Felicidad

Madison estaba decidida a salir adelante y comenzar con todo esa nueva vida.

Ella tenía un título universitario y quería ejercer una de las personas que trabajaba con ella le dijo que podía ofrecer su servicio gratis en alguna ONG o club de barrio obviamente sería gratis, pero podría adquirir experiencia.

Por lo pronto comenzaría su clase de español, era una vez por semana por la dirección que le dieron tendría que trasladarse unos 50 kilómetros.

— Deberías tratar de ahorrar para comprar un auto, aunque sea algo viejito le dijo Nora su compañera de trabajo.

— ¿Cuánto crees que podría salir?, pregunto.

— Depende de lo que quieras comprar le dijo Nora.

Madison aún tenía el dinero que le había sacado a Derek, seguramente estaría furioso pensó ella. Digamos que había sido su resarcimiento económico después de aguantarlo por nueve años.

Sabía que tarde o temprano iba a tener que ponerse en contacto con él.

Ellos estaban casados y debían divorciarse. No era que ella estuviera pensando en volver a casarse, pero quería que su situación legal con Derek quedara terminada.

También debería sacar el registro para poder conducir, Nora la ayudó con eso.

Días después Madison se vestía para asistir a su primera clase de español.

La clase era muy pequeña. Había una mujer de Brasil, otra de Italia que por alguna razón se le hizo conocida, un hombre de Senegal y ella.

Cuando la clase finalizo Madison salió al pasillo fue cuando la mujer del puesto de artesanos se acercó a ella.

— Buenas noches, dijo Madison.

— Buenas noches, que bueno que pudieras hacer el curso Emma también participa en el, por cierto me llamo Lidia.

— Soy Madison mucho gusto, es un placer volver a verla.

— ¿Lidia que haces aquí?, pregunto Emma sorprendida.

— Vine a buscarte, no quiero que camines sola de regreso a la casa.

– Eres tan buena conmigo dijo Emma abrazándola. Ambas se retiraron del lugar, Madison regreso a su casa más feliz no podía estar, estaba haciendo algo por y para ella.

El camino de regreso no fue muy largo, pero hacerlo acompañada era muy bueno.

— No es muy largo el trayecto, pero no creo sea buena idea tú camines esta distancia sola más cuando llegue el invierno.

— Si, pero no quiero gastar dinero en un taxi además no sé si venir con un completo extraño para esta zona tan descampado sea buena idea.

— En eso tienes razón en la casa hay una camioneta, pero no tengo registro además de que es muy grande, la señora Isabella dijo que la podía usar, será cuestión de echarle mano además supongo la necesitaremos para llegar al hospital.

— Falta cada vez menos y estoy tan nerviosa respondió Emma tocando su vientre.

— Todo saldrá bien, pero hay que empezar a preparar sus cosas dijo Lidia mientras abría la reja e ingresaban a la propiedad, habían caminado por treinta minutos.

Isabella estaba feliz los cursos de idioma que habían ideado eran un éxito, pero su proyecto no se detendría ahí quería mucho más.

...****************...

Las noticias para Derek no eran de lo mejor, profesionalmente estaba en su mejor momento.

Pero físicamente no había mejorías, las mujeres con las que solía salir ahora no le atendían sus llamadas.

Madison lo había abandonado a su suerte y para completar lo había robado, había llamado a unas primas y antiguas amigas, pero nadie sabía nada de ella.

Ese día los de la aseguradora le entregarían el cheque.

Tenía un conocido que trabajaba para Scotland Yard.

— ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?, es muy grave le dijo él.

— No puedo asegurarlo, pero si creo que mi esposa fingió su muerte y tal vez incluso la muerte de esa persona no es casual.

— ¿Estás diciendo que Madison mato a esa mujer?, pregunto él.

— Es demasiado casual, ella desaparece y aparece una mujer con sus cosas respondió Derek.

— Está bien, lo primero será comprobar si es o no tu esposa quien está enterrada ahí respondió su amigo...

Haría que Madison se arrepintiera de haberlo abandonado.

...****************...

Los días pasaban y Madison se sentía cada vez más cómoda con su puesto de trabajo, hasta que finalmente cumplió dos meses en Argentina, sus clases de español se volvieron parte fundamental de su adaptación, estaba tan cómoda que decidió invertir en un pequeño coche usado.

Faltaba media hora para que el curso de idioma terminara, Lidia puso en marcha la camioneta era una noche de tormenta la lluvia era copiosa y el camino de tierra estaba intransitable, más cuando no se tenía experiencia, pero debía ir a buscar a Emma, dejarla bajo esa tempestad no era una opción Lidia hizo acopio de todo su coraje y salió al camino.

Todo iba medianamente bien hasta llegar al puente del pequeño arroyo el agua había desbordado, y el agua corría por arriba del camino, Lidia detuvo la camioneta no se animaba a pasar por ese sector de la mano de enfrente noto a un vehículo meterse en la correntada, saliendo airosa de su travesía y pasar junto a ella. Pero la prudencia no le permitía tomar semejante riesgo sabía que había otro camino alternativo, así que decidió dar la vuelta y buscar el otro camino.

Mientras maniobraba para dar la vuelta un mal cálculo hizo que la camioneta cayera en el zanjon volcando completamente...

Madison terminaba su clase de español, llovía con fuerza.

Emma estaba debajo del techo, sabía que Lidia iría por ella.

— ¿Quieres que te alcance a tu casa?, pregunto Madison.

—No gracias, Lidia venia por mi dijo Emma mirando la calle.

Madison miró el lugar se estaba quedando vacío, llovía a cántaros.

— ¿Si quieres puedo esperar contigo?, así no te quedas sola, podemos subir a mi auto estaremos más abrigadas, comento Madison.

— No quiero ser una molestia, pero te lo agradecería mucho, no creo que tarde mucho dijo Emma.

— No es molestia, espera aquí acercaré el auto así no te mojas dijo ella y corrió hacia el auto lo acercó tanto como pudo y abrió la puerta para que Emma subiera.

— Gracias, hacía frío dijo Emma mientras Madison encendía la calefacción del coche.

— La verdad que si, por lo visto no extrañaré los inviernos de Londres, comento Madison.

—¿viniste por trabajo?, pregunto Emma.

— Si, pero el trabajo lo conseguí estando en Roma, había dejado unos días antes Londres.

— ¿Y como te adaptas?, pregunto Emma.

— Bien quiero creer, mi español está mejorando.

— Si, si no fuese por Lidia yo estaría literalmente en el horno dijo Emma.

— Pensé que Lidia era tu madre, respondió Madison.

— No, pero me encantaría es tán cálida y cariñosa respondió Emma.

— ¿De cuánto tiempo estás?, pregunto Madison.

— De 28 semanas, falta muy poco dijo Emma acariciando su vientre, ella escuchó el sonido de un vehículo y miró por la ventanilla, pero no era Lidia.

— ¿Tienes algún número donde puedas llamar?, pregunto Madison.

Emma le dio el número y comenzó a llamar pero nadie atendía.

— Me estoy comenzando a preocupar, en la casa hay una camioneta vieja tal vez se averió dijo Emma.

— Te llevo iremos despacio por si la vez le haremos señas de luces dijo Madison.

— Gracias dijo Emma mientras Madison ponía el auto en marcha y prestaba atención al camino...

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Comments

Patricia Guzman Ceja

Patricia Guzman Ceja

que desgraciado nada más para eso la quiere para que lo atienda que busque una de sus tantas amigas de turno para que lo ayuden o su querida mami donde está cuando su hijito más la necesita y ahora en venganza la va a culpar de asesina ojalá lo refundan en la cárcel por desgraciado

2023-11-26

1

Erica Godoy Silva

Erica Godoy Silva

maldito cabron, ya ni fue suficiente tratarla como hizo por años?

2023-06-26

2

Milagros Suarez

Milagros Suarez

Dereck es un hijo de su madre, pero no se saldrá con la suya
Espero mole pase nada a Lidia 🙏🙏 y que no encuentren a Emma, por lo menos no todavía
Me encanta como va la Historia 👏👏 Gracias Eliza

2023-03-23

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