capitulo 13

El bochornoso momento pasó por suerte, así que después de fénix arreglarse y estar listo para irse a trabajar, vio Angélica bajar, con un hermoso enterizo rojo, unas potas negras y un chaleco del mismo color.

— ¿vas a salir?, — dice fénix de manera extrañada.

— si claro, hoy voy a trabajar.— afirma Angélica de manera segura.

— te veo convencida, además que creo que es un bueno e importante paso, vamos.— fénix estaba feliz por Angélica, por lo menos así podría cuidarla desde el trabajo y no tenía que estar pensativo todo el día.

Al llegar a la empresa todos quedaban mirando Angélica con algo de lástima, por lo que, ella se sentía un poco mal, pero como todo, una mujer empoderada y decidida no doblegó su mirada, sino que camino como la gran y valiente mujer que es. Al llegar a su área de trabajo se puso muy feliz, ver a todos trabajando era hermoso, Mario al verla salió y de una la abrazo sin más mientras le decía.

— Estás de vuelta.

— y para mucho rato, como van todos.

Mario deja de abrazarla y le dice.

— Todo está perfecto, y ahora que volviste con más razón.

Fénix no entendía esa extraña sensación en su cuerpo, era una presión en el pecho, pero se sentía caliente, Como si se estuviera quemando, como no prefirió ver más, esa escena alzó la mano para despedirse de Angélica y decir.

— estoy en la oficina si algo, no dudes en decir.— comento sin más fénix para retirarse.

Todo marchaba bien, Robert no había sido capaz de acercarse a su ex, más que por vergüenza era por qué ya en su mente tenía un plan, la vio cuando salió con fénix y había planeado ya todo para hacer como si nada cuando llegara a la empresa y cuando todos se descuidarán dar su paso, pero quién también tenía un plan para evitar que Robert era se acercara a su protegida era fénix, dejo abierta las persianas de su ventana y la puerta por si le tocaba salir corriendo, puesto que él sabía lo insistente que puede ser Mario cuando quiere algo.

La rivalidad entre Mario y Robert había empezado, se daban unas miradas de perro con rabia que daba miedo, la competencia había empezado, pero ellos no eran los únicos, sino que había uno mayor y con altas posibilidades de derrotar a cualquiera.

Era casi medio día y Angélica había distraído su mente en el proyecto, pero necesitaba ir al baño para respirar, eso de ser fuerte delante de todos era de verdad agotador y aunque ella era experta en ese sentido, en esta ocasión sentía el corazón más pequeño de lo normal y con más carga de la habitual, salió directo al baño, fénix observaba todo y vio que Robert, se puso alerta, por lo que se dispuso a pararse si algún movimiento extraño, recibe una llamada.

— dime Ross.

— señor abajo está su madre, Le digo que pase.

— sí, si por favor, dile que me espere en la oficina, estoy en otra área.

— como diga señor.

La llamada se cuelga y Félix nota que la chica no está, y que Robert tampoco, en el pasillo se encontraba Angélica, pero de un momento a otro fue aprovechada por una fuerza bruta, que la tiró contra la pared mientras se ponía de manera imponente frente ella y le decía.

— ¿Por qué me ocultaste el hecho que era mi hijo?. — Interroga Robert

— Que querías que te lo dijera y me escucharás y luego dijeras, está bien, me hago cargo, sin tener que escuchar tus estúpidas acusaciones sin sentido.— replica angélica

— oh, entonces consideras que soy estúpido, crees que dejaré pasar esta, tú eres mía, no sé qué me pasó al dejarte libre.— dice esto con una furia y mandato que da miedo.

— yo no soy de nadie, me pertenezco a mí, ahora sal de mi camino que no voy a permitir que vengas a intimidarme.— agrega angélica de manera autoritaria

— te lo advierto, aléjate de Mario o no sé qué voy, soy capaz de hacer.

— amenaza Mario con un gesto de molestia

— ¿Quién eres tú?, ¿qué derechos tienes sobre mí?, no vengas a tratarme como objeto de tu propiedad, el hecho que haya sido estúpida por 5 años, no significa que voy a hacerlo por siempre, ahora ábrete.

Angélica empujó a Robert, pero este la tomo con fuerza por las manos y la beso, fénix venía corriendo como loco desenfrenado, pero al ver está escena se ocultó detrás de la pared, mientras recibía la llamada de su madre, se devolvió de inmediato porque considero que lo había visto todo, pero lo cierto es que esto apenas comenzaba, Angélica saco su rodilla y la puso con precisión en la entrepierna haciendo que este se doblará, aprovecho esto y comenzó a tirarlos de las orejas, y antes que Mario pudiera reaccionar una mano cerrada golpeó tres veces su rostro mientras lo miraba de manera desafiante y le dice

— no me vuelvas a tratar como tu propiedad, sabes, odio saber que me fije en alguien como tú, viví en una ilusión, eres una persona miserable, creo que todo mi vida he estado ciega, ahora aléjate de mí, no sabes lo que puedo hacer del dolor.

Robert estaba perplejo y no por los golpes, sino por lo decidida y el desprecio hacia él en los ojos de ella, que lo volvía loco mientras pensaba.

— no, no, no creas que te vas a librar de mi tan rápido, ya lo verás, te arrepentirás de haberme alejado de ti, que hace que nos divorciamos y ya estás tan decidida, eres una falsa, eres una falsa ya verás conmigo no se juega.

Robert se había obsesionado con Angélica, él estaba acostumbrado a tener la atención de todos y ver cómo Angélica lo miraba como un ser despreciable, después de tanto tiempo mirarlo con amor le daba vueltas en la cabeza y lo destrozaba, el egoísmo, era más que su compañero y no estaba dispuesto a rendirse.

Angélica, aunque estaba nerviosa por lo sucedido, estaba feliz por lo valiente que era, iba dándose golpecitos en el pecho, mentalmente mientras se decía.

— estoy orgullosa de ti, sigue así y pronto olvidarás a ese canalla.— sin darse cuenta la señora Rosaura la veía venir feliz y se alegró, pero no pasó lo mismo con fénix, ya que este pensaba que si felicidad se debía a aquel beso que él presenció. Angélica vio a Rosaura y como una loquita se balancea en ella con los brazos abiertos mientras le dijo.

— que es eso que tiene en la mano, no me diga que es mi almuerzo.

— si mi niña, sabes traje, para nosotros tres.

— perfecto vamos a comer tengo hambre.

Fénix no podía pronunciar una palabra, sus pensamientos divagaba, por el hecho que él sabía que esto podía pasar, pero no sabía que le iba dolor tanto, aunque intentara ser normal, su actitud de mala gana, no lo dejaba, comezón a comer y ver a Angélica tan feliz le pregunto.

— tuvo que haberte pasado algo muy bueno hoy, te vez muy feliz.

— sí, demasiado feliz.— responde alegremente la chica sin dudar.

—¿a qué se debe?.— interroga Rosaura

— hoy, di el paso más grande de todo mi vida, estoy tan emocionada que no lo puedo creer.

— me imagino.— responde fénix de manera indiferente

— sí, creo que lo seguiré intentando

la mente de fénix divagó.

— lo seguirás intentando, mierda, no soy egoísta, solo que por qué con él, por qué seguirás intentando con él, así que consideras que es lo más grande que te ha pasado en tu vida, sabía que esto sucedería, soy un torpe.

— Que piensas hijo.— interrumpe los pensamientos de Fénix, su madre.

— nada importante madre, terminen de comer ustedes, voy al baño.— miente Fénix

Robert salió de la empresa casi que a escondida no quería que nadie lo viera en ese estado deplorable, tenía sangre en todo la ropa, ya que la chica atino a darle los tres golpes en la nariz, si fénix lo viera así, se pondría feliz, pero su mundo estaba destruido.

Así terminó el día y todo marchaba bien menos la cabeza de fénix, cada rato se decía, tonto, tonto, como pudiste hacerte ilusiones. Los golpes de la puerta interrumpieron su terapia interna.

— adelante Angélica.

— tengo que contarte algo.— dice de manera emocionada

— ¿así qué sería?.— le da poca importancia

— hoy hice algo antes de venir a almorzar y estoy muy feliz.— toda la felicidad estaba en ella

— sabes, no estoy de humor para escuchar tus avances grandiosos, mejor espera abajo ya nos vamos

Estas palabras pusieron muy triste a Angélica, y pensó.

— ya se aburrió de mí.

El camino era más que una atmósfera pesada llena de silencio y tristeza, fénix no quiso decir más nada y se fue a la habitación, por otro lado, Angélica saco una botella de vino y empezó a beber muy desenfrenadamente, al tal punto de no saber qué hacía. Había pasado tres horas y fénix estaba completamente rendido cuando escucho algo caer, de inmediato se levantó porque fue un golpe muy fuerte, al bajar, noto como Angélica intentaba recoger los vidrios de dos botellas llenas de vino que se le habían caído.

—¿qué haces te vas a...?, viste te cortaste.

Rápidamente, fénix toma de la mano a la chica y la dirige al sofá, con prisa trae el botiquín y empieza a sanar la herida, al terminar de limpiar, Angélica dice.

— gracias, creo que si sigues a ese ritmo me vas a enamorar — esas palabras retumbaron el corazón de fénix, quien se quedó mirando a la chica completamente borracha.

— puedo agradecerte.

— como le vas a hacer.

Antes que el confundido chico pudiera espabilar, los carnosos y suaves labios de Angélica se chocaron con los de él, el ritmo cardíaco subió y sonaba como música, cuando quiso reaccionar Angélica se quedó inmediatamente dormida, dejando a aquel chico con la cabeza echa un desmadre de las dudas.

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