo estaba cerca.

Vincent, con un gesto de la mano, indicó a mi hombre que se mantuviera detrás y solo le cubriera la espalda desde las esquinas. Era evidente que Vincent tenía una gran habilidad para este tipo de trabajo y mi hombre no quería interponerse en su camino.

llegaron a la primera esquina del piso trece cuando de repente, un guardia apareció en el pasillo, pero Vincent se movió rápidamente para tomarlo por sorpresa. Con una patada en la rodilla, lo derribó al suelo y luego lo remató con un golpe seco en la nuca. Con el guardia fuera de combate, Vincent y mi hombre siguieron avanzando hacia la esquina del piso catorce. Vincent esperaba con su cuchillo en mano, mientras tres guardias se acercaban a ellos. Con un rápido movimiento, se lanzó hacia adelante, cortando el cuello del primer guardia con precisión. El segundo guardia intentó golpear a Vincent con su arma, pero Vincent lo esquivó y lo apuñaló en el pecho. El tercer guardia intentó huir, pero Vincent lo alcanzó cuando lanzo el cuchillo que se clavo en su nuca antes de que pudiera gritar. Rápidamente, Vincent y mi hombre continuaron su camino, sabiendo que aún había más guardias por delante. finalmente llegaron a la esquina del piso 15 donde se encontraba Petrov.

Una vez allí, dos guardias estaban frente a la oficina de Petrov. Vincent, ajusto el silenciador a su arma y desde la esquina, hizo un solo disparo, atravesando ambos cráneos al mismo tiempo. Los cuerpos cayeron al suelo sin hacer ruido.

Cuando finalmente llegaron a la puerta de la habitación de Petrov, Vincent respiró profundo y se preparó para lo que venía. Abrió la puerta con rapidez y eficacia, sorprendiendo a los guardias que estaban dentro. Con movimientos rápidos y fluidos, Vincent los abatió uno a uno, haciendo uso de su habilidad con la pistola para realizar disparos precisos y mortales.

Finalmente, se encontró cara a cara con Petrov, quien estaba acorralado y temblando. Vincent sabía que tenía que terminar el trabajo, pero por un momento, se detuvo a observar a su presa, casi disfrutando de la sensación de control y poder. Pero en un instante, se concentró y, con un solo movimiento rápido y preciso, apuñaló a Petrov en el corazón, acabando con su vida y cumpliendo con su trabajo. La bestia negra observó fríamente el cuerpo inerte del hombre. Su técnica había sido impecable y sin ruidos. Aquel era solo otro trabajo más para él, un paso más en su camino como el asesino más temido de la Mafia. Pero había algo en la expresión del hombre muerto que le llamó la atención. Era como si, incluso en la muerte, todavía estuviera desafiando a Vincent, negándose a ser dominado por su mano.

Vincent sonrió satisfecho, sabiendo que había completado su misión, una que parecía imposible. Vincent y mi hombre salieron de la oficina y comenzaron a descender del edificio, saltando por las ventanas y bajando por las escaleras de emergencia. Cuando finalmente llegaron al suelo y se alejaron sin hacer ruido.

—Dile a tu jefe que ya puede dormir tranquilo, su problema ha sido resuelto. —dijo Vincent mientras se alejaba sin hacer ruido, sintiendo el peso de la responsabilidad caer sobre sus hombros una vez más.

Así lo describió mi hombre, quien no participó en la acción, sino que contempló con asombro lo que la bestia Negra había realizado. Cuando mi hombre concluyó, entendí el mensaje que Vincent había transmitido, no me había pedido a mi hombre para agilizar el trabajo, sino para que contemplara lo que era capaz de hacer y supiera que si lo traicionaba, iría por mí sin vacilar. Fue un mensaje claro y contundente, que me hizo comprender que Vincent no era alguien a quien debía subestimar.

Después de enviar la segunda mitad del dinero con uno de mis hombres, me dijeron que todo había salido bien. Sin embargo, dos días después, recibí una llamada de Vincent reclamando el dinero. Me preocupé y consulté con mi hombre, quien me aseguró que había entregado el dinero. Tuvimos una fuerte discusión por teléfono y, confiado e inexperto, le dije a Vincent que confiaba más en mi hombre que en un simple sicario y que no volvería a entregarle 25 millones de euros después de que ya lo había hecho.

—Te arrepentirás de esto. —respondió Vincent con evidente enojo.

Un mes después estaba atendiendo unos negocios en Francia relajado en la bañera de jacuzzi, disfrutando del agua caliente y la tranquilidad del momento. De repente, empiezo a escuchar un ruido fuerte, como si algo estuviera rompiéndose fuera del baño. Me sentí inquieto y preocupado, pero no sabia exactamente qué estaba sucediendo.

Vincent abrió la puerta del baño con fuerza, haciendo que la madera golpee la pared con un fuerte ruido. Me sobresalte y me levante rápidamente, envolviéndome en una toalla.

—¿Qué está pasando aquí? —dije tratando de aparentar calma, aunque mi corazón latía con fuerza.

Vincent con la pistola en mano y una mirada fría y dura en sus ojos dijo

—Lo que está pasando es que no cumpliste con tu parte del trato. —respondió mientras se acercaba a mi.

Retrocedí, sintiendo la pared fría detrás de mi. Vincent se detuvo a unos centímetros de distancia y levanto su pistola y puso la punta en mi frente, cerré los ojos con fuerza, esperando el disparo. Pero en lugar de eso, Vincent bajo el arma y con una voz fría y amenazante.

—No te voy a matar —comentó. —Eso sería demasiado fácil. Quiero que veas cómo me convierto en el mafioso más grande de todo el país y cómo poco a poco voy a destruir tu imperio y todo lo que has construido hasta el fin de tus días.

Abrí los ojos, sorprendido por las palabras de Vincent. Vincent no quería dar a lugar que nadie manchara su reputación y más que eso su respeto.

—Te advierto, si intentas algo en mi contra, lo más mínimo, no dudaré en acabar contigo y con todo lo que te rodea. —finalizó amenazandome.

Sin mas que decir se marchó y desde entonces hemos teñido encontronazos, intenté que Vincent no creciera y se hiciera fuerte, tuvimos guerras pero resultó más astuto de lo que espere. Aprendió que en este mundo no solo se necesita ser rudo, también se necesita ser inteligente. Poco a poco fue escalando y sin darme cuenta se convirtió en el rey de la Mafia.

Todos en la habitación estaban atónitos con el relato de Marco.

—Hace unos días me enteré de que Petrovic estaba buscando una alianza con Vincent con el objetivo de eliminarme. Sin embargo, Vincent se negó a unirse a él. Fue entonces cuando aproveché la situación para proponerle una a, la cual aceptó sin dudarlo. Vincent vio la oportunidad de eliminar a Petrovic, quien había arruinado sus negocios con la mafia china, y al mismo tiempo, seguir cumpliendo su promesa de debilitar mi imperio. Él sabía que, sin importar lo que me pidiera, yo siempre iba a poner la seguridad y el bienestar de mi familia en primer lugar.

Después de aquella noche, Vincent investigó minuciosamente todos mis negocios y descubrió mi alianza con la Mafia Italiana, lo que le permitió ser muy certero en su propuesta.

Marco escuchaba a sus socios insistir en la búsqueda de una forma para librarse de Vincent, mientras se apoyaba en su escritorio con los brazos cruzados.

—Marco, ¿estás seguro de que no podemos encontrar otra forma de traicionar o eliminar a Vincent? Quizás podríamos conseguir un par de hombres leales y hacerle una emboscada. —comentó uno de sus socios. *

—Ya dije que no. —replicó Marco, molesto. *

—Vincent es un hombre extremadamente astuto y altamente protegido. No subestimen su inteligencia ni su capacidad para detectar cualquier amenaza a su imperio. Si intentas traicionarlo o atacarlo, necesitarás mucho más que un simple plan o un puñado de hombres armados. Vincent no solo es el asesino más letal de toda Rusia, sino que ahora tiene un imperio a su disposición y un poder que lo hace casi invencible. Si alguien intenta cruzarlo, no habrá lugar donde esconderse ni tiempo para reaccionar. No es solo una cuestión de eliminar a Vincent, sino también de mantener nuestro imperio seguro y estable. Porque si Vincent llegara a sospechar que tenemos intenciones de traicionarlo, estaríamos muertos antes de siquiera tener la oportunidad de defendernos.

Los socios de Marco asintieron en silencio, sabiendo que era cierto lo que decía. Pero uno de ellos, con un tono de voz más bajo, agregó.*

—Pero, ¿Y si logramos hacerlo de manera discreta sin darle pistas para que él se entere? *

Marco se giró y lo miró fijamente. *

—Escucha, yo sé que no te gustó el trato, lo puedo entender. Pero lo necesitamos, al menos por ahora. Él tiene recursos, contactos y conocimientos que nos serán útiles. Si tienes algún problema en trabajar con él, entonces deberías buscar otro lugar para ti. —contestó Marco bastante molesto.*

Los socios de Marco asintieron en silencio mientras él se levantaba y salía de la habitación. Sabían que debían aceptar la situación y trabajar en conjunto con Vincent, pero no podían evitar sentir la tentación de traicionarlo en algún momento especialmente John.*

—J.Reyes.

Más populares

Comments

Amparito Pantoja Villalobos

Amparito Pantoja Villalobos

pero porque no pones fotos de los potragonistas de la novela para que esté más hemosionante por favor

2023-05-30

1

J. Reyes

J. Reyes

Los haré sufrir. Están advertidos 😁😁😁😁

2023-05-20

0

Gene

Gene

A pesar de todo Marco me está cayendo bien hahahah. Así mismo Que sepan quién es Vicent 😌

2023-05-20

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play