capítulo 18

Angélica asiente con lágrimas en los ojos mientras ve a fénix salir con Robert atado aún a las corbatas.

Entro al baño y dejo caer todo el chorro del agua sobre ella, mientras que pensaba que sería de ella si fénix no hubiese llegado.

Al cabo de unos minutos la policía llegó y se llevaron a Robert, por lo que fénix subió para encontrar a Angélica lista para ir a declarar.

Se montaron en el coche y se dirigieron a la estación de policía.

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Dos horas antes

Fénix no se podía concentrar se sentía incómodo como si algo me fastidiará, por lo que con pena miro a Freddy y le dijo.

— lo siento, de verdad debo volver a casa— se tocaba sus manos incómodamente.

— Está bien, ya te dije tendremos más tiempo.

— gracias hermano, toma paga y toma un taxi.

— no hay prob...— antes que este pudiera decir algo fénix ya no se encontraba en el lugar, por lo que tomo la plata mientras se echó a reír.

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Llegando a la estación Angélica se sentía segura pues tenía a su lado a fénix quien había sido su acompañante en estos últimos meses y tal vez en los más duro de su vida.

Robert declaró que Angélica lo había incitado que él era un hombre y por eso le iba a complacer además que no le desagradaba la idea de estar con ella, ya que era muy bonita y ya había estado con él en numerosas ocasiones.

A lo que el policía le dijo, que la marca en el rostro de la chica era de maltrato el de manera cínica responde.

Que ella le gusta el sexo duro y siempre le pide que la maltrate, ya que así ella siente mayor excitación, Angélica con fénix quien escuchaban desde afuera no lo podían creer, haciendo que fénix se arrepintiera de no haberle golpeado con más fuerza y por mucho más tiempo, sentía que el tiempo en ese momento era justo que se devolviera.

Fénix contó lo sucedido y Angélica dio la versión de los hechos, viendo cómo el policía casi que ignoraba su testimonio, pero cuando pensó que no podía ser peor ve entrar a su madre por la puerta mientras agitaba las manos y decía.

— no le crean a mi hija, es ella una vil mentirosa siempre lo ha hecho, me ha difamado a mí y ha hecho pasar vergüenza a mi familia, es ella quien debería estar detrás de esas rejas y no mi yerno él es el hombre más respetuoso que existe por lo que doy testimonio de él y si es caso meto las manos al fuego, ella sabe que está descubierta por qué desde hace años engaña a mi yerno con fénix primo de Robert y juntos al planeado todo esto, créanme yo soy testigo de todo.

Angélica— no podía creer lo que su madre decía, y aunque ya estaba acostumbrada a esto, sentía su corazón decaer en ese profundo dolor del que ya casi no quedaba nada más que el recuerdo, su mundo caía a pedazos sentía que el aire le faltaba, por lo que se levantó del sofá dónde estaba se dirigió a la puerta y con voz temblorosa dice.

— levantó todos los cargos que puse.

— vio, es una mentirosa vio que está caída— responde de manera inmediata su madre.

fénix se apresura a llegar y dice.

— que está pasando, por qué lloras, — se acerca a la lamentable Angélica mientras con un pañuelo limpia las lágrimas mientras la toma hacia su pecho y vuelve y le dice— no te preocupes por nada.

La madre Angélica lo señala y de manera arrogante dice.

— es él, el mozo de ella mira cuan cómplice son.

— señora creo que se equivoca no soy el mozo de nadie.

— jamás te aceptaré en mi familia rompe hogares.

— ya basta, — grito muy fuerte Angélica mientras se hizo un completo silencio en la habitación, está toma a fénix de la mano y le dice.

— por favor sácame de aquí, no soporto ni un momento más este lugar.

fénix asintió y se dispusieron a salir de la habitación, mientras que ignoraban a la madre de angélica decir.

— vete, desgraciada un día te dará la espalda y tendré que verte ante mí o de Robert de rodilla, ya lo verás él no es diferente a los demás es otro igual a todos como tu desgraciado padre.

Ambos ignoraban aquel episodio, pero de repente fénix se detuvo, se devolvió miro al policía y le dijo.

— tendrá consecuencias por esto ya lo verá, no crea que te saldrás con la tuya, solo por ser amigo de estos canallas ya verás el peso de la verdadera ley encima de usted, procede a mirar a la señora con asco mientras le dice.

— usted también, pagará cada daño que le ha hecho Angélica no tendré compasión con usted ni siguiera por haberla traído al mundo.

Está retrocede ante tal amenaza y sin saber decir más, agrega.

— guarda—, saquen a este loco.

Fénix los voltea a ver y dice.

— permiso, y no se atrevan a tocarme.

Los guardas quedaron paralizados, puesto que la mirada de fénix se veía tan ardiente que a cualquiera le daba miedo, al llegar donde Angélica le regaló un beso en la mejilla y le abrazo diciéndole.

— ya pasará, lo prometo haré que paguen el doble de tu sufrimiento.

Angélica miraba tímidamente a fénix quien se veía arder de rabia y no se atrevió a decir nada, solo asintió, pero por algún motivo se sentía feliz. Sentía su vida segura como si eso, hombre estuviera a su lado fuera su más grande escudo, por la ventana del coche miro el cielo y agradeció por permitir encontrase con este hombre, que con un cálido abrazo la hacía sentirse la mujer más afortunada del mundo olvidándose de sus problemas. Sin darse cuenta se quedó dormida en el auto.

Fénix la miraba por el espejo y se volvió a prometerse cuidarla y darle el lugar que por el simple hecho de existir se merece.

Llegaron a casa y fénix no la quiso despertar, por lo que la tomo entre sus brazos, llevándola hasta la habitación, Angélica se despierta cuando esté intenta ponerla en la cama y siente mucha pena, pero a la vez una gran paz y armonía en su corazón, sentía que está viva, que aún era de carne y hueso.

Fénix, preparo la comida se dieron un baño y se durmieron el ambiente pesado que solía a ver entre ellos ya no existía es como si ambos se hubieran domesticado sin darse cuenta, Angélica aunque no se cambia de manera desnuda delante de él, ya no le pedía salirse de la habitación, tampoco cerraba la puerta del baño con seguro, sentia que no era necesario ya que este se había ganado su confianza, por otro lado fénix siempre aprovechando cada momento desfilaba en toalla para ella, haciendo que está quedará atónita y muda por segundos.

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