3.

Sintió como tiraban de él.

Los dos guardaespaldas se movieron rápidamente por el lugar mientras disparaban también. Las personas que habían entrado eran demasiadas y todas tenían armas de alto calibre cuando ellos nada más tenían unas simples armas.

Las personas no dejaban de gritar y Bley vio a más de una que estaba muerta en el suelo y como la sangre estaba salpicada por todos lados.

—¡Necesitamos refuerzos! ¡Llama a la policía!

Se cubrió los oídos y todo el lugar se fue volviendo un pelotón de fusilamiento. Los disparos no dejaban de oírse.

No supo qué había sucedido con sus demás guardaespaldas, pero, los dos que estaban con él, sin importar lo mucho que les hablaban por el micrófono, no lograban oír nada por los audífonos que tenían en sus oídos.

—¡Respondan! ¡Debemos sacar al hijo del presidente de aquí!

No estaba acostumbrado a eso y no supo qué hacer. Cada disparo era peor que el anterior. Sus ojos estaban llenos de lágrimas, su cuerpo temblaba y sus sollozos se oían por todo el lugar. Soltó un grito cuando vio a uno de los suyos caer al suelo con una bala que había atravesado su cuello.

El único que quedaba, era con quién más confianza tenía. Se aferró a él rogándole por ayuda y lo vio recargar el arma y quitarle la otra a su compañero que ya estaba muerto.

Se quedó oculto detrás de unas cosas y vio al Alfa ocultarse en otro sitio esperando el momento perfecto para moverse. Cubrió su boca para no hacer ruido y no supo qué hacer. Era una situación por la que nunca antes había pasado y estaba entrando en pánico. Le estaba resultando imposible el poder controlar su corazón o dejar de llorar. Comenzó a pensar en miles de cosas mientras veía como el Alfa golpeaba a uno que se acercaba para luego matarlo y apuntar a otro lado.

Creyó en que iba a morir y que nadie iba a llorar su muerte porque nadie nunca lo iba a amar. Lloró sintiendo que iba a morir miserablemente y que, ni siquiera su padre, iba a llorar o lamentar o extrañar.

Cerró sus ojos y cubrió sus oídos rogando que todo terminara y se arrepintió de haber pasado a ese punto.

No supo si lo habían estado siguiendo, lo estaban esperando o nada más había llegado al lugar incorrecto, pero todo estaba terminando mal. Abrió sus ojos viendo como el Alfa seguía ahí cuando lo vio caer al suelo por un disparo. Gritó su nombre y quiso moverse para ayudarlo, mas no lo hizo porque el Alfa negó con su cabeza.

No dudo en ponerse de pie. Era su trabajo proteger al hijo del presidente y estaba dispuesto a mucho más porque, para él, no era simplemente hacer su trabajo, sino que proteger algo que le importaba hace mucho tiempo.

Bley siempre pensaba que a nadie le importaba, pero desde que ese Alfa había llegado, había comenzado a atraer su atención.

Lo vio disparar una vez más cuando dos disparos seguidos se oyeron y volvió a caer al suelo. Lloró con más ganas porque ya eran tres disparos lo que había recibido y no se veía ningún movimiento de su parte. No fue capaz de moverse y nada más se quedó oyendo un eterno silencio. Luego, pisadas se fueron acercando. Las sintió potentes y que casi provocaban que el suelo crujiera. Pudo ver la sombra de los hombres que se acercaban e incluso la sombra de las armas.

No se movió, se quedó oculto todo el tiempo. Desde la oscuridad donde estaba, vio a los hombres llenos de sangre y mirando a todos lados mientras sostenían el arma.

—Posmotri tuda (mira allí) —dijo uno y el otro no tardó en avanzar.

Siguieron diciendo cosas que Bley fue entendiendo más que a la perfección. Hablaban cosas que nada más personas psicópatas y asesinas dirían.

Escuchó que los pasos se iban yendo y respiró aliviado imaginando que eso había sido todo. Asumió que se había ocultado bien y que iba a tener la oportunidad de irse a casa donde iba a estar a salvo. Imaginó muchas cosas que terminaron en nada cuando su brazo fue tirado.

—Proklyatyy rebenok (maldito niño).

Bley intentó liberarse, gritó hasta que sintió el golpe en su rostro que lo tiró al suelo y se quedó sin aliento y mareado. Vio las gotas de sangre caer en el piso y no reaccionó por unos segundos.

—My sobirayemsya prodat' yego kak sobaku (lo vamos a vender como a un perro).

—Eta brakovannaya omega prineset nam kuchu deneg (este Omega defectuoso nos traerá mucho dinero).

Uno lo tomó del brazo para tirar de él y tomó su rostro para observarlo. Su cabello era largo y rubio, así que Bley lo vio tomar un mechón de su cabello para olerlo. Sus lágrimas siguieron cayendo y, cuando se acercó a él para olerlo, cerró sus ojos con fuerza por el asco que eso le produjo.

—No, prezhde chem prodat' yego, mnogiye iz nas sobirayutsya poveselit'sya s nim (pero antes de venderlo, muchos de nosotros nos vamos a divertir un poco con él).

Al oír eso, el miedo lo azoto, quiso decirles algo, quiso hacer algo, quiso muchas cosas y no logró hacer nada porque, al primer intento de liberarse, otro golpe le llego al rostro.

—Otpusti menya pozhaluysta! (¡déjame ir, por favor!) —gritó mientras intentaba escapar.

Uno de ellos no tuvo cuidado alguno y nada más tiró de su cabello. Cayó sobre sus rodillas y lo arrastraron por el suelo donde podía sentir que, hebras de su cabello, eran arrancadas sin piedad alguna.

No supo cuanto tiempo sucedió eso, hasta que se escuchó el ruido.

Gritó cuando más disparos retumbaron en sus oídos. Los escuchó gritar hasta que vio caer uno al suelo, seguido de otro y se quedó arrodillado con terror de alzar la mirada y encontrarse con su muerte.

Vio sus lágrimas caer y como todo su pequeño cuerpo temblaba. Quería tener a alguien que lo hiciera sentir seguro, que lo abrazara y le diera la protección que jamás antes había tenido. Escuchó los pasos que se iban acercando hasta que los vio justo frente a sus ojos.

Soltó una respiración entrecortada y fue alzando la mirada con lentitud imaginando que un arma, sin duda alguna, le iba a estar apuntando frente a los ojos.

Y lo vio.

Su cabello pelirrojo, sus brazos llenos de tatuajes y esa mirada fría y rostro imponente. Sus ojos eran negros y los vio cargados de cosas horribles y muertes en enormes cantidades. El Alfa no dijo nada, simplemente lo quedó mirando como si fuera la cosa más insignificante que había visto en toda su vida. Verlo golpeado, llorando, pequeño y temblando, no le movió ni un solo cabello.

Pensó en que era demasiado sencillo matarlo, pero no iba a hacer eso… aún.

Más populares

Comments

kelly_Amaeltaekook.💗

kelly_Amaeltaekook.💗

oh, entonces en la otra novela el omega se quedó con su gemelo el olor a mar, ¿no?

2024-12-31

0

Liliana Cheuquel

Liliana Cheuquel

y fue el capitulo estilo whitney Houston 😭😭😭

2025-03-13

0

kelly_Amaeltaekook.💗

kelly_Amaeltaekook.💗

pendejo. /Grimace/

2024-12-31

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play