Recuerdos

La puerta del coche se abrió. Lo primero que vio de su ocupante fue un par de impecables zapatos italianos.

— Señor Marcello bienvenido, dijo su jefe de seguridad.

—¿Dónde está Vicente?, tráelo inmediatamente respondió él.

Mark Marcello ingreso a su lujosa mansión.

Su impresionante altura le

daba un aire aristocrático y su musculosa estructura dejaba claro su afición por los

deportes. Llevaba peinado hacia atrás su pelo negro, su imperceptible cojera pasaba inadvertida. Aunque él no lo consideraba así.

Estaba acostumbrado a salirse con la suya y normalmente no tenía ningún reparo en ser muy inflexible hasta conseguir lo que quería. Tampoco solía arrepentirse de las decisiones que tomaba.

Por eso cuando había decidido tener hijo que pudiera recoger el fruto de su trabajo.

No quería una esposa, solo un hijo. Estaba pensando en esa idea cuando vio a por primera vez a Emma Rodriguez ella trabajaba para el restaurante en el que su secretaria solía ordenar su almuerzo.

Él estaba sentado en el extremo opuesto de la habitación, de cara a la ventana. Parecía contemplar las vistas que se extendían ante él. De perfil, sus rasgos parecían esculpidos en piedra; la implacable línea de su mandíbula, sus perfectos pómulos...

Ella ingresó a su oficina lista para preparar la mesa donde él comería.

Se volvió y unos ojos tan oscuros como el pecado se clavaron en ella.

— Buenas tardes me ordenaron, dejar todo listo para su almuerzo.

Contempló a la joven que tenía ante sus ojos, ella lo miro a los ojos, él espero a que ella bajara la vista, pero no lo hizo.

En cambio, le devolvió la mirada con firmeza, desafiándola a bajar la vista. Pero su escrutinio inexorable no surtió el efecto deseado. Ella le sostuvo la mirada sin pestañear. Mark la miró de arriba abajo. Llevaba una chaqueta negra arriba de un vestido gris que acentuaba su esbelta figura. Unos leggins negros realzaban sus estilizadas piernas y unas botas de cuero con unos tacones añadían algunos centímetros a su pequeña estatura. La joven que tenía ante sus ojos era la viva imagen de la inocencia. Sus ojos desprendían una fuerza arrolladora, desafiante y decidida.

Eso le gustó, pero no tenía deseos de añadir un nombre más a su larga lista de ex.

Durante semanas él analizó las posibles candidatas para madre de su hijo.

Tenía un sin fin de examantes, que estarían más que dispuestas.

Pero todas esperarían el mismo final, una argolla de matrimonio y un feliz para siempre.

Y entonces la recordó, era hermosa y tenía unos increíbles ojos.

La mando a investigar Vicente se había encargado de eso.

Provenía de una humilde familia, su padre era español y la había abandonado cuando tenía cinco años, su madre tenía otros hijos y se había vuelto a casar . Vivía en un cuarto rentado de dos por dos. Intentaba terminar sus estudios, pero se le dificultaba por el trabajo. También sabía que seguía buscando otro empleo.

Y entonces se le ocurrió que tal vez había encontrado a la persona indicada.

Le ordenó a su secretaria que volviera a ordenar comida y quería que Emma Rodriguez lo asistiera, pero esta vez en su casa.

Ella ingresó a la mansión y se ocupó de que todo estuviera listo para la cena del señor Marcello y su invitado.

— En cuanto su invitado llegue le serviremos había dicho ella.

— Sirvan mi invitada ya está aquí había respondido él.

Ella sirvió todo, como le ordenó el chef.

Pero su invitada aún no.

— Siéntese dijo él, sorprendiéndola. Puede estar tranquila no tengo malas intenciones. El chef esta en la cocina solo tiene que gritar y él vendrá a socorrerla.

Tengo una propuesta para hacerle y créame es muy generosa.

Únicamente tiene que sentarse, comer y escuchar. Pero si se va llamaré a su jefe y me quejaré, la despedirá sin contemplaciones por si no sabe quién soy… dijo él

— Se perfectamente quien es usted señor Marcello respondió Emma. Tomando asiento.

Mark se sentó enfrente de ella y comenzó a comer.

— ¿Cuál es su propuesta?, pregunto ella.

Era directa eso le gustaba y aunque su comportamiento era inalterable, era muy notorio su animadversión.

— ¿Quiero que me dé un hijo?, dijo él sin rodeos. Ella comenzó a reírse no podía creer la ridiculez que acababa de escuchar. ¿En serio desea terminar en la calle?, pregunto él muy serio. Siga burlándose de mí.

— No me estoy burlando, pero obviamente usted si se burla de mí, porque lo que acaba de decir es una ridiculez respondió Emma.

— No lo es ¿ha oído hablar de la subrogación de vientre?, sería lo mismo solo que usted tendría que poner su óvulo y obviamente usaríamos el método tradicional.

—¿Quiere que me prostituya?

— ¡Quiero que traiga al mundo a mi hijo!, le dijo. El tiempo se detuvo y también su corazón.

—¿Se ha vuelto loco?, le gritó indignada.

—No veo porque tanta indignación es un simple negocio.

—¿Me pide que me quede embarazada de su hijo.?

— Y a cambio recibirá una fuerte suma de dinero con la que podrá hacer lo que usted quiera, le daré un departamento ropa y todos sus gastos pagos y un auto para que pueda movilizarse por la ciudad.

— ¿Por qué yo?, pregunto ella.

—¡Porque tiene unos bonitos ojos!. Vaya a casa señorita Rodriguez y al menos piénselo, le dio una tarjeta con su número de teléfono. ¡Sí decide aceptar llámeme!, seguramente en la tranquilidad de su hogar encontrará la respuesta.

Para sorpresa de él veinticuatro horas después ella aceptó su propuesta...

Vicente ingresó a la oficina, estaba avergonzado.

— Lo siento señor le falle, dijo Vicente.

— Que información tienes, pregunto Mark

— Ninguna, señor como le dije la joven se ocultó en el baño. En cuanto me escoltaron a la oficina de seguridad la perdí de vista. Ya rastreé su antiguo barrio, pero no consigo dar con ella.

— Seguramente ha abandonado Roma, exclamó Mark.

— Si no hubiera sido por esa maldita mujer, que comenzó a los gritos respondió Vicente.

— ¿Estás seguro de que no la viste antes con ella?, pregunto Mark.

— No señor se lo juro nunca la había visto

— Muy bien, te diré lo que vas a hacer . Quiero el listado de pasajeros de cada vuelo que salió ese día. Averigua todo lo que puedas de la mujer que te hizo encerrar ese día.

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Comments

Alba Hurtado

Alba Hurtado

ella ya esta en argentina ,que no la encuentre esta con su amiga esta historia parece de misterio,esperando cada capitulo con ansiedad con los ojos abiertos 👀👁👀👁

2024-01-30

0

Erica Godoy Silva

Erica Godoy Silva

y creyó que es ai que vá entrar lá abogada del pueblito que ahora es la política...🤔🤭

2023-06-26

2

Yrcia Maria Anzola

Yrcia Maria Anzola

ELIZA MARQUEZ, mi escritora favorita.

2023-04-17

2

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