relato parte 8: adiós a ese mundo.

La vida es una loca, una persona sin la mínima cordura, capaz de clavarte un tenedor en la mano si intentas doblegarla, y yo tengo varias heridas de tenedore en las manos.

Los días en ese planeta transcurrieron como una gripe molestosa y lenta, el aburrimiento a veces me frustraba, estaba sólo, ni con quién desquitarse, entrenar cada vez se volvía más complicado, no tenía avances, me encontraba en un tope, claro era que no tenía alcance a materiales nuevos, y eso me irritaba, tampoco nadie venía a ese maldito lugar, cuando quería que alguien viniera nadie se acercaba, pero que tal ese día que llegue por primera vez a ese maldito sitio, apareció un estúpido tipo monstruo, por eso digo que la vida es una perra que nos hace pasar por su comedia.

Cazar pequeñas criaturas era mi forma de vaciar mi estrés, ponía a prueba métodos de caza, la percepción de olfato, atacar a una criatura utilizando la dirección del aire, se preguntaran cómo es eso, es simple, cuando la presa siente la presencia de su depredador por medio del olfato, esta huye, pero el aire viene en una dirección y esta lo siente, y para que yo pueda atacarla debo llegar en el lado contrario donde sopla el viento, así cualquier criatura no sentirá mi olor, bueno en teoría, ya que siempre hay seres con el olfato o la visión muy desarrollados.

Ese y varios métodos de caza utilizaba. Se preguntaran que ropa utilizaba durante mi estancia en ese planeta ¿verdad? Bueno en realidad al principio estaba desnudo todo el tiempo, por qué la piel de las criaturas de ahí eran difíciles de tratar, duras y tediosas, por eso intente hacer uso de mis habilidades creando ropa con hilos muy finos, para variar era una réplica de la forma en cómo hacen la tela, que son hilos entrecruzados de un material orgánico como el algodón.

Ya que eran de un material orgánico se me complico, ya que tuve que buscar el material más parecido al algodón, la materia orgánica era difícil de crear también, pero al final tuve éxito y genere ropa y calzado, creo que ya los aburrí con mis explicaciones, la cosa es que ya no estaba desnudo, mis partes ya no estaban al aire, la verdad me daba miedo que se engancharan en alguna espina o que algo mordiera mis apreciadas joyas.

Recolectar agua era difícil, no lluvia para nada, por esa razón tenía que tomar la sangré de mis presas, la idea de hacerlo no me gustaba, ni por que tuviera recuerdos cruzados del rey, era obvio que no cambiaba el hecho que aún tenia rasgos humanos. La sangré no sabía tan mal después de todo, con sed cualquier cosa deja de ser menos desagradable, morir de inanición no estaba en mis planes, pero ansiaba comer comida de humanos, lo deseaba con todo mi ser, eso y el sexo.

Si se preguntan ¿como me limpiaba cuando iba al baño? La respuesta es simple, creaba papel, como tenia conocimiento de la textura y grosor era muy fácil, bueno la verdad es que me tomo varios intentos replicarlo, algunas veces no era un papel muy fino y esto me causaba rozaduras, lo bueno es que sanaba muy rápido, mi regeneración era maravillosa, no era necesario una pomada, seguro les da risa, pero es la realidad.

Bueno, creo que ya contaré el final de como salí de ese mundo, es algo cómico, estaba en el baño, y cuando me refiero en el baño significa que estaba en medió de la nada haciendo mis necesidades fisiológicas, cuando una niebla apareció como a doscientos metros, tuve que limpiarme tan rápidamente como pude, y salí corriendo con los pantalones a la mitad de mis piernas, trataba de subirme el pantalón en el transcurso del camino, por un instante casi no llego, tuve que aventarme hacia la niebla cómo jugador de béisbol hacia la base.

Otra vez sentí mi cuerpo flotar, la oscuridad por doquier, estaba siendo regresado donde me habían raptado, por fin iba a poder comer algo rico, retomar mi vida, ya no estaba muriendo, y eso me daba felicidad. Llegue al planeta tierra, pero no cerca de mi casa o a unas calles, mí nueva ubicación era en otro estado de mi país, “ya que”, me dije, total ahora estaba en mí planeta, no me desanime, había vivido cosas peores cómo para afligirme por pequeñeces, pedí aventones, varios aventones, pero al final llegué a mí casa, bueno ya no era mi casa, ya vivía alguien más, mis cosas habían sido arrojadas a la basura, buenos eso dijo la casera, pero seguro se los quedo ella, ahora era un vagabundo.

Pedir limosnas era lo único que podía hacer o buscar un empleo, y como no tenía papeles para solicitar un trabajo tuve que pedir limosnas, estaba sentado en el suelo con una lata en la mano, ya tenia unas monedas en mí latita, cuando dije "que pendejada estoy haciendo si yo puedo crear dinero”, de verdad que me pasé, me levanté del suelo y corrí hacia un callejón ahí tome la moneda de más valor y la multiplique, claro que me tuve que concentrar para darle el diseño exacto a la real, ahora ya tenía dinero, eran en monedas pero era dinero, llene una bolsa que cree con la tela que yo hacía, lo primero era comprar ropa, y eso hice, la chica de la tienda de ropa se quedó boquiabierta cuando le pague con monedas, también me pregunto por que vestía así, es que la verdad la ropa que creé no era de un diseñador o un sastre, era simple y no bien hecha.

Lo segundo que hice fue ir a comer una rica hamburguesa, al verla en la mesa mi boca ya estaba secretando saliba, se veía tan apetitosa, y al sentir los sabores en mi lengua fue el éxtasis, una combinación de sabores adictivos, me comí tres de ellas, por fin había probado de nuevo ese maravilloso sabor, después de terminar mi última hamburguesa continúe mi día en busca de un hotel donde era económico para pagar con monedas, en un día ya tenía de nuevo donde dormir, comida y ropa, lo demás es se volvió más fácil cuando después de muchos intentos pude replicar billetes idénticos, un clon, tan parecido que no sabrías cual es falso.