Oculto a simple vista

Melissa estaba sirviendo refrescos y bocadillos a todos sus invitados en coloridos platos de plástico. La mayoría pensó que era un lindo detalle que los recibiera de esa manera... excepto Bobby.

—Oye, no es como si estuviéramos en el jardín de niños para que nos des este tipo de bocadillos—,torció la boca el músico de barba larga. —¿No tienes algo para beber que sea un poco más de adultoa? ¿Una cerveza, tal vez? ¿Un poco de whisky?

—¡Oh cariño!— la pelirroja se rio con ganas —Si cuando estás sobrio es un poco difícil entenderte, estando borracho no podría comprender nada de lo que dices

—Basta chicos. Basta de juegos— exclamó Rachel con firmeza, después de haber realizado una breve visita a Cedar Creek desde la capital, para conocer un poco mejor a algunas de las personas más interesadas en ayudar al pequeño pueblo a obtener algún tipo de retribución.

Dijo Greg, ajustándose la corbata que llevaba puesta, —Está bien, muchachos. Cuando terminemos con esto, tendremos tiempo para divertirnos. Ahora, por favor, concentrémonos en tratar de organizar la información que cada uno de nosotros ha reunido hasta el momento.

—Todo eso suena genial, mis estimados adultos serios—, dijo Melissa con un toque de sarcasmo. —¿Pero ya se dieron cuenta de que nos faltan Samantha y Henry? No podemos empezar la reunión sin ellos

—Entendería que el chico Vandervilt no quisiera venir en el último momento, por razones obvias—, dijo el profesor universitario —¿Pero Samantha? Ella es el alma de este movimiento. ¿Ya perdió el interés tan pronto?

—No, no es así—, respondió la abogada, mirando de cerca su teléfono celular, —Me acaba de enviar un mensaje, diciendo que no puede asistir porque ella y Henry tienen algunas diferencias personales que podrían distraernos de nuestros asuntos—

—Es verdad — la curvilínea pelirroja asintió dulcemente. —Me acaba de enviar un mensaje diciendo que lamenta no haber venido, porque la presencia de Henry la incomodaría un poco, pero promete ponerse al corriente con nosotros pronto y ayudarnos con todo lo que necesitemos después de la reunión

—¡Lástima! Realmente me cae bien Sam— Bobby dijo después de aclararse la garganta. —Ojalá hubiera sido solo el chico Vandervilt. No lo conozco, pero creo que con ese apellido ya sé todo lo que necesito saber sobre alguien como él

Y apenas acababa de hablar el músico punk, cuando de repente alguien tocó con fuerza a la puerta del departamento de Melissa.

—¡Hola chicos! ¡Estoy aquí! ¿Qué me perdí?

Era Henry, que parecía muy feliz de estar en Cedar Creek.

—Lo siento, llegué tarde, muchachos. Debieron haberme dicho antes que el hostal más cercano estaba tan lejos de aquí—, suspiró el chico de ojos azules.

Melissa le sonrió cálidamente a Henry, —Está bien, Henry. Nos da gusto de que aunque sea tarde, pero hayas llegado.

Bobby, sin embargo, siguió sospechando de las intenciones de Henry. —Entonces, ¿qué te trae por aquí, Henry? ¿Nos estás espiando para Northstar Energy?

Rachel le lanzó a Bobby una mirada de advertencia antes de regresar su mirada hacia Henry. —No le hagas caso. Solo queremos saber cómo puedes ayudarnos con el caso de Cedar Creek

La expresión de Henry se volvió seria mientras hablaba: —Quiero ayudar en todo lo que pueda. Sé que la empresa de mi familia es responsable de muchos daños y quiero contribuir a subsanarlos. He estado investigando sobre fuentes de energía alternativa, y creo que puedo proporcionarles información valiosa al respecto.

Al escuchar esas palabras, Greg se inclinó hacia adelante, visiblemente interesado.

—¿De verdad estás diciendo eso, Henry? Una colega mía dice que hay bastante evidencia del daño que NorthStar Energy ha causado. Y disculparás que dude, pero me gustaría preguntarte si realmente estarías dispuesto a cambiar el rumbo dela empresa de tu familia?

El chico alto asintió con firmeza. —Sí, no va a ser fácil, porque no depende exclusivamente de mí. Pero quiero plantar las semillas de un cambio profundo y duradero en la empresa

—Todavía no sé si debo creerte—, insistió Bobby. —La gente como tú no cambia de opinión tan fácilmente, especialmente si hay dinero en juego.

Raquel dio un suspiro, al tiempo que masajeaba sus sienes. —Pero esta vez no es una cuestión de creer o no creer. Es un asunto en el que tenemos que trabajar todos juntos, como equipo.

—Ella tiene razón, chicos—. El profesor universitario secundó a la abogada. —No estamos avanzando. Dejemos nuestras diferencias a un lado por un momento y pongámonos a trabajar para que esto comience a moverse.

Todos estuvieron de acuerdo. Haciendo todo lo posible por concentrarse en el tema que los trajo allí, todos los presentes se pusieron a trabajar. Intercambiaron información, leyeron lo que habían escrito los demás e incluso la Dra. Chen se unió a su reunión por un momento a través de una videoconferencia, mostrándoles un par de estudios de impacto ambiental que estaba realizando con el apoyo de sus compañeros de la Universidad. Incluso Melissa estaba orgullosa de mostrarles  lo que había hecho. En un par de clics les enseñó a los simpatizantes de La Resistencia, que había creado varios perfiles anónimos en las redes sociales, para difundir fragmentos de las conversaciones que había logrado espiar durante la fiesta.

—Y lo mejor de todo—,se había jactado la pelirroja, —es que varios influencers nos están ayudando compartiendo nuestros audios, generando así aún más interés en nuestros asuntos

Sintiéndose renovados al poder darse cuenta de que en tan poco tiempo habían logrado un progreso tan grande, todos continuaron trabajando duro, sin darse cuenta del paso de los minutos. Y así, pasaron varias horas. Pronto, todos comenzaron a despedirse, prometiendo mantenerse en contacto.

Cansado por el ritmo vertiginoso de la reunión, Henry salió lentamente de la casa de Melissa, planeando tomar una copa en un bar en Cedar Creek, cuando de repente, vio algo que hizo que su corazón se acelerara.

Al cruzar la calle, vio a una chica idéntica a Sarah, la hermosa chica de su trabajo que fue capaz de ganarse su afecto en tan poco tiempo. El chico alto sintió el impulso de correr tras ella y darle un gran abrazo, pero un par de cosas lo detuvieron: primero, la chica era una adolescente en silla de ruedas, lo que hacía casi imposible que fuera Sarah, y segundo. , para sorpresa aún mayor de Henry, la muchacha en silla de ruedas iba acompañada de una chica menuda de cabello muy oscuro, quien por alguna extraña razón le trajo a la memoria uno de los más hermosos recuerdos de su adolescencia.

Sintiendo que alguien la estaba mirando, Samantha levantó rápidamente la vista y, por el rabillo de su ojo, lo vio y se apresuró a caminar en la dirección opuesta a él.

—¡Qué demonios te pasa!— Katy le preguntó a su hermana mayor, haciendo un esfuerzo sobrehumano para seguir su ritmo.

—Cariño, creo que nos vio—. Exclamó la de cabello oscuro, comenzando a caminar aún más rápido. —¿Quién nos vio?— respondió la adolescente, volteando la mirada rápidamente. —Oh, ¿él? ¿No era el chico que estabas viendo en el video del otro día? ¿Qué no te gusta? ¿Tú le gustas o algo así?

—Cállate, muchacha—, respondió Samantha, empujando la silla de ruedas de su hermana para ayudarla a ir más rápido. —Es una historia complicada, te la explico cuando lleguemos a casa.

Mientras tanto, Henry estaba atónito, viendo como las dos chicas se alejaban rápidamente de él.

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