Mi-suk.

Con la compañía de las personas que quieres el tiempo se va muy rápido, luego 2 años de cárcel salí de prisión. Afuera me esperaban Chleo, Niki, Mariah y Mi-suk.

Mi-suk es la hermana menor de Chleo, tiene 17 años.

Cuando las vi, corrí hacia ellas y los unimos en un gran abraza, excepto Mi-suk... Ella estaba parada allí viendo.

—No me vas a presentar a tu amiga —dice la hermana de Chleo mientras me mira fijamente — Chleo, que maleducada eres.

—Nelly —me dice Chleo mientras señala a su hermana —, ella es mi hermana menor, se llama Mi-suk.

Naturalmente, le doy la mano a Mi-suk.

—entonces —se acercó a mí oído para preguntarme —, ¿Quemaste a un chico vivo?

—¡Mi-suk! —le grita Chleo con enojo.

—eres muy curiosa —le dije acercándome a su oído —, demasiado diría yo.

—no lo sé, pero todo de ti me parece curioso.

—ese chico se lo merecía.

—entonces, ¿si es verdad?

—no lo voy a negar, sí le hice eso a ese joven y no me arrepiento para nada.

Aunque lo dije para intentar asustar a Mi-suk, ella no parece asustada, al contrario, Mi-suk se acerca a mi oído y me susurra.

—felicidades —me dijo con una mirada perturbadora —, esa es una de mis más grandes fantasías.

Luego Mi-suk se aleja un poco pero no aparta para nada la mirada de mí, en ningún momento.

Ahora vamos de camino a la casa del mentado Padre de Chleo y Mi-suk.

—perdona a mi hermana —me dice Chleo avergonzada —, no es una persona normal.

—ya me di cuenta —le contesté —de hecho, ¿recibe ayuda psicológica?

—le atraen las cosas relacionadas con crímenes, homicidio y ese tipo de cosas, pero jamás ha hecho algo malo así que... No.

—es bastante curiosa.

—pues está en esa etapa en la que uno es bastante rebelde.

—es completamente normal eso.

Decidí no decirle a Chleo lo que me dijo su hermana menor.

Poco después llegamos a la casa del padre de Chleo y Mi-suk.

—no mamen, está es su casa —dijo Mariah con asombro.

—de mi padre de hecho —le responde Mi-suk

—por eso, pues si es de él también es de ustedes, no?

—podría decirse que sí —responde Chleo —. Entremos.

Entramos a la casa y por dentro es mucho más linda que por fuera.

Mi-suk continúa muy cerca de mí todavía y al parecer quiere saber más sobre mí.

—me dirás que soy demasiado curiosa nuevamente si te pregunto algo? —camina lentamente para acercarse más a mí —, es que me tiene muy intrigada.

—¿por qué algo en mi te Intriga? —le pregunté.

—¿a quién no le intrigaría saber la historia detrás de esa cicatriz cerca de tu ojo? Bastante cerca.

Chleo me llama para darme un recorrido por la casa, pero creo que me quedaré un rato hablando con Mi-suk.

—dame unos minutos e iré —le dije.

—está bien, creo... Mi-suk mucho cuidado con lo que dices eres demasiado imprudente.

—tranquila, voy a cuidar mis palabras.

En cuanto Chleo sale de la sala Mi-suk se levanta y toma una botella de Vino de una mesa.

—¿No se te antoja un poco? —pregunta mientras me muestra la botella de vino.

—no deberías beber.

—¿Quieres o no?

—sí, si quiero.

Mi-suk sirve dos copas de vino, ambas bebemos un poco.

—entonces, me dirás?

—yo tenía un profesor al que le gustaban las muñecas... Las coleccionaba, las vestía y jugaba con ellas.

Bebo un poco más de vino.

—las muñecas que él coleccionaba tenían un toque de... Inocencia —continúe.

—empiezo a entender.

—nunca me gustaron las muñecas, así que no quería hacer parte de esa colección... Pero el así lo quería, el tenía el control...

Bebo más vino.

—así que —continuó —, cuando me negué a ser parte de su colección decidió marcarme para siempre, para que a mí me quedara claro que estaba bajo su poder y control... Yo era la única de las muñecas con una marca.

—¿Odias a los hombres? —me preguntó.

—No te voy a mentir, sí, por qué?

—porque sería algo que tienes en común conmigo.

—¿y tú por qué odiarías a los hombres?

—no es que los odie. Para mí los hombres son como el estudio y las mujeres como el dinero.

—explicate.

—odio el estudio pero me fascina el dinero.

Entendí perfectamente esa referencia, esa niña no tenía pelos en la lengua.

De repente se escuchan pasos, así que Mi-suk esconde el vino. Se acerca a mí y me dice.

—no le hables muy de cerca a mi padre —me dice Mi-suk acercándose a mi oído —, digo por el vino.

El padre de Chleo era el embajador de Corea en este país y era dueño de una gran cadena de hoteles, un hombre con mucho dinero y contactos. Parecía amar mucho a sus dos hijas, las trataba bien pero a su esposa casi no, era como un cero a la izquierda, era como si solo estuviese allí para dar una imagen, solo hablaba con sus dos hijas y sólo un poquito con otras personas.

—chicas —dice Chleo —es hora de que conozcan a mi padre.

—nuestro —agraga Mi-suk.

—ya todos sabemos eso —le dije —. No tienes que decirlo.

—solo quería aclarar.

—¿bebiste alcohol? —pregunta Chleo de repente.

—tal vez si, tal vez no.

—sabes lo que nuestro padre opina del alcohol.

—mi papá no tiene ni el más mínimo derecho a decirme eso.

—no empieces.

—uh um —interrumpe Niki.

En la habitación entra un hombre vestido muy elegantemente, con buen porte, se nota que es una persona muy importante.

Park Joong-hee: están listas para viajar?

—¿viajar ahora? —pregunté.

—Claro —me responde Chleo.

—pensé que tomaría más tiempo.

—mi papá es un hombre al que no le gusta perder el tiempo —se agrega Mi-suk a la conversación —no deberían preocuparse por el hospedaje, la ropa o la comida —mira a Chleo —, estoy segura de que Chleo ya lo tiene todo listo, después de todo mi papá le corre como un perro.

Mi-suk sale de la sala y se dirige a su cuarto.

—van a pasar la noche aquí —nos dice Chleo —, mañana viajaremos a México donde el papá de Mariah e intentaremos buscar información sobre su madre.

—parece que no te llevas muy bien con tu hermana —le dije cuando estábamos ella y yo solas.

—nunca le he caído bien, piensa que he venido a tomar su lugar o algo así.

—es completamente normal.

—pero yo siempre la voy a cuidar y esa es otra razón por la que me odia.

—¿y eso por qué?

—no le gusta que la cuiden, ella cree que puede enfrentarse al mundo sola.

—no es un pensamiento tan malo, después de todo es bueno ser independiente, no?

—tal vez.

La noche empieza a pasar, ya estamos durmiendo. Mañana tendríamos un viaje largo así que la mañana siguiente las chicas estamos arreglando algunas cosas.

—¿cuándo vas a decírselo? —le pregunta Chleo a André.

—¿a qué te refieres?

—¿vas a seguir ocultandole a Nelly que tienes cáncer?

—no soy capaz de decírselo, no quiero que se preocupe por mí.

—se va a dar cuenta que estás usando una peluca.

—si se da cuenta de eso se lo diré, mientras tanto no... Es mejor así, ella está bastante preocupada por sus asuntos personales, para qué martilizarla más?

—no siento que sea correcto mentirle.

—a veces es necesario.

Margaret: Chleo —interrumpe Margaret —podrías darme un momento a solas con mi hija?

—claro señora.

Chleo sale de la habitación para dejar que André pueda hablar con su madre.

—no entiendo cuál es tu afán de estar cerca de estas delincuentes.

—mamá, por favor, no empieces.

—¿por qué quieres ir con ellas? Podríamos hacer otras cosas tú y yo, como madre e hija.

—¿todavía no lo has entendido? Mamá, sabemos que me queda muy poco tiempo.

—no, no digas eso mi amor.

—sabes que es así, quiero que mis últimos días sean junto a ti, pero también junto a Nelly, mamá, la necesito, necesito a Nelly en mi vida. La única manera en la que yo podría irme completamente feliz de este mundo es esa, no hay ninguna otra. Tiene que ser así, porque yo la amo mamá, y no, yo no estoy hablando de un amor de hermanas mamá.

—¿de que estás hablando? Cómo está eso de que te gustan las mujeres?

—no deberías sorprenderte, nunca he tenido novio, jamas he mostrado interés por algún chico.

—pensé que simplemente no querías tener una relación, eres joven.

—pues no sé mamá, la quiero, quiero que esté a mi lado, eso es todo, por favor apóyame solo por esta vez, hazlo como si fuera mi última voluntad. Por favor, por favor.

—lamento mucho interrumpirlas —entra nuevamente Chleo a la habitación —pero es que ya tenerlos que irnos.

—ya vamos —responde André, antes de mirar a su madre con una mirada suplicante —vamos —le dice mientras le ofrece su mano.

Toma a su madre de la mano y empiezan a caminar.

Unos minutos de viaje después estamos en el aeropuerto.

—Chleo, te veo un poco preocupada, que sucede? —pregunta Niki.

—siento que la relación entre Nelly y Mi-suk no es buena.

—sus personalidades se complementan muy bien, su odio desmedido por los hombres —se detiene un momento—... Sí, juntar a esas dos chicas no parece muy bueno.

Mientras tanto, Mariah y André también sostenían una conversación.

—¿como vas a hacer para encontrar a tu madre? —pregunta André —no sabes nada de ella.

—mi papá me lo va a decir, no voy a permitir que lo siga ocultando, no es justo, debo conocer a mi madre, debo recuperar todos los momentos que no he vivido con ella.

En ese momento se hace el llamado para abordar el avión.

Terminé sentada al lado de André y su mamá, Chleo al lado de Mi-suk y Niki al lado de Mariah.

Empieza el viaje y Chleo empieza a hablar con su hermanita Mi-suk.

—¿Mi-suk? —dice Chleo tratando de hablar con su hermana.

Chleo no recibe una respuesta.

—Mi-suk sé que estás despierta.

—¿qué quieres? —le responde Mi-suk luego de darse la vuelta para mirarla.

—¿qué intenciones tienes con Nelly? ¿Por qué la fascinación con ella?

—¿hay algún problema con que ella y su historia me parezcan interesantes?

—¿te gusta?

—pues la verdad sí, me llama mucho la atención, ¿por qué? ¿Tienes celos? ¿Te gusta también?

—Nelly es mi hermana, no siento nada por ella más que un amor de hermandad.

—ay por favor, eso de que son hermanas es algo que inventaron cuando eran niñas, pero no es así, no lo son. Así que no sería malo que te gustara tu hermana.

—no conoces la historia, no puedes opinar, no lo entiendes, tú no sientes afecto por nadie.

—entonces, por qué te afecta tanto que ella me guste?

Chleo solo se da la vuelta y decide terminar la conversación.

—¿Nelly? —estaba quedándome dormida pero André me llamó.

—dime.

—quiero preguntarte algo.

—claro dime.

—si te dijeran que tienes pocos años de vida, que harías?

—darle gracias a Dios... Acabaría con mi sufrimiento, pero si es un año, volvería a ser una niña.

—¿una niña?

—me refiero a volver a disfrutar mi niñez, sin miedos, sin pensar, volver a bailar, ir a ese bello lugar que solo Chleo y yo conocemos. Por qué preguntas?

—sólo me surgió esa duda.

—¿estás bien? Verdad?

—sí, estoy bien. Cambiando de tema, si te pido que me lleves a conocer ese lugar del que tanto hablas, me llevarías?

—por supuesto que sí, a Chleo no le molestaría.

—¿crees que ese lugar todavía exista?

—eso espero.

Al salir del aeropuerto estamos muy fascinadas, pero, ¿quién no estaría emocionado y asombrado por la belleza y cultura de ese país? Es obvio que lo que más nos fascinó fue la comida.

—es por esto que insistí en venir —dice Mi-suk —. México es muy bello. Latinoamericana es muy bella. Al igual que sus mujeres –agrega mientras me mira de forma algo sospechosa.

—mi papá está aquí — dice Mariah llena de emoción —está viviendo con mi abuela, dijo que vendría a recogerme.

Aparece un carro bastante viejo pero muy bien cuidado.

—puedo reconocer ese sonido donde sea —dijo Mariah con una sonrisa.

Un hombre se baja del auto.

—¡papá! Papá, estoy aquí —levanta los brazos y grita para llamar su atención.

—hija mía —corre a abrazarla.

Ellos se dan un cálido abrazo mientras las demás solo observamos.

—me gustaría que mi padre fuera así conmigo —me dice Mi-suk.

—a mí me gustaría que mi padre estuviera conmigo —dije yo.

Mariah se acerca tomando a su padre de la mano.

Mariah: chicas, el es mi padre, Gustavo.

Gustavo: para mí es todo un placer conocerlas.