Dudas

Madison cumplió su primera semana en Argentina, para ser más exactos en Tunuyan. Esa noche se dejó caer en la comodidad de su cama tenía una habitación con una vista preciosa.

Si tenías heridas que sanar no había mejor lugar que ese, pensó ella.

Tenía un trabajo, un lugar donde viviría por un año. Al día siguiente sería su primer día libre, quería aprovechar y pasear por los alrededores y comprar algunas cosas para ella.

Era una sensación extraña la que sentía, era como si por primera vez en mucho tiempo pudiera respirar con absoluta libertad, no había nadie que se quejara, ni le pusiera mala cara. Derek nunca la había golpeado, pero la había sometido psicológicamente de tal manera que no se había dado cuenta de que no era dueña de su propia vida, solo había vivido de acuerdo a como él deseaba. Pero hoy era libre, no pudo evitar sonreír luego estiro su mano y apago la luz.

La mañana llegó mientras desayunaba y decidía donde iría ese día Madison trabajo en su español.

Era una mañana fresca aún no había llegado el invierno, según le habían dicho pronto comenzaría a nevar.

Camino por las calles de Tunuyan, mientras buscaba algún transporte para recorrer los alrededores...

Era domingo por la mañana cuando Emma y Lidia armaron su puesto en la feria de artesanos, estaban nerviosas, ansiosas por como les iría ese día.

Benjamín Guzmán preparaba su puesto con productos de campo quesos, salames y todo tipo de exquisiteces. También llevaba algo de frutas.

A media mañana decidió salir a recorrer los diferentes puestos.

Iba caminando mirando los stands cuando se chocó con alguien.

— Perdón no la vi dijo él agachándose a juntar las cosas que estaban regadas por el suelo.

— No se preocupe fue mi culpa iba distraída dijo Lidia.

— ¿No es de aquí verdad?, dijo él al escucharla hablar.

— Vivo aquí, pero llegué hace poco, dijo ella.

— Bienvenida, soy Benjamín Guzmán tengo un puesto por allí dijo él.

— Mucho gusto Benjamín, soy Lidia Berlusconi tengo un puesto por ahí dijo señalando un pasillo.

— Un gusto en conocer la señora Berlusconi, Benjamín le entregó las cosas que él había juntado mientras sonreía.

— Gracias. Voy a regresar a mi puesto antes de que me dé otro ataque de compras dijo ella se dio media vuelta y regreso a su puesto.

— ¡Por lo que veo anduvo de compras!, dijo Emma riéndose.

— Lo que pasa es que todo se ve delicioso, dijo Lidia. Una joven rubia observa las pañoletas bordadas para el cuello eran tan delicadas. Lidia la observo sacar lo que parecía un diccionario.

— ¿Cuánto cuesta?, pregunto con dificultad.

Lidia le respondió en inglés y la joven sonrió muy agradecida.

—Gracias, la llevaré. Mi español es terrible dijo Madison.

— ¿Eres inglesa?, pregunto Lidia.

— Si vine a trabajar aquí así que debo aprender y mejorar mi español respondió Madison.

— Abrirán un curso de idiomas en un colegio para personas adultas, es a la noche tal vez podrías averiguar dijo Lidia anotándole la información en un papel

— Gracias, señora, llamaré para pedir información dijo Madison agradecida.

Lidia sonrió y le entregó su compra, Madison siguió su camino, realizando otras compras.

Isabella había decidido pasar por la feria de artesanos a realizar unas compras, se encontraba en el stand de Benjamín Guzmán eligiendo algunos productos.

— ¡Torturando a los ciudadanos!, le dijo Eduardo Santos sonriendo descaradamente detrás de ella.

Isabella se dio la vuelta y lo miro — Me tome un descanso, no se enteró de la nueva ley del pueblo queda terminantemente prohibido que los hombres mayorcitos como usted corretee jóvenes en el baile del pueblo respondió ella. Él la miro y sonrió.

— ¿Celosa, porque no la correteo a usted?, pregunto Eduardo.

— A mí me gusta coleccionar, no estar en una colección respondió ella.

— ¿Tiene muchas cabelleras?, pregunto él burlándose.

— Voy a estar esperando mi pedido Don Benjamín respondió ella y se fue.

— En mis tiempos uno coqueteaba diciendo piropos y enviando flores. ¿Qué fue eso?, pregunto Benjamín.

— Nos odiamos mutuamente, Benjamín. Vine a traerle la lista del pedido respondió Eduardo...

...****************...

Mark Marcello se encontraba en su oficina cuando Vicente llegó.

— Señor Marcello, tengo noticias de Emma Rodriguez.

— Siéntate, ¿qué averiguaste?, pregunto.

— El vuelo que abordó, era para Argentina, respondió Vicente.

— ¿Estás seguro?, pregunto Marcello.

— Si señor, pague por la lista de pasajeros ahí verá su nombre dijo Vicente entregándole la carpeta. También conseguí el nombre de la mujer que monto el escándalo para que me retuvieran, Lidia Berlusconi.

— También está en el vuelo para Argentina dijo Mark, no era difícil verlo era el primer nombre en la lista.

— ¡Entonces se conocían!, le entregaré la información a los investigadores que contrate.

— ¿Quiere que viaje a Argentina señor?, pregunto Vicente.

— No le entregaré la información a los investigadores, ella podría verte y volver a huir será mejor que ellos se ocupen, averigua todo lo que puedas de Lidia Berlusconi familia, trabajo no quiero más sorpresas respondió Mark Marcello.

...****************...

Era de noche Isabella miraba a través de su ventana, pronto sería el cumpleaños de su madre y debería viajar.

Sonia St Clair, había tenido suerte había crecido al lado de una maravillosa mujer y un excelente hermano aunque a veces peleaban por tonterías,Javier no aprobaba su cambio de carrera, su mudanza. Pero aun así adoraba a su hermano.

Así que comenzó a realizar sus preparativos para ir a visitar a su madre.

...****************...

Derek regreso a su casa se había estado quedando con su madre, había decidido mudarse a un Penthouse, pondría la casa en venta más los ahorros que poseía no tendría problema alguno.

Además, pronto recibiría el dinero del seguro de Madison, obviamente hubiera preferido que ella estuviera a su lado atendiéndolo.

Estaba viendo que se llevaría y que no cuando recordó que debía vaciar la caja fuerte que tenía en su oficina. Se dirigió ahí

— ¡Ellen pásame mi maletín!, exclamó él, pero para sorpresa de él la caja estaba vacía solo quedaba el reloj que su padre le había dado por su graduación y los papeles de la casa.

Antes de irse de viaje él abrió la caja para tomar algo de dinero y su pasaporte.

Entonces reviso bien, el pasaporte de Madison no estaba.

¿Ella había sacado el dinero y su pasaporte?, pero eso no estaba entre las cosas que habían encontrado.

¿Dónde había dejado él dinero?, y entonces otra idea se cruzó por su mente…

Por el bien de ella más le valía estar muerta, porque él no terminaría preso por ella. Derek golpeó el escrito.

— ¿Qué ocurre?, pregunto Ellen preocupada por su hermano.

—Nada, pensaba en Madison dijo Derek.

— ¿ La extrañas ?, pregunto Ellen

— Por supuesto éra mi esposa respondió Derek...

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***