HERIDAS
Me encuentro en mi mejor momento estudiando en la universidad, soltera, sin nadie que me fastidie y me diga que hacer y que no. Amigas, "las mejores que una chica pueda tener, más que amigas me atrevería a llamarlas hermanas".
Hija única de una pareja muy tradicional, soy la típica hija de papi, la niña de sus ojos. Aunque tenemos un carácter muy fuerte siempre podemos llegar a un acuerdo que beneficie a todos.
Mi nombre es Bárbara Villanueva, (me gusta que me digan Barbie) tengo 21 años de edad. Soy todo lo opuesto a las muñecas Barbie, tengo el pelo castaño oscuro, piel trigueña, ojos color miel y mis medidas no son precisamente del modelo estándar.
1.54 de altura, delgada con cintura de guitarra. Toda mi vida hice actividad física, mi madre, una de mis mejores amigas es todo lo opuesto a mí. Me parezco más a mi padre salvo que mide casi 1.90, mi madre es bajita como yo, pero tiene el pelo negro y unos ojos verde esmeralda.
Pero no todo en mi vida es color de rosas, me costó mucho llegar hasta donde estoy. Es un fastidio que en la vida siempre existan personas con mala voluntad y dedicada a lastimar y de ser posible, a destruir todo a su paso, ya sea por falta de luz o por envidia quizá.
Odio las injusticias, no puedo quedarme callada ante algo que veo o siento que está mal. Nací bajo el fuego de Aries que es mi signo zodiacal, quizá eso les ayude a entender un poco más mi peculiar forma de ser. Soy todo lo opuesto a la clásica mujer sumisa que obedece sin hacer preguntas.
Crecí con mi abuela paterna en un pueblo muy alejado de la ciudad, ya que según mis padres no me faltaría nada y tendría un lugar sano para crecer sin la malicia de las zonas urbanas. Por cuestiones laborales y constantes viajes de ambos fue la mejor decisión, tenía todo, pero no los tenía ellos.
Apenas tenía 8 años de edad cuando me llevaron y entre lágrimas y abrazos nos despedimos con la esperanza de que sería por poco tiempo hasta que se organicen. Lo cierto era que mi padre impuso su voluntad para quedarme con mi abuela, quién recibía una gran suma de dinero de manera mensual por cuidarme. Prefería eso a dejar que me crie una extraña.
Madre: Cariño, sabes que no confío en tu madre. ¿Por qué mejor no dejamos que la niña se quede y contratamos una nana?. Yo podría seguir cuidándola y ayudándola con las cosas de la escuela como siempre lo he hecho.
Padre: ¡Ya tomé la decisión y no acepto quejas! Prefiero que esté con mi madre, a que se la pase con una desconocida que sabrá Dios qué mañas se le pegarían de ella. No confío en las nanas o las niñeras.
Madre: ¡Por favor cariño, tengo un mal presentimiento! Siempre te apoyo y digo que si a todo. Apóyame tú a mí en este momento. No quiero estar lejos de mi hija.
***Carlos entiende y le duele ver a su amada sufrir por no poder cumplir su sueño de ejercer su carrera de Psiquiatra, sabe todo el esfuerzo que les llevo terminar sus carreras. Se habían casado muy jóvenes y en contra de la voluntad de su suegro. Carlos viene de una familia de médicos de alto prestigio y Virginia era la única hija de un gran empresario dedicado a líneas hoteleras en el Caribe y el mundo.
Jamás permitiría que su única hija se case con un estudiante de medicina insignificante, hizo de todo para separarlos pero no pudo. Su amor era más fuerte que se escaparon juntos y gracias al apoyo del difunto padre de Carlos pudieron salir adelante, casarse y terminar sus carreras universitarias.
La madre de Carlos una mujer soberbia que se creía de la alta sociedad nunca aprobó esa relación. Pensaba que Virginia era una cualquiera por escapar de su casa tras un hombre. Nunca se lo mostró a su hijo, pero la odiaba y la trataba mal cuando él no estaba.
(Virginia jamás se lo contó a Carlos por miedo a perderlo). Años pasaron y formaron una familia, Carlos pasaba días en el hospital porque la medicina es una carrera muy demandante. Virginia renunció a todo por su hija, estaba feliz aunque se sentía muy sola.
Al ver todo eso Carlos toma la decisión de llevar a la niña con su madre que para él era una mujer de grandes valores, quién desde que quedó viuda estaba sola en aquel lugar. Creyó que sería buena idea tener a su nieta cerca. Así su amada podría trabajar con él y la tendría más cerca, irían en sus tiempos libres a ver a su hija***
Bajamos del auto y veo a una mujer mayor que se mantenía muy bien para su edad. Mi madre me abraza y me aprieta en su pecho en señal de no querer dejarme en ese lugar, yo la abrazo también.
Barbie: Mami ¿cuándo vendrás por mí?
Madre: En cuanto las cosas y los problemas se solucionen linda, tú no te preocupes. Todo va a estar bien.
Padre: No te angusties mi amor, en cuanto nos instalemos vendremos a visitarte y a hacer las cosas divertidas que tanto te gustan.
Barbie: Está bien, los amo.
Y nosotros a ti cariño. Se abrazan y entran a la casa.
Abuela: Hola mi chiquita, ¿cómo estás, princesa? Ya tengo reservada una habitación solo para ti. Te prometo que vas a estar más que bien y nos haremos compañía.
Barbie: Gracias Abue.
Veo que mis padres se marchan y mi corazón me aprieta, siento ganas de salir corriendo, de llorar, de gritar, pero algo en mí me dice que no lo haga. Por dentro siento que mi mundo se vino abajo, pero por fuera, nadie sospecharía de que estoy sufriendo.
Mi abuela me da un fuerte abrazo y me lleva a conocer mi habitación, podría decir que estaba feliz de verme y de compartir su soledad conmigo. El tiempo pasó y mis padres venían cada 15 días por un par de horas y se iban, viajaban por cuestiones laborales o se la pasaban en el hospital o en las clínicas.
Tenían varios pacientes que atender, ya pronto empezarían su emprendiento y necesitaban dinero para montar sus consultorios, así tendrían más tiempo y podría volver a casa con ellos.
Mi abuela conoció a un hombre mucho menor que ella, se enamoraron y lo llevó a vivir en la casa. Desde ese día mi vida cambió. Nunca más volví a dormir con la puerta sin seguro.
Tenía 11 años cuando una noche en la oscuridad sentí unas manos que me acariciaban las piernas y se dirigían en medio de ellas. Me desperté y estaba él, el marido de mi abuela.
Félix: Ssshhh no digas nada, solo venía a acomodarte la ropa de cama. Hace frío y te puedes enfermar.
Barbie: Por favor señor salga de mi cuarto!
Abuela: Que está pasando aquí?
Félix: Solo vine a arropar a la niña quien en vez de agradecérmelo me está echando como si fuera un perro. Eso me pasa por buena gente. Creo que mejor me voy a dormir.
Barbie: Eso no es verdad. Por favor abuela tienes que creerme. Él no es quién dice ser...
No terminé de formular la oración cuando siento que me arde la cara, y me caigo al suelo. La mujer a la que le había tomado cariño me acaba de dar una cachetada. No sé si me dolía más el golpe, o que no me creyera lo que le estaba diciendo.
Abuela: No te permito que hables así de Félix que lo único que ha hecho desde que llegó a esta casa es estar pendiente de nosotras. La próxima vez que vuelvas a insinuar algo como eso vas a ver como te va.
Félix que miraba desde la puerta, me mira con ojos de lujuria y una malvada sonrisa se dibuja en su rostro, sentía asco de solo verlo y recordar que me estaba queriendo hacer quién sabe qué cosas. Por primera vez en mi vida sentí miedo.
Abraza a mi abuela y se marchan de mi cuarto azotando la puerta. Me dirijo al baño, sentía tanto asco, tanto miedo, me sentía molesta. Maldije a todos hasta a mis padres por no estar aquí.
Sentía que todo estaba mal, en ese momento solo quería morir. Me metí bajo la ducha, sentía que el agua me limpiaba de aquellas manos que invadían mi privacidad. En la escuela me iba mal, tenía compañeras que me trataban mal, me pegaban, me ponían goma de mascar en el pelo y se burlaban. No tenía amigas, me llevaba mejor con los varones y pareciera ser que eso las enfurecía más.
Bajo la ducha lloré, por todas las veces que me sentí mal y no se lo decía a nadie, ni siquiera a mis padres. Sentía que necesitaba sacar todo eso que tenía dentro. Recordaba las palabras de mi madre que siempre me apoyaba en su pecho.
Flashback
Está bien mi amor, llora, saca todo lo que te duele, libérate, que yo siempre voy a estar aquí para ti. No estás sola. Llora, no es malo llorar, alivia el alma. Te amo.
Fin de flashback
Entonces lloré, como nunca antes había llorado, como si no hubiera un mañana. Abrazando mis piernas bajo el agua que caía sobre mí. Deseando con todas mis fuerzas que todo esto solo sea un mal sueño.
Barbie a los 11 años
Barbie a los 21 años
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Updated 60 Episodes
Comments
Mabel Suarez
No me gusta siempre la mujer es sometida,acosada ,maltratada.
2024-09-30
0
Marina Estefana Hernandez
es linda
2023-12-30
0
Alias Mendez
Me gusta
2023-04-02
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