7.

—El proceso no es muy sencillo, debes ser rápido para muchas cosas.

Asintió.

Eran las seis de la mañana y ya estaba duchado y había tomado desayuno. Había llegado un poco tarde, así que, los demás que estaban postulando para el trabajo ya llevaban unas clases adelantados. Un entrenador se estaba encargando personalmente de él mientras le mostraba en una pantalla el mapa de la mansión.

Era enorme sin duda alguna y con dos jardines, además de dos entradas, aunque una más larga que la anterior.

Luego, en la pantalla se le mostraron fotos de todos los miembros de la familia. En la cabeza estaba el padre, naturalmente, luego, abajo de él estaba su esposa, al lado de su esposa, sus tres hijos que iban de la edad de ocho, quince y veintidós años. Al final, después de los padres el hombre, estaba Bley.

Salía su edad de veintidós años y fue oyendo lo que hacía cada día. El que le estaba explicando, dejo de lado a las demás personas porque nada más se iba a dedicar a Bley. Le fue explicando los recorridos que hacía todos los días y el horario que tenía, además de su agenda personal que solía estar bastante ocupada.

Notó que hablaba, hablaba sin parar y que ya le estaba dando dolor de cabeza hasta que esa parte, de todo lo que iba a tener que ver y escuchar, había terminado y se pusieron de pie.

Siguió al otro que se veía con mucha más experiencia y que conocía cada parte del lugar. Por su forma de hablar y por como se comportaba no le era complicado el deducir que era quién más años llevaba ahí y lo vio como otro que, en algún punto, iba a tener que eliminar para que no le fuera a estorbar.

Llegaron a una habitación donde puso una clave y entró viendo que había todo tipo de arma. Desde las más pequeñas hasta las más grandes. Había una mujer dentro también que estaba viendo algunas cosas mientras habían tres hombres esperando que les entregara su cargamento. Fue notando que había muchas mujeres, pero que todas eran Alfas y con el rostro que le decía más que bien que eran buenas defendiéndose y, sobre todo, matando.

—Aquí los que hablan español son muy pocos. De las mujeres, solo con la primera que te encontraste, todas las demás hablan Ruso, pero, en tu información, sale que lo hablas bien, así que no tendrás problemas. Hay algunos que son alemanes también, aunque no se pasan mucho por aquí porque se encargan de la otras personas de la familia.

El pelirrojo no dijo nada, de hecho, no había soltado ni siquiera un pequeño monosílabo. Nada más estaba escuchando todo, viendo todo y memorizando todo.

—Cada día se nos entregan armas con sus respectivos cargadores. Se usan una sola vez y, si no las utilizas, te las sigues quedando. Si ves que tienen una falla, debes traerlas de inmediato porque eso puede provocar que interfiera en alguna acción de protección a tu persona asignada.

Asintió.

—Ahora, vamos por aquí.

—Ne pozdno li? (¿no es demasiado tarde?) —preguntó la mujer que tomaba unas armas al verlo caminar por el lugar.

—Razumeyetsya (por supuesto).

—On vyglyadit kak idiot (parece un idiota) —agregó riéndose.

—Lish' malost' (solo un poco).

—Ne prodlitsya bol'she sutok (no durará más de un día).

El pelirrojo los vio reírse a ambos como si él no estuviera presente. No hizo nada, solo siguió caminando para seguir con todo lo que faltaba y poder terminar todo pronto. Se estaba aburriendo más de lo que le esperaba.

Al llegar a una habitación donde se podía practicar el tiro al blanco, el hombre le explico que debían ver que tan buena puntería tenía y que tanta rapidez tenía para recargar el arma. Vio muchos muñecos que aparecían y desaparecían de manera rápida. No le tomo mucha importancia y nada más tomo un arma que le entregaban.

El tipo sabía que tenía buena puntería y más o menos varias de las cosas que sabía hacer, sin embargo, conforme fue transcurriendo el tiempo, los días y las pruebas las fue pasando como si nada más fuera algo tan sencillo como sumar dos más dos, notó que la habilidad que había en él era casi la de diez hombres a la misma vez. No dudaba en disparar, no dudo en ninguna prueba y cada uno de los exámenes que realizo fue terminado en éxito.

Los combates de cuerpo a cuerpo fueron pan comido, las pruebas de agilidad ni siquiera lo cansaron y las pruebas bajo el agua no le aceleraron ni un solo poco el corazón.

Nadie pudo ignorar el hecho de que ni siquiera pestañeaba o temblaba por algo.

Al finalizar, sus exámenes fueron subidos y su cargo fue asignado. No estaba emocionado en lo más mínimo por las felicitaciones que le daban ni tampoco le vio nada bonito a la ropa que le habían dado o a las palabras del padre de Bley. Le dio unos golpes en la espalda que no le gustaron para nada y nada más asintió. Había sido el que mejor había salido de todas las pruebas, así que estaba más que listo para poder salir al campo y encargarse de todo lo que tenía que ver con el hijo del ex presidente.

Había memorizado todo el lugar y, al igual que muchos de los guardias y guardaespaldas, debía ir por su arma, así que espero de manera calmada a que fuera su turno y se quedó mirando a la mujer.

—Kakoye oruzhiye ty khochesh'? Khorosho vyberi odno, ya ne khochu, chtoby ty potom postradal, krasavchik (¿qué armas quieres? Elige una bien, no quiero que luego te lastimes, guapo).

La mujer lo miró un poco porque su atractivo era mucho. El traje que estaba usando era negro y se ajustaba a sus brazos y a su espalda ancha más que a la perfección.

—Beretta 92.

La mujer alzó una ceja porque era un arma buena. Era semiautomática y la producción de muchas variantes de diferentes calibres continuaba en la actualidad.

—¿Ne slishkom li eto agressivno dlya takikh, kak ty? (¿No es demasiada agresiva para alguien como tú?)

No obtuvo respuesta, solo su mirada intensa de color negro que le demostraba que no era alguien a quien se podía molestar un poco.

—Vot, pozhaluysta, ya nadeyus', chto ty provodish' kazhdyy den', ya lyublyu takikh al'f, kak ty (aquí tienes, espero que te pases todos los días, me encantan los Alfas como tú)

—Takiye zhenshchiny, kak ty, vyzyvayut u menya otvrashcheniye (las mujeres como tú me dan asco) —dijo lentamente y sin quitarle la mirada notando como el rostro de ella cambiaba un poco, luego nada más salió para ir a tomar sus otras cosas.

Fue tomando todo lo que estaba esperando por él. Tenía un micrófono, un audífono y un rastreador. Todo estaba más que perfecto y creado para que pudiera pasar desapercibido. Se fue colocando las cosas en donde debía y salió.

Iba con muchos otros que estaban por comenzar su día también, así que no tenía muchas oportunidades de ver o revisar algo y nada más los siguió a todos para formarse y oír la charla que se les hacía cada mañana antes de comenzar sus labores.

Era día lunes, por ende, todos solían salir y Bley no era la excepción.

Había terminado de ducharse y tomo su teléfono porque debía acudir a una cita médica. Antes solía ir más al médico que ahora. Había estado en un tratamiento intensivo por sus feromonas y muchas reacciones de su cuerpo que jamás se habían presentado.

Estaba cansado de ir por aquello, pero, al igual que siempre, su padre lo obligaba a muchas cosas. No podía ser libre y hacer todo lo que quería. No había tenido una infancia como cualquier otro niño, pues había perdido a su madre y, al caer en las garras de su padre, no había tardado en comenzar a explotarlo por beneficio propio.

Bajó las escaleras cuando escuchó como todos estaban reunidos cerca de la entrada escuchando la charla que, uno de los guardias más antiguos, siempre realizaba.

Soltó un suspiro y se quedó esperando viendo que aún tenía tiempo, pero que, si hubiese estado con Soel, su antiguo guardaespaldas, entonces él ya lo habría estado esperando con el auto encendido y una buena temperatura debido al frío que hacía.

Escuchó a su padre bajar las escaleras mientras hablaba por teléfono y pasó por su lado sin decirle buenos días o un simple: cuídate.

Tragó saliva y notó como sus guardaespaldas habituales, lo seguían para marcharse con él.

Soltó un suspiro para comenzar a caminar dentro cuando se detuvo de golpe por verlo. Llevaba la misma ropa que todos, pero se veía más peligroso que cien de ellos. No supo qué hacer porque su padre nada le había dicho y, debido a que sus anteriores guardaespaldas que estaban con él hace dos años, habían muerto, no sabía quién se iba a encargar de él.

Lo quedó mirando unos segundos para desviar la mirada y pasar caminando por su lado. El pelirrojo solo se quedó ahí mirando al frente oyendo sus pasos.

—Osborn —habló mirando a uno de los hombres más viejos del lugar y quien siempre daba las charlas a todos —. ¿Qué dijo papá sobre salir?

—Buenos días, joven Bley, sus nuevos guardaespaldas ya están esperando por usted.

—Bien, tengo que irme pronto.

El hombre asintió.

—Desde luego, tendrá a Camilo, Sebastián, Kristen, Bertrand, Parker y Maverick, el guardaespaldas que su papá quería especialmente para usted.

Le dio una breve mirada de reojo y los otros se veían bien y un tanto amables, pero, cuando el pelirrojo lo miró centró su mirada de inmediato al frente.

—No se ve muy simpático. ¿Puede quedarse aquí?

—Me temo que no, su padre dijo que sale con él o no sale.

Soltó un suspiro.

—Bien, gracias Osborn. ¿Sabe los puntos que debo visitar?

—Todos tienen sus horarios memorizados. No se preocupe.

Salió caminando viendo a los seis que lo estaban esperando. Les dio una breve mirada y nada más comenzó a caminar porque naturalmente, lo iban a seguir.

Uno le abrió la puerta y tres se fueron con él y otros tres en otro auto. Con él iba Camilo, Sebastián y Maverick quien iba manejando. Sabía a donde iba, así que nada más manejo en silencio. Y Bley estaba acostumbrado a viajar con hombres que no decían ni una sola palabra y nada más cumplían con su trabajo, no obstante, debido a todos los cambios, se sentía demasiado diferente. La incomodidad que estaba dominando su cuerpo era demasiada.

Se quedó mirando por la ventana, pero, cada vez que miraba hacia el frente, notaba que el pelirrojo lo estaba mirando por el espejo retrovisor.

Su mirada era tan intensa y tan oscura que le erizo la piel y pudo sentirla todo el viaje. Parecía que no miraba ni un solo segundo la calle por donde iba manejando hasta que se bajaron en el lugar. No tardó en caminar dentro porque su hora estaba por llegar y no quería atrasarse.

Noto que dos lo seguían y los otros se quedaban en el auto y afuera mirando algunas cosas.

Era una clínica privada, así que nada más estaban las personas citadas. Entro a un ascensor donde los tres subieron hasta que salieron. Bley quiso darse y prisa y nada más ignorar lo que estaba ocurriendo, pero seguía teniendo su mirada todo el tiempo y no sabía si era con curiosidad o con asco por saber que era recesivo.

Inhaló profundo y se detuvo para girarse y darle una breve mirada.

—Maverick, ¿verdad? —preguntó mirándolo.

—Sí —respondió el otro.

Lo vio demasiado pequeño, pero que también tenía mucha personalidad y osadía cuando era necesario. Su cabeza la tenía echada un poco hacia atrás y su piel se veía blanca y suave.

—De acuerdo, entonces quiero recordarle que mi padre lo acepto y le paga solo por cuidarme, justo como hacen los otros, así que preocúpese simplemente de eso y deje de mirarme tanto porque no me gusta.

Él no apartó su mirada en ningún momento mientras veía sus ojos azules e intensos, pero dulces a la misma vez.

—¿Entendió o no?

—Entendido.

El rubio nada más giró sobre sus pies para poder sentarse unos minutos hasta que fue llamado por el médico.

Más populares

Comments

Gladys Choquehuanca Hilari

Gladys Choquehuanca Hilari

ayer me termine los dos libros y este siento que será mi preferido.
/Smile/
/Smirk/ hasta el momento me encanta como va la historia espero tener emociones ahhhhh gracias por la historia autora

2025-04-17

0

Y porque a Soel le gustaba Bley 🥺

2024-06-24

0

Quizá Bley pasará por una situación parecida a la de Éley con respecto a sus feromonas 🤔

2024-06-24

1

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play