Que tan importantes son los recuerdos, estos nos hacen ser lo que somos, influyen en uno, crean sentimientos de felicidad, odio, tristeza, dependiendo de sintieras al momento de crear esos recuerdos, un recuerdo puede incitar sentimientos al usuario con solo recordarlo, nadie más puede robarnos los recuerdos, nadie más puede apoderarse de ellos, o eso es lo que piensan lo seres humanos, solo podemos imaginar adueñándonos de los recuerdos de los demás, pero que trae consigo arrebatar tales recuerdos.
Algo no estaba bien, sabía que no era el mismo, no solo físicamente, era mi mente la que se encontraba más alejada de mi antigua personalidad. Mis pensamientos ya no eran iguales, algo era totalmente diferente, y la razón de eso eran la mezcla de recuerdos y mi sangre combinada, biológicamente ya no era el mismo, mi ser había mutado o evolucionado a un nuevo ser, mis ideas se podían diferenciar a las anteriores que hubiera tenido antes, el miedo o desesperación desaparecieron, mi mente estaba en calma, y eso me daba la oportunidad de asimilar los recuerdos latentes que estaban mi cerebro.
Era impresionante, aquel ser que pertenecía la sangre que me había transformado, era perteneciente del antiguo rey que una vez habito en este mundo, él vivió hace cientos de años, casi 3 mil años diría yo, no era un demonio o monstruo cualquiera, era el más poderoso que hubiera existido.
Ni siquiera existía un trono o un reino, todos los seres de este mundo eran orgullosos y no dejaban que nadie los doblegara, preferían morir antes de hacer eso, pero todo cambió al nacer Ren, un ser extraordinario, capaz de liberar una energía que hacía arrodillar a sus enemigos, este cambió todo eso, creo una nueva era, atrajo seres que lo servían y acompañaron para conquistar todo este mundo, estuvo derrotando clanes y uniéndolos a su ejército, hasta crear su imperio.
Ahora yo poseía esos recuerdos y parte de su personalidad, entendía lo despiadados que eran estos seres, y la razón por la que me encontraba en este mundo, este maldito mundo presentaba un extraño fenómeno, algo inexplicable, solo se que se habrían portales cada cierto tiempo, comenzaban con pequeñas aperturas espontáneas y terminaban con enormes portales que se mantenían abiertos por mucho tiempo, tiempo que les daba a estas criaturas de entrar y salir; durante ese tiempo destruían todo el mundo que encontraban, se divertían matando a cualquier ser vivo que existiera del otro lado del portal.
Había adquirido información, entendía que ahora ya nunca jamás volvería a la normalidad, estaba lejos de ser llamado humano, una nueva personalidad habitaba mi mente, mis pensamientos eran distintos, todo era culpa de la sangre que corría por mis venas.
“aah, funcionó, no esperaba esto" dijo aquella criatura con su maldita sonrisa de lado a lado.
Ahora podía entender su leguaje, todo era gracias a los recuerdos que yacían en mí, los recuerdos eran información, información que en este mundo era vital, entendía la felicidad de este sujeto, yo era una especie de experimento que había tenido éxito, aquel monstruo había cumplido su objetivo de recrear al antiguo rey, ya que este era el ser más poderoso que alguna vez existió, aunque yo no estaba a su nivel aún, era débil, como un recién nacido.
“debo de ocultarte, si alguien se entera de esto mi cabeza rodara” dijo aquella cosa, se notaba su felicidad pero también su preocupación.
Era obvio, que tuviera miedo, seguramente su rey estaría disgustado si supiera que alguien de mi especie tenga la sangre de su antiguo rey. Entendía el lenguaje de este ser, pero no quise iniciar una conversación, mi plan era dejar que me pusiera en un lugar y que el se fuera, para que yo pudiera escapar sin que nadie se diera cuenta.
Tal y como lo había planeado, aquella criatura me había dejado en un cuarto, había cerrado con llave la puerta pero eso no importaba ya que yo tenía un plan, los recuerdos en mi cerebro me decían que podía hacer ciertas cosas, no sabía hasta que cierto grado es que podría hacerlo, pero sin duda tenia alguna habilidad que me proporcionaba la sangre que corría por mis venas.
Al tocar el recipiente de cristal con mis dedos pude acceder a algo que nunca había sentido jamás, pero mi cuerpo no tardo en asimilar tal sentimiento, mis dedos absorbieron la información o la composición del material, ni yo sé exactamente como funciona solo sé que es algo natural en mí, al hacer esto mi cuerpo pudo replicar el mismo material, pude saber que yo podía hacer esto gracias a los recuerdos del antiguo rey.
Ahora podía crear el material y manipularlo a mi antojo, lo primero que hice fue expulsarlo de mi mano como si fuera una mini cascada de vidrio, aquel recipiente se rompió en pedazos, estaba asombrado del ser que ahora era yo, sentía mi cuerpo rebosante de poder, pero no estaba extasiado por este, mi mente lucia tranquila, salte de aquella gigante mesa, al estar en el suelo vi mis piernas, las mismas que habían sido cortadas, ahora mi cuerpo podía regenerarse, ya no era un humano común.
Me dirigía hacia la puerta que media metros de altura, era la puerta más grande que jamás vi, al llegar a ella toque los metales que estaban ensamblados en ella, mi cuerpo otra vez asimilo el material, en eso me concentré para producir una cuchilla gigante para así cortar la puerta, la cuchilla era tan filosa que corto más de la puerta, cosa que no esperaba, una maldita parte de la puerta callo al suelo ocasionando un ruido exagerado, pase encima de la parte caída de la puerta.
Decidí escabullirme por el castillo para poder salir de aquel lugar, corrí por varias habitaciones sin ser descubierto, hasta que llegue a un pasillo, en este me encontré a uno de esos monstruos, tenía que pasar para salir de ahí y no podía estarme escondiendo todo el tiempo o jamás saldría, entonces una parte que no era yo se hizo presente, una que no pensé sentir antes, la idea de matar, el deseo de hacerlo, paso mor mi mente, no solo para sobrevivir, si no para sentir una emoción de placer.
Los músculos de mi cuerpo se contrajeron y después mi cuerpo se movió a una velocidad tan rápida que en menos de unos segundos me encontraba saltando en el aire a metros del suelo, la criatura se percato de mi presencia cuándo yo me encontraba a la altura de su cabeza, pero ya era muy tarde para él, mi mano creo de nuevo una cuchilla gigante de metal, la cuchilla se deslizó sobre el cráneo de la criatura haciendo que la tapa de su cráneo volara, unos segundos después yo estaba en el suelo y la criatura yacía tumbada, chorreando sangre por su cabeza partida, la sensación era exquisita, el placer de matar era sumamente delicioso, matar era tan agradable que me sentía feliz, mi sangré ardía de alegría, este no era yo, esta personalidad era parte del rey demonio que habitaba en mí.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 50 Episodes
Comments
Alicia Salamanca Hernández
me encanta tu novela muchas felicidades autora ☺️
2023-04-01
2