Sabía que personas estaban hablando, pero todo lo escuchaba demasiado lejano. Abrió sus ojos viendo todo borroso y más disparos se fueron escuchando. Sintió que alguien tiraba de él y se puso de pie sintiendo un dolor en su pierna. No supo lo que estaba sucediendo, pero el humo brotaba con fuerza desde el auto en el cual se habían desplazado. Pudo sentir el sabor de la sangre en su boca y vio a Soel sosteniendo su arma mientras más disparos retumbaban en su oído y como su cuerpo era metido dentro del edificio una vez más.
—¡Me van a matar! ¡Me van a matar! —comenzó a gritar preso del pánico.
No supo muy bien lo que estaba diciendo, sintió su cuerpo totalmente frío, casi como si hubiese sido metido a un refrigerador bajo mil grados. Su cuerpo tembló y vio personas correr hacia todos lados cuando su mano fue tomada y todo dentro de él se calmó de golpe.
No supo lo que era esa calidez, no supo lo que era ese calor, dejó de respirar por unos segundos porque podía sentir que, aquella calor, iba subiendo por su muñeca, llegando a su codo, a su hombro y todo se detuvo de golpe cuando fue soltado.
—¡Vienen hacia acá! ¡Debemos protegerlo! —gritó Soel entrando con Camilo y otros hombres que seguían vivos.
—¡Qué alguien se quede con él! ¡Los otros debemos encargarnos de los tipos que vienen!
—Yo me quedo con él —dijeron Soel y Maverick al mismo tiempo para quedarse mirando unos segundos.
—Hay que sacarlo por la parte trasera —habló el pelirrojo tirando de él para que avance.
—¡Por supuesto que no! ¡Debemos mantenerlo aquí! ¡Ahora mismo, es el único lugar seguro!
El pelirrojo lo ignoró y tiró de él de nuevo.
—El punto seguro es donde yo me encuentre. Si no piensas algo mejor, entonces no opines.
—Te dije que no confío en ti —habló tomándolo del brazo y, la fuerza con la que se soltó de su agarre fue con una violencia desmedida.
—Me importa una mierda si confías en mí. Tú no eres mi jefe ni quién me paga. ¿Quieres que se quede aquí y muera o quieres que salga y lo puedas seguir viendo?
Soel tragó saliva con dificultad y bajó su mirada para ver a Bley llorando y temblando. No miraba a ningún lugar en concreto, pero era notable el hecho de que estaba consumido por un ataque de pánico debido a lo ocurrido.
Los disparos se volvieron a escuchar y todos se movieron para cubrirse.
—¡Vamos a cubrirlos y darles tiempo, váyanse!
Todos asintieron y Maverick siguió avanzando. Dobló por los pasillos viendo a personas ocultas debido a todo lo que ocurría y también escuchó las sirenas de la policía y ambulancia que se acercaba a lo lejos.
—¡¿A dónde vamos?! ¡Debemos regresar, por favor! —rogó mientras seguía llorando.
Al pelirrojo no le importó en lo más mínimo su llanto. Sus pasos eran firmes y siguió avanzando hasta que vio a alguien que se acercaba de frente. Bley fue empujado y cayó al suelo cuando escuchó los golpes y el ruido de un arma que caía al suelo. Alzó su mirada para ver como golpeaba a un hombre y giraba su cuello de una manera incorrecta haciendo que sus huesos crujieran.
Sabía que era la persona más inhumana que había conocido en toda su vida. No lo vio frenarse en ningún momento ni dudar por dispararle a alguien.
Él solo avanzó y avanzó hasta que llegaron a la puerta trasera para salir.
Bley salió temblando sintiendo el frío inacabable del invierno. Sus piernas las sintió como gelatinas y se resbaló cayendo al suelo sobre sus rodillas donde soltó un quejido. No tardó en ser levantado del suelo como una pluma.
—E-ese no es nuestro auto.
—Por si lo olvidas, tu auto acaba de explotar —dijo el otro sin el más mínimo sentido del humor, solo diciendo lo obvio.
Con su codo rompió el parabrisas y comenzó a sonar de inmediato la alarma, pero él no tardó en apagarla y encender el auto conectando dos cables debajo del volante del auto.
El Omega quiso decir algo, cuando fue tirado mientras Maverick sacaba un arma. Fue un poco lento por tomarse unos segundos para sacar a Bley del camino y sintió como una bala se incrustaba en su brazo, mas no tardo en apretar el gatillo y la bala salió disparada para impactar en su cabeza.
—Súbete ahora.
—Y, ¿los demás?
—¡Súbete!
Dio un brinco y lo hizo lo más rápido que pudo. Obedeció cuando le indicó que se ponga su cinturón de seguridad y Maverick aceleró hasta el fondo saliendo del estacionamiento por otro lugar. Vio que también lo estaban esperando por ahí, aunque le dio igual.
—Agáchate —le indicó.
Bley lo hizo y se cubrió la cabeza cuando escuchó los disparos. No fue capaz de abrir los ojos, pero el pelirrojo ni siquiera pestañeó, solo siguió conduciendo esquivando todo lo que se cruzaba en su camino.
—¡Quiero ir a casa, por favor! —lloró sintiendo que, tal vez no iba a morir por un disparo, pero sí por el miedo y nerviosismo que estaba dominando su cuerpo.
Gritó por cada cosa que ocurría y alzó la mirada cuando, del lado de Maverick, vio lo que se acercaba.
—¡Cuidado!
La advertencia no sirvió de mucho, pues, el otro auto que se acercaba, no frenó y fueron chocados con fuerza. Su cuerpo se sacudió con salvajismo. Sintió como su cabeza era golpeada en alguna parte e imaginó que iba a salir disparado para cualquier lado y todo se puso negro con un siguiente golpe en su cabeza.
Quedó inconsciente, pero Maverick se movió tomando una de las armas y disparó sin dudarlo. No lo frenó nada.
Cada bala le dio a un blanco ignorando si algo le dolía o si algo le había llegado al cuerpo. Los guardaespaldas siempre usaban chalecos antibalas en su torso, sin embargo, a pesar de ello, sus brazos y todo el resto de su cuerpo quedaba libre. Vio que uno de los tipos se acercaba sosteniendo un arma con una sonrisa en el rostro.
—¡Sé que buscamos lo mismo! ¿No crees que sería mejor que formemos un equipo?
—No me interesa tener equipos, ¿vas a decir algo más o puedo matarte ya?
—No considero que quieras matarme —dijo como si lo conociera lo suficientemente bien para adivinar sus decisiones e incluso sus pensamientos —. Te conozco muy bien y sé cuál es tu debilidad…
Soltó una carcajada y se acercó otro poco llegando casi a un centímetro de él y, pasó la lengua por sus labios para decir:
—Ilay.
No fue suficiente nada más para que su rostro, su seguridad, su imponencia, su carácter y posición caiga de una sola vez al suelo. El hombre lo observó riendo sabiendo que, sin mayor esfuerzo, lo podría golpear y matarlo porque estaba paralizado.
—Te buscan desde casa. Dicen que los gemelos, aunque se separen, siempre estarán unidos, ¿es verdad? ¿Crees que él sentiría que te he matado? Eso me da bastante curiosidad —susurró más para él que para quien tenía al frente.
El pelirrojo tragó saliva con fuerza y formó puños, pero no fue capaz de moverse porque su cabeza estaba comenzando a tener problemas y se tambaleó unos segundos paga caer al suelo sobre sus rodillas.
—Es peligroso cuando conocen tus debilidades y más cuando es una debilidad tan poderosa como la familia, entonces, es mejor que le des un recado a tu jefe: que me deje el camino libre o, de lo contrario, se va a formar una grave masacre. Ilay —dijo con voz cantarina y llena de burla —. Ilay. Ilay. Ilay. Ilay. Ilay.
—¡¡Cállate!! —vocifero, pero, cuando miró al frente, no había nadie.
Su cuerpo tembló y su pecho subió y bajo con fuerza.
No supo qué hacer, no supo que decir y no fue capaz de ponerse de pie. Sintió las heridas en su cuerpo y cerró sus ojos con intensidad intentando mantener el control e intentando que alguien, incapacitado para manejar el problema, saliera a complicarlo todo.
Se movió con lentitud hasta el otro lado y sacó a Bley viéndolo inconsciente.
No tenían el auto y tampoco tenía forma de contactarse con los otros guardaespaldas. Estaba totalmente incomunicado y comenzó a caminar por la calle de manera lenta, torpe, sintiendo que era un cuerpo vacío. No se encontraba bien para que alguien más lo fuera a ver. Necesitaba recomponerse y ser capaz de encontrar un punto de calma una vez más o todo podría terminar en un completo desastre.
Al llegar a un lugar, pidió una habitación y solo entró para dejar a Bley en la cama y salir para comprar cosas y curar sus heridas. No era la primera vez que curaba una de sus heridas o la primera vez que se quitaba una bala, así que todo lo hizo sin mayores problemas.
Luego, se acercó al Omega viendo que tenía sangre cerca de su cabeza. Verificó notando que no era nada grave, pero se encargó de limpiar su rostro y, al momento de tocar su cabello, notó el hecho de que era el cabello más suave que había tocado en toda su vida. Lo observó de manera atenta viendo su piel suave y sintiéndola fría. Él rara vez sentía frío. Siempre tenía mucha calor, así que se quedó nada más con su camisa y lo cubrió con su chaqueta, aparte de las sábanas y el cubrecamas.
Lo vio demasiado pequeño e indefenso y solo pensó que, cuando tuviera que matarlo, no le iba a quitar ni dos minutos.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 97 Episodes
Comments
Zulim
Noo! 😨
2024-05-02
6
Izzy 🖤
Solo me gusta ese nombre cuando es el Ilay del manwha Passion
2024-05-02
4
Milla Barahona
pero bebé cómo piensas así de tu futuro esposo /Smug/
2024-02-27
20