capitulo 12

Era la primera sesión con el psicólogo y Fénix dice.

— voy a la empresa, a las 4 vengo por ti, mi madre viene a hacerte compañía, suele hablar mucho.

—No es necesario, yo no soy una niña.

—lo sé, solo quiero que tu mente esté ocupada en algo y que mejor que mi madre.

— sabes que siempre consigues lo que quieres en mí, no sé por qué me lo dices.

Aunque él quería conseguir más cosas en Angélica, se conformaba con tan solo ella le hiciera caso en cosas triviales.

Más demoro Cristian en salir, que la señora Rosaura en estar tocando el timbre.

— Voy, voy.

— Buenos días, señora.

Esta se acercó a Angélica y la abrazó y le dijo.

— hace rato, quería conocerte, mi hijo habla muy lindo de ti.

El abrazo de la señora Rosaura había dejado plasmado a la chica, ya que hace rato que no le daban abrazos tan sinceros y ella y su hijo le habían dado calor cada vez que la abrazaban.

—Así y ¿que le dice?, "que soy una llorona".— dijo en bromas.

— No, — dice mientras la deja de abrazar.—me ha dicho que eres una mujer valiente y que te admira porque has hecho lo que él nunca pudo hacer.

Esas palabras dejaron Angélica con interrogantes, pero no quería parecer entrometida para preguntar sobre el pasado de fénix, además que sentía que no era tan íntima para él para ya saber cosas por boca de su madre, ya que si él quisiera que ella lo supiera hace rato se los hubiera contado.

La tarde pasó y la señora Rosaura preparó comida como para 10 personas para luego meter en recipiente y decirle

—solo tienes que meterlo al calentador cada vez que te dé hambre.

La tarde pasó tan rápido que Angélica se sintió tan acompañada que no sintió en qué momento eran las 3:30, por lo que rápidamente se levantó y dijo

—señora Rosaura me voy a alistar,, pronto llegará fénix y no estoy lista.

—está bien hija, fue un gusto conocerte, yo me despido.

—gracias. Por todo, — dijo Angélica mientras abrazo a la señora Rosaura.

— crees que la debería agradecer, soy yo, gracias a ti pase una tarde agradable, además que en mi casa no me dejan cocinar por qué tenemos cocinera.

— vea entonces vino a cocinar aquí. jaja.

—jaja, si mi niña, nos vemos.

No habían pasado 10 minutos cuando llegó fénix, Angélica salió de la habitación en pantis, pues si celular estaba sonando.

Cuando iba bajando las escaleras, se encontró frente a frente con fénix, por lo que sin pensarlo se devuelve corriendo, apenada mientras siente su corazón a mil por horas.

Por otro lado, fénix estaba impresionado con la belleza de aquella mujer, tenía la cintura perfecta, tanto que parecía que los mismos dioses la tallaran con delicadeza y amor, sus ojos se dilataron de ver así a Angélica, pero rápidamente salió de los pensamientos, pues el celular de Angélica no dejaba de sonar.

Decidió contestar y era Robert que le decía.

— mi amor, soy yo no cuelgues, por favor, escúchame, sé que metí la pata contigo, ese era nuestro niño perdón, prometo que te voy a recompensar todo, solo déjame hablarte si tienes que darme una explicación de cómo sucedieron las cosas.

Fénix no se atrevió a decir una palabra, por lo que antes que este terminará de hablar, colgó, elimino la llamada y timbró él, para cuando Angélica mirara no le preguntara qué dijo Robert.

A los pocos minutos bajo, Angélica con un hermoso vestido verde esmeralda, tacones del mismo color y una hermosa cadena que combinada con ella y su ropa a la perfección, al verla, Fénix noto que sus pensamientos hacia Angélica no eran los mismos que antes, ya que ahora solo quería pasar el rato con ella, comer con ella y pasear con ella, es como si en su mundo Angélica girará en torno a él. Antes que ella llegue a él piensa.

— Debo sacarme estos pensamientos, antes que sea difícil ocultarlo.

— ¿como me veo?.

— me gustas, — dijo fénix, mientras pensó, rayos por qué dije eso.

— ¿cómo?.

— Me gusta el color verde, es mi color favorito, — mintió con todas las letras de la palabra. Tratando de evitar lo obvio 

— perdón, no sabía que estabas aquí, vine a contestar el celular.

— No pasa nada, era yo para que bajarás, pensé que tenías el celular contigo.

— ya veo, vamos.

Pasaron 15 minutos, cuando se detuvieron en una casa normal, por lo que ella dice.

— no íbamos a ver a la psicóloga.

— si claro, solo que ella no nos va a atender en su oficina, yo le pedí que fuera en la casa, así no tengo que ver a su prima.

—¿ su prima?.

— si, es mi ex.

— mmya, entiendo.

Angelica no quiso interrogar más por lo que se baja del auto sin tomar la palabra.

Al llegar, noto que la psicóloga era muy joven y hermosa, se presentaron y se dieron a conocer, Robert, se puso a preparar la cena, ya que él era muy amiga de la psicóloga esperanza y esta le había dicho, que extrañaba su sazón, por otro lado, Angélica ya se encontraba acostada en un sofá, mientras la psicóloga le pregunta.

—¿ tienes alguna idea concreta de lo que te gustaría hablar, o lo que no?

— solo quiero olvidarme de mi pasado, que todo lo malo que me pasó ya no esté.

— Me temo que eso será difícil, ya que nuestro cerebro no olvida las cosas por qué se lo digamos, él olvida lo que le parece irrelevante, pero las cosas que lo marcan, no, puesto que estás lo hacen razonar más, lo que te recomiendo es que dejes de evitar las cosas que te dañan y las enfrentes, no hay nada mejor que derrotar todo lo que nos hace daño.

— ¿cómo las enfrentó?, si no soy capaz de enfrentarme a mi misma.

— perfecto, lo primero que vas hacer, es enfrentarte a ti, ese miedo que tienes es lo primero que debes vencer, dime ¿qué es eso?.

— Miedo a la soledad, miedo a quedarme sola.

— bueno, lo primero que vamos hacer es.

La sesión acabo y aunque no había un cambio extremo en Angélica, estaba feliz, ya que no le menciono la muerte de su hijo, que sabía que eso le iba a doler mucho más.

Después de comer la deliciosa comida que se preparó fénix, él con Angélica se dirigen al parque, dónde pasan un momento agradable, pues fénix compro burbujas e hizo que Angélica corriera por no dejarse atrapar por una burbuja, ya cansados se devolvieron a la casa y Angélica se fue directo a dormir.

Lo cierto es que Angélica en este momento no tiene corazón para amar, pero fénix se está aferrando a ella como no lo hizo con nadie, se está acostumbrando a ella y tiene miedo a salir herido, ya que él sabe lo mucho que está a amado a Robert, y teme que lo perdone.

Estaba ido en el sofá recordando, un 12 de abril, tenía Robert dos meses de casado y decidió ir a visitarlo, los guardas los dejaron pasar, pero le informaron que su primo no estaba.

Se dirige al jardín, ya que desde allí provenía la voz más hermosa que él pudo haber escuchado nunca, era suave, pero se echa a unas melodías altísimas, que hicieron que el cuerpo de fénix, se erizará reaccionando a aquel hermoso canto, sin darse cuenta piso de más, haciendo ruidos, antes que Angélica lo viera, corrió tanto que no noto, que su llavero se le cayó.

La sonrisa llega al rostro de este, ya que desde ese día, siempre que podía se iba a escucharla cantar, se volvió un hábito, y siempre que iba le dejaba un detalle, sabiendo que ella lo encontraría.

Pero al ver que se estaba obsesionado con esto, dejo de hacerlo, aproximadamente 6 meses. Sin darse cuenta se quedó dormido en el sofá y en la mañana siguiente se despertó porque sentía la respiración de alguien muy cerquita a su rostro, abrió los ojos y lo único que pudo ver fue los labios de Angélica, se quedó admirando sus carnosos labios y después se atrevió a rozar sus labios con el de ella, al ver que está se movió, sin separar los labios se hizo el dormido, pero Angélica se despertó y al ver tal escena, se cayó del sofá, haciendo que fénix, abriera los ojos de inmediato.

—¿Que paso?,— pregunta de forma "inocente".

— Nada, solo tuve una pesadilla.

— ¿Que hacías aquí?, ¡no estabas en tu cuarto!.

— solo, quería acostarme un rato contigo, prometo que no tuve malas intenciones.

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