Isabella
Al día siguiente me levanto y veo que estamos llegando a Canadá, me muevo de mi lugar, intentando no despertar a Jeffrey que estaba dormido encima de mi hombro.
Me acerco a la cabina
—Señora, ¿Cómo amanece?. —Me pregunta Wilinton al verme entrar.
—Bien, Wilinton ¿Y tú?. ¿Has dormido?. —Se ve cansado.
—No, señora, recuerde que esto no se puede quedar solo.
—Si quieres descansar, yo te ayudo. —Sabía manejar aviones, ya que mi padre me enseñó una vez.
—¿Usted sabe manejar, Señora? —Está asombrado.
—Sí, mi padre, me enseñó una vez. Y por favor no me digas, señora, me haces sentir vieja.
—Al señor no le gusta que nos pasemos de confianza.
—Pero, eso no es pasarse de confianza, me gustaría algún día ser tu amiga Wilinton, así que no me llames mas señora, por favor.
—Haz lo que te dice, Wilinton. —Nos asustamos con la voz de Jeffrey, se ve bastante mejor.
—¿Cómo amaneces?. —Me pregunta.
—Bien, ¿Tú qué haces levantado?, ¿Cómo estás?, ¿Cómo te sientes?. —Parezco fastidiosa con tantas preguntas aunque me sorprende que sea tan fuerte.
—Bien mi bella, he pasado por cosas peores, tres rasguños no son nada— A veces es tan prepotente.
—Sí, claro, tres rasguños y estabas medio desmayado.
—Claro, pero, eso no quiere decir que fuera grave, solo fue el cansancio de la pelea.
—Sí, claro el cansancio. —Pongo los ojos en blanco.
—En serio mi bella, no hay nada de que preocuparse. —Sé que tiene razón, pero eso no quita que me preocupe.
—Si tú lo dices. —Me dirijo hacia Wilinton.
—Entonces, dejarás que conduzca mientras tú descansas. —Jeffrey me mira.
—Noo, Wilinton nos vamos a estrellar. —Se mofa de mí.
—Sé manejar aviones, de acuerdo. —Soy odiosa, igual que él.
—En dónde, en un teléfono, con esos juegos de aviones, vamos mi bella, este es un avión de verdad. —Me está subestimando y eso me molesta.
—Pues, fíjate que no, mi padre me enseñó, y de paso gane un trofeo por horas de vuelo. —Se sorprende.
—Ah, sí, a ver enséñame ese juego. —A veces es irritante.
—Basta, igual yo no estaba hablando contigo. —Volteo los ojos y dirijo mi mirada a Wilinton.
—Déjame conducir y callarle la boca a este zoquete. —Lo miro con rabia, él se burla de mí.
—zoquete ¿Yo?. —Se burla.
—Sí, tú. —Lo encaro.
—Ya verás que te vas a arrepentir. —Se vuelve riéndose hacia el pasillo del avión, nos deja a solas y se va, Wilinton se aparta del timón direccional, y yo lo tomo comienzo a pilotear el avión, Wilinton se sorprende de que haya sido cierto y me deja sola, en el avión mientras él descansa.
Sigo piloteando cuando entra Jeffrey.
—Wow, es cierto que sabes. —Se sorprende.
—Para que veas que no es en ningún juego. —Sigo molesta por su burla de hace rato.
—Ya lo sé, Isa no sigas molesta, estaba bromeando.
—¿Siempre te burlas de las personas?.
—Sí, siempre me burlaba de las personas, pero no de ti, contigo solo quería hacerte reír.
—Mm ya, bueno, no me gusta que me tomen de burla, ¿De acuerdo?.
—De acuerdo. —Me abraza por detrás.
—Gracias.
—¿De qué?.
—Por abrazarme, estaba tensa.
—Ah, sí, bueno, entonces un masaje. —Comienza a masajear mis hombros.
—Debería yo, de consentirte a ti, no tú a mí. —Se ríe.
—Tienes razón, pero lo harás luego, ahora te ves muy tensa y si puedo quitártelo lo haré.
—Gracias, pero creo que deberíamos dejarlo aquí, por qué luego me relajo demasiado y nos estrellamos. —Suelta una carcajada.
—Después dices que soy yo él que hace bromas respecto a eso.
—Sí, pues ves, no eres el único que puedes bromear un rato.
—Tienes más sentido del humor que yo. —Deja de masajearme y se sienta a mi lado.
—Pues sí. —Coqueteo.
—Eres tan hermosa Isabella. —Dice esto mirándome profundamente a los ojos.
Duramos otro rato así, cuando veo que estamos llegando y comienzo a descender para aterrizar.
Luego de haber aterrizado vamos para la casa de Jeffrey.
Al entrar vemos a una señora que nos saluda
—Mi niño, ya estás aquí. —Besa a Jeffrey en la mejilla y este sonríe y la abraza.
—Madre, ella es Isabella. —Me presenta.
—Oh, qué bella es, con razón mi hijo me habla tanto de ti. —Me sorprendo, no sabía que lo hacía.
—En.. En serio, gracias. —Me siento tímida.
—Tranquila, cariño, Mi hijo te ama mucho. —Casi me ahogo.
—Sí, eso creo. —Miro a Jeffrey, ella sonríe y nos acompaña a conocer a su padre, pero cuando entramos Jeffrey se derrumba, su padre está conectado a muchas máquinas, y parece más de allá que de acá
—A tu padre, no le queda mucho tiempo mi niño. —Dice la madre con tristeza.
—Estará bien madre. —Trata de ser fuerte, pero yo sé que por dentro está derrumbándose.
—Eso queremos mi niño, pero los doctores dicen que le quedan como tres días mínimo, el infarto que sufrió provocó severos daños. —Toma su mano. —Prométeme que si él no está, te harás cargo de sus negocios.
—Madre, no me hagas prometer eso, sabes que no quiero involucrarme en esos negocios.
—Hijo, tú sabes que ese era su deseo, poder continuar con el legado Addams.
—Madre, pero para eso está mi hermano,
—Tu hermano, mi niño, sabes que él es muy inmaduro aún, no puede hacerse cargo de esos negocios. —De qué negocios estarán hablando, mi curiosidad, bueno, mis ganas de ser chismosa aumentaron.
—Pero, yo no quiero madre.
—Hijo, por favor.
—Está bien, madre, pero esperemos.
—Está bien hijo, esperemos entonces que pasa con tu padre.
—Nos vamos madre a mi habitación.
—¿Ella dormirá contigo?. —Se sorprende su madre.
—No, madre, ella dormirá en la cama de al lado, pero dentro de mi habitación.
—De acuerdo.
Nos retiramos y nos vamos al cuarto de Jeffrey.
—¿De qué negocios estaban hablando?. —No sé, por qué no pienso antes de hablar.
—Perdóname, pero eso no lo debes saber. —Se puso tenso y todo atisbo de cariño desapareció al instante.
—¿Por qué no puedo saberlo?.
—Porque es algo que no te importa Isabella, déjalo hasta ahí. —Se está cabreando
—Todo lo que tenga que ver contigo me importa Jeffrey, por qué actuaste así tan extraño cuando tu madre te lo pidió.
—Te dije que no te metas Isabella.
—Entonces, no me vas a responder.
—No, Isabella, no me provoques.
—Pero, quiero saber por qué te pones así.
—¡Basta, me cansé, no entiendes que esa mierd@ no es tu problema, no te metas donde no te llaman!. —Sale de la habitación y da un portazo, no entiendo por qué se puso así, he de decir que es cierto me puse un poco fastidiosa, pero no era para que me gritara así. Me quedo llorando en mi habitación, sus palabras tan groseras me dolieron, aquí estoy otra vez llorando por ese idiota que me trató súpermal al principio y ahora luego de su confesión lo vuelve a hacer, y no sé porque yo vuelvo a él. No me doy cuenta y me quedo dormida.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 30 Episodes
Comments