La Evidencia

Samantha se sorprendió cuando comenzó a escuchar la cantidad de información que su amiga había reunido en la fiesta de la empresa. En esas más de dos horas de grabación, Melissa había recibido todo tipo de declaraciones: lo mismo de aquel ejecutivo, quien en broma decía que él, más que nadie, tenía que saber ahorrar dinero como un verdadero genio, porque además de su familia, él tenía dos amantes a las que mantener felices, hasta el que se jactaba de haberse comprado hacía poco un coche italiano, gracias a una fuente de ingresos cuestionable.

Pero lo que sorprendió mucho a las dos amigas y a los dos caballeros fue que el Sr. Vandervilt se había abierto tan honestamente con Melissa.

—Supongo que es parte de lo que pueden lograr mis encantos femeninos—, dijo la pelirroja con una sonrisa pícara, mientras jugaba con su cabello como una modelo en medio de una sesión de fotos.

—No creas que eres la más grande supermodelo de este siglo—, frunció el ceño Bobby. —Dale a los hombres de esa edad un poco de alcohol, y ponlos cerca de cualquier cosa remotamente parecida a una mujer, y verás que en cinco minutos revelan incluso secretos nucleares

—Probablemente tengas razón—, dijo Greg, mientras comenzaba a servir limonada a las otras tres personas que se encontraban en la oficina de su universidad. —Pero nos estamos desviando del tema. Es hora de que pensemos qué vamos a hacer para que esta información nos pueda ser de verdadera utilidad

—Tienes razón—, suspiró Melissa. —No podemos ir a juicio con solo estas grabaciones. Ya sabes que cualquier evidencia obtenida ilegalmente se descarta fácilmente.

Bobby asintió, dejándose invadir por una sensación de derrota. —Entonces, ¿qué podemos hacer con toda esta información? No podemos permitir que NorthStar Energy se salga con la suya, sabiendo lo que han hecho, pero tampoco podemos usar estas grabaciones como evidencia

—Creo que hay alguien que está interesado en darnos algunas ideas para saber qué podemos hacer con esta información—,asintió Samantha, mostrando a todos la pantalla de su teléfono, en la que se podía ver a Rachel saludando a todos los presentes con una sonrisa.

Al momento en el que el rostro de la valiente abogada apareció en la pantalla del teléfono de Samantha,  todos en la sala se pusieron serios. Rachel era su experta legal y todos sabían que si alguien podía averiguar qué hacer con las grabaciones, era ella.

—¡Raquel!— Samantha exclamó de golpe—Estábamos discutiendo qué hacer con las grabaciones que Melissa obtuvo en la fiesta de la empresa

Rachel sonrió —Sí, escuché algo de eso. Y creo que tengo una idea. Si bien no podemos usar las grabaciones como evidencia en la corte, podemos usarlas para presionar a NorthStar Energy para que llegue a un acuerdo que nos beneficie a nosotros

—¿Cómo está eso?— preguntó Greg, luciendo escéptico—Creo que no estoy entendiendo

—Sí—, respondió Rachel, —Si podemos mostrarles que tenemos pruebas de sus actividades ilegales, es posible que estén más dispuestos a llegar a un acuerdo con nosotros y evitar que avance un juicio público que solo les dejaría pérdidas

—Pero, ¿cómo llamamos su atención?— preguntó Bobby.

Rachel sonrió —Ahí es donde entra en juego el encanto de Melissa. Podemos revelar fragmentos de las grabaciones a la prensa, lo suficiente como para causar revuelo, pero no lo suficiente como para revelar todo lo que tenemos. Tenemos que dejar en claro que tenemos mucha más evidencia y que estamos dispuestos a utilizarla si es necesario.

—Eso es sumamente arriesgado—, dijo Samantha, visiblemente preocupada. —¿Qué pasa si intentan atacarnos por hacer algo así?

—Tendremos que tener cuidado—, respondió la abogada de ojos azules, —pero si jugamos bien nuestras cartas, podríamos hacer que NorthStar Energy se lo piense dos veces antes de intentar hacer algo sucio contra nosotros en el juicio.

—¿De verdad crees que podemos lograrlo?— Greg la interrumpió. —Tienen mucho dinero, además de aliados en todo el país. ¿Crees que la presión de la gente realmente ayudará?

—Por supuesto que sí—, dijo Rachel con gran determinación en sus ojos. —Ahí es donde entras tú y tus compañeros. Esos estudios de impacto ambiental que me has enviado están muy bien para empezar, pero necesitamos aún más información. Te prometo que seguiré trabajando con lo que he podido encontrar en los registros públicos de la empresa

—Todo eso suena genial—interrumpio Melissa, —pero, ¿qué podría pasar si se enteran de lo que nosotros estamos haciendo? ¿Qué pasa si envían a alguien a perseguirnos?

—Es por eso que tenemos que mantener un perfil bajo. Vamos a tratar de atraer la menor atención posible, hasta que sea el momento de reunirnos con ellos en la corte—agregó Greg tras hacer una pausa. —Sé que nos daría a todos un enorme placer patear el trasero de los Vandervilt y sus asociados, pero tenemos que tomar todo este asunto con calma.

—Y hablando de mantener un perfil bajo—, tartamudeó Bobby, señalando una transmisión en vivo en su teléfono celular. —Creo que algunos amigos acaban de unirse a nosotros. Te paso el enlace ahora mismo, Rachel

Todos se quedaron boquiabiertos al ver lo que había encontrado el músico de barba poblada. Por lo que se podía ver en el video, en las afueras de NorthStar Energy, en la capital, un grupo bastante numeroso de personas protestaba. Muchos de ellos portaban pancartas con lemas como: "Dejen de jugar con nuestro futuro", " Northstar Energy=Muerte", y "Tienen sangre en sus manos"

La protesta parecía pacífica en un principio, pero las cosas pronto tomaron un giro inesperado cuando uno de los manifestantes, un chico de no más de 20 años, al darse cuenta de que William Vandervilt quería escapar por la parte trasera del edificio de la empresa, corrió hacia donde estaba el sexagenario, y vació un balde de pintura roja sobre él. El grupo que se encontraba en la oficina de la universidad vio con total asombro cómo el video continuaba reproduciéndose, mostrando el caos que se produjo después de que el manifestante arrojó la pintura.

William Vandervilt estaba rodeado por personal de seguridad, que trató de mantener a raya a la multitud enojada. El video terminó abruptamente, dejando atónitos a todos los que se encontraban en la universidad.

—Eso es una locura—dijo Melissa, rompiendo el silencio de pronto. —No puedo creer que alguien haya hecho algo así.

—No apruebo la violencia, pero puedo entender la frustración de ellos— dijo Rachel. —NorthStar Energy ha estado causando mucho daño al medio ambiente y a las personas de muchos pueblos a lo largo y ancho del país. Este tipo de protesta es solo un síntoma de un problema mucho mayor.

—¿Entonces, qué hacemos ahora?— Bobby preguntó, mirando fijamente a Rachel.

—Tenemos que seguir recopilando pruebas y usarlas como podamos para presionar a NorthStar Energy— respondió la abogada —Tenemos que asegurarnos de lograr que ellos comprendan la gravedad de la situación y que no vamos a retroceder hasta que asuman la responsabilidad de sus acciones

—Pero, ¿qué pasa con las grabaciones?— preguntó Samantha. —¿Realmente vamos a revelarlas ante  la prensa?

—Esa es una decisión que tendremos que tomar como grupo—dijo Rachel. —Tenemos que sopesar los riesgos y beneficios de hacer algo así. Pero incluso si no hacemos publicas las grabaciones, aún podemos usarlas para negociar un acuerdo que nos convenga. El punto es asegurarnos de que NorthStar Energy sepa que tenemos pruebas y que no tenemos miedo de usarlas

El grupo asintió con la cabeza y Rachel siguió diseñando un plan de acción. Estaba claro que tenían un largo camino por delante, pero estaban decididos a llevarlo a cabo. Mientras hablaban, la protesta afuera de NorthStar Energy continuó, con más personas uniéndose y levantando más pancartas.

Era una pequeña señal de esperanza: una señal de que la gente estaba dispuesta a enfrentarse a las poderosas corporaciones que se habían estado aprovechando de ellos durante mucho tiempo. Y mientras el grupo en la oficina de la universidad continuaba planeando su próximo movimiento, sabían que eran parte de algo más grande que ellos mismos. Eran parte de un movimiento, un movimiento por el cambio, por la justicia, por un futuro mejor. Y estaban dispuestos a luchar por ello.

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