relato parte 7: una buena bienvenida.

Me lleve una sorpresa de bienvenida, alguien esperaba mi visita, son de esas veces que uno piensa que no hay nadie cerca de ti y solo te confías, pero el desgraciado estaba oculto donde no me lo pensaba, estab debajo de la tierra, no sabría decir cuanto tiempo llevaba ahí, tal vez sólo estaba durmiendo y despertó de la nada, no creó haber hecho un ruido o sonido capaz de despertarlo o cabía la posibilidad de que el sintiera mi presencia, bueno, eso no lo se.

El día era muy soleado, eso ayudaba que sus escamas brillaran con gran intensidad, todo su cuerpo estaba cubierto por miles de escamas como diamantes, estas eran hermosas a la vista, pero el gran hocico lleno de colmillos borraban el deseo de continuar viendo aquella belleza de la naturaleza, una mirada llena de furia era dirigida hacia mí, como dije antes no creo haberlo despertado, pero esta cosa estaba lleno de una irá, había salido de la tierra, literalmente salió de la tierra, yo retrocedí de inmediato al sentir el movimiento de la tierra, la imagen de esa criatura era descomunal como un edificio, y esto me dejo boquiabierto, era sin duda un dragón, uno como los que salen en las películas de fantasía, pero este no era tan fantástico para mí, ya que me crearía un gran lío.

No se dio el tiempo de hacerle una charla y tampoco creo que hablará, esa cosa al verme me atacó de inmediato, abrió su hocico y emano todo su aliento de fuego contra mi ser, aquel movimiento fue tan rápido y de un radio tan amplio que en vez de huir por lo rápido que fue solo me dio tiempo de crear una burbuja de metal, pero aquellas llamas fueron de una temperatura altísima que comenzaron a fundir el metal en segundos.

Estaba en un problema, sabía que estas criaturas eran seres muy peligrosos, causaban muerte y destrucción a su paso, eran temidos incluso por los seres de este mundo. No tenía de otra, debería pelear, pero esto me emocionaba, ya tenía tiempo que no me sentía con este sentimiento, la lucha iba a ser difícil pero la disfrutaría en cada golpe que encestara.

Mi burbuja de metal se derretía, no podía continuar ahí, así que me escabullí por la tierra, haría lo mismo que aquella criatura, la tomaría descuidada, pero yo iría desde otro ángulo, escarbe en la tierra como un topo pero utilizando un taladro de metal que yo genere con mi poder, salte a la superficie, detrás del dragón, y cree en el aire una espada para rebanarle el cuello, tome todo el impulso que mí cuerpo pudo ejercer, la velocidad y la fuerza de mi golpe sería mortal, el filo de la espada solo rozaría el cuello de la bestia y la cabeza de esta caería al suelo rodando como una pelota, así de sencillo.

Pero no fue así, el filo de mi espada se partió a la mitad, se rompió, resulta que las escamas de esta criatura eran más duras que el metal que yo controlaba, la bestia ni se inmutó por el ataque, su rápido reflejo de ella superaron al mío, ya que me dio un golpe con su cola arrojándome por los aires, tal vez porque estaba aún asombrado de lo que paso es que me descuide y ella aprovechó a golpearme, o solamente fue más veloz que yo.

Me retorcí en el suelo árido, solo un par de segundos ya que aquella cosa se acercaba hacia mí con una gran velocidad, se veía que no perdía ni una de las oportunidades, no se la deje tan fácil, sabía lo que iba a ser o más bien lo intuía instintivamente, salte por los aires justo antes de que escupiera fuego, caí sobre su lomo, era mí gran oportunidad, mí momento, asimile el material de su escama, ahora yo también tendría un escudo tan fuerte o más que el, y un arma capaz de hacer frente a su protección.

El dragón al sentir que me encontraba en su espalda dirigió su aliento hacia su lomo, pero aquel movimiento era muy lento, ya que mi espada estaba tocando la superficie de sus escamas, un segundo después su cabeza estaba tirada en el suelo, su boca toda vía dejaba salir pequeñas chispas como si se tratara de un encendedor con poco combustible.

Aquella escena me dio tanta risa, que estuve riéndome un buen rato. La pelea me generó hambre, y no iba a desaprovechar un almuerzo gratis, ya la carne había llegado, solo hacía falta filetearla y cocinarla; me quedo muy rica la carne frita de dragón, utilice algunas especies que recolecte de la selva, y con mi poder hice un sartén, fácil y rápido.

Ya lleno retome mi viaje y guarde algo de carne para llevar, en la cena volví a comer un delicioso platillo de carne de dragón, y como ya era de noche cree una casa de campaña con el material de escama de dragón, antes lo hacía de metal pero ahora este era el más fuerte y debería utilizarlo para adaptarme a su uso, aunque también lo utilizaba porque la casa de campaña de ese material me daba más protección, nunca se sabe que pueda aparecer, siempre se debe de estar prevenido.

Comí bien, ahora dormiría agradecido por la cena, solo me quede pensando en el desperdicio de carne, aquel monstruo era muy grande, no entendía como es que podía matar a una cosa así, realmente era increíble.