Isabella
Jeffrey toma su saco y me decido acompañarlo, no puedo dejarlo así en estos momentos.
—Voy contigo— le digo mientras me pongo una chaqueta de cuero negra.
—Isa, no sé, si sea buena idea. —Me dice algo preocupado
—¿Ella va a estar allá?.
—No, ella se fue, luego de nuestra plática en el restaurante ella se marchó.
—Ah, no lo sabía, entonces ¿Puedo ir contigo?
—Sí, creo que sí, ella no está y no supondrá un problema
—De acuerdo. —Tomo la llave y salgo con el de la casa.
—Será un viaje de 1 semana, ¿Está bien para ti?.
—Claro, está semana es festiva, por lo tanto, no tendremos clases, recuerda.
—Ah, cierto, tienes razón, bueno, mejor así.
Entramos en su auto y maneja hasta el aeropuerto.
*Wilinton compra tres pasajes: uno para mí, otro para Isabella, que viene conmigo y el otro para ti, viajamos hoy mismo a Canadá*
Cuelga la llamada y en 5 minutos hemos llegado.
—Por aquí, hemos llegado. —Señala al bajarme del auto, a un pasillo.
—¿Estás bien?. —Hay cierto tono extraño en él, que no logro comprender.
—Sí, solo que me preocupa saber cómo está mi padre. —No lo había visto así tan... Débil o angustiado podría decir.
—Estará bien, confía en eso. —Trato de animarlo. «Aunque eso de animar personas no se me da muy bien».
—Sí, yo confío, pero es que él está muy mayor ya, no sé si se pueda salvar de esta. —Me dice a punto de lágrimas, de verdad nunca lo había visto así, «solo quiero consolarlo, pero no sé cómo hacerlo».
—Tranquilo, todo saldrá bien. —Coloco mi mano sobre su espalda. Él se voltea hacia mí y me abraza fuertemente, yo le devuelvo el abrazo y duramos así durante varios minutos, perdidos el uno en el otro en un cálido abrazo que nos hacía bien a los dos, que nos transportaba a otro mundo, en el cual podíamos sentir que no había nada a nuestro alrededor, todos los miedos, ansiedades y preocupaciones parecían dispersarse a través de ese abrazo.
—Señor, aquí tengo los boletos. —Nos interrumpe Wilinton, con los boletos en la mano.
—Vamos, deprisa. —Se despega de mi cuerpo y camina hacia el avión.
—Señor, si avión está por allá. —Del desespero no se dio cuenta de que caminaba a la dirección equivocada.
Del avión hacia donde Jeffrey estaba caminando hace un momento se baja un hombre y lo llama.
—Jeffrey Adams. ¡Qué gusto volverte a ver! —Dice con cierto sarcasmo incómodo.
—Señor Wladir, no puedo decir lo mismo. —Dice Jeffrey con tono áspero, cambio de actitud tan rápidamente que se me crisparon los pelos de verlo tan enojado.
—Que lástima, me fuese gustado ser de tu agrado. —Dice haciéndose el ofendido.
—Dejemos de palabrerías, señor Wladir. ¿Qué quiere?. —Jeffrey es cortante.
—Me he enterado de que tu padre, está muriendo. ¿No es así?. —Cambio de actitud a una amenazante.
—¿Quién se lo dijo?. —Jeffrey absolutamente está molesto, había tanta tensión en el ambiente que se podía sentir a flor de piel.
—Tengo mis informantes, señor Adams. —Sonríe. «Su sonrisa parece la sonrisa de un depredador».
—Bueno, y ¿Qué quiere?. Tengo prisa, así que hable ya. —Trata de mantener la compostura, pero ese hombre es irritante.
Está a punto de responder cuando recorre con la vista a todo el escenario y sus ojos se posan en mí.
—Valla, valla, ¿A quién tenemos aquí?. —Le pregunta a Jeffrey, mientras su mirada sigue sobre mí.
—Es una doctora, —Dice indiferentemente. Jeffrey trata de hacerse el indiferente con respecto a mí y eso me duele, por alguna razón no quiere que este hombre se acerque a mí, así que le hace señas a Wilinton y este se coloca en frente de mí.
—Valla, para ser solo una doctora la estás cuidando mucho, ¿No te parece?. — «Lo está retando, o es solo mi imaginación»
—Dejemos de hablar de tonterías, ¿Que es lo que quieres?. —Jeffrey quiere desviar el tema, pero un hombre me toma por detrás, y coloca un cuchillo en mi garganta.
—¡Aaaaa¡. —Grito por el susto.
Jeffrey y Wilinton voltean a mi dirección y ven al hombre con un cuchillo en mi cuello.
—Dejadla en paz. —Grita Jeffrey mientras intenta abalanzarse encima del hombre, pero Wladir se interpone y le dice:
—Vamos Jeffrey, es solo una doctorcita sin importancia, vamos a divertirnos. —Le está retando.
—No, déjala en paz, la llevaré a casa de mi padre, ella lo revisará. —Dice con cierta indiferencia que lastima mi corazón.
—Entonces, conseguirás otra y ya. —Le hace señas al hombre y este me tira al suelo, se monta encima de mí, pero.
—Wladir déjala en paz. —Jeffrey golpea al señor Wladir y este cae al suelo, su aliado se lanza en contra de Jeffrey y este le golpea con el puño izquierdo. Su izquierdazo noquea al hombre, salen tres hombres de detrás del avión y se abalanza en contra de él.
—Señorita storm, por aquí. —Wilinton aprovecho la ocasión para esconderme, me lleva hasta el avión privado, que seguía allí parado e hizo algunas llamadas rápidas, bajo del avión mientras yo miraba por la ventana, hacia donde estaba Jeffrey, lo tenían dos tipos agarrado por ambas manos, mientras el restante le propinaba puñetazos en el estómago, la cara y dónde cayera el puño, estaba sangrando demasiado por la boca «Lo van a matar», pensé y me puse más nerviosa de lo que estaba, pero llegó Wilinton y noqueó al del lado derecho primero, luego vi como el que estaba propinando puñetazos a Jeffrey se levantó y se abalanza en contra de Wilinton, pero este saca un arma y le mete un tiro en toda la frente, al restante lo tomo con su mismo cuchillo y le cortó el cuello, caían chorros de sangre.
Wilinton tomo a Jeffrey y lo trajo al avión, entraron.
—Toma, tienes que cuidarlo mientras yo manejo. —Me dice mientras lo sienta.
—Está bien. —Le digo y este se marcha a la cabina.
—Jeffrey, ¿Cómo te sientes?. —Está medio desmayado, pero creo que me escucha.
—Es... Estoy bien, no te preocupes, mi bella. —Posa su mano en mi mejilla.
—No, no estás bien, hay que limpiarte esas heridas, debes descansar. —Parece consciente, pero sé que no está bien, aunque quiera hacerse el fuerte.
—En serio, mi bella, estoy bien, solo un poco golpeado.
El avión comienza a entrar en movimiento, cuando escuchamos la voz del señor Wladir gritándole a Jeffrey.
—Veamos, que harás, cuando Zoraya se entere de que estás con esa muchachita. —Da, media vuelta y se va.
—Mierda. —Digo, preocupada de lo que pueda empezar ahora.
—No te preocupes, Isa, ellos no pueden hacerme daño. —Algo está pasando, está muy convencido de que no va a pasar nada.
—¿Qué hiciste?.
—Nada, solo lo necesario para que solucionáramos el problema de Zoraya.
—¿Está resuelto ese problema? —Esto está cada vez más raro.
—Sí, al menos eso espero. —Me dedica una sonrisa tan hermosa, como la de la primera vez que la vi.
—Bueno, si tú lo dices. —No estoy muy convencida.
—En serio mi bella, la solución de ese problema ya se efectuó.
—Está bien, ahora vamos a limpiarte esas heridas. —No estoy muy convencida de que eso sea una solución, «Es la solución o solo estamos metiendonos en más problemas» pienso para mí, disipó todo miedo y angustia, no es el momento de distraerme con afanes, solo debo concentrarme en Jeffrey que está soltando quejidos por el dolor, creo que tiene rota una costilla. Comienzo a limpiarle las cortadas y moretones que tiene, le doy pastillas para que se le relaje el dolor, cuando lleguemos le revisaré lo de la costilla. Luego de un rato se queda dormido entre mis brazos, parece tan frágil, es tan lindo cuando no está arrugando su frente a cada rato, cuando no está enojado o irritado por cosas que le dicen o recuerdos que tiene de repente, lo veo y me imagino despertando a su lado todos los días de mi vida y es tan hermoso, lo he pillado varias veces mirándome, lo hace más de la cuenta y es allí donde me doy cuenta que soy una boba, lo que dijo respecto a mí a ese señor Wladir, era por qué quería protegerme de lo que paso.
No me doy cuenta de que estoy cansada, debido a que comencé a cabecear hasta que todo se vuelve negro, me he quedado dormida.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 30 Episodes
Comments