Al día siguiente Lía durante todo el día había hablado muy poco, Miriam sabía que era por lo que había pasado el día anterior. Se dirigían a la cafetería cuando Miriam rompió el silencio. –Por favor acompáñame al evento.
Lía suspiró. –Miriam lo siento, pero no puedo ir. No me puedo sentir cómoda en un lugar donde estará tu hermano, él no me soporta y yo a él tampoco.
-Lía pero no irás ahí por él. Por favor no quiero ir sola.
-No puedo ayudarte esta vez, de verdad no.
Miriam no quería seguir insistiendo sobre el evento, ella sabía que todo lo que su madre había planeado no era correcto, Gustavo aun amaba a la otra mujer y la esperaría hasta el último día de su vida, en cambio Lía era diferente a todas las personas que había conocido, ella era noble y amable. No quería que su amiga saliera lastimada por su hermano.
Lía observó la cara pensativa de Miriam. –Miriam. –Hablo Lía. –La chica levantó su mirada. –Sabes que tú eres mi amiga y puedes confiar en mí, pero también sabemos que venimos de mundos muy diferentes.
-Lo sé. Sabes Lía me hubiera gustado haber nacido en una familia normal, donde los padres trabajan y le dedican tiempo a sus hijos, pero sobre todo los aman. –Lía miró la cara triste de Miriam, ella dio un gran suspiro. –Las personas creen que ser de la gran familia Wu es un privilegio, pero en realidad es un infierno cubierto de oro y dinero. Mi madre es la razón por la que no me doy por vencida, mi abuelo prácticamente la vendió para que su negocio creciera. Nosotros no nacimos por amor, simplemente somos una inversión a largo plazo.
-No pienses en esas cosas Miriam.
Miriam fingió una sonrisa. -¿Qué no lo piense? Entonces ¿Qué significa que veas a tu padre 3 veces al año? ¿Qué mi hermano ya no sea mi hermano? Y mi madre... es la princesa de un cuento prisionera en una mansión, pero aún a pesar de todo sigue siendo una prisión. Yo no sé cuál será mi futuro pero el que sea lo tengo aceptar.
-Puedes ser la diferencia Miriam. No te des por vencida tan fácilmente.
-Gracias. Pero debemos de regresar a clase. –Miriam se adelantó y Lía solo se quedó mirando a su amiga que caminaba con pasos muy lentos. Luego apresuro sus pasos para alcanzarla.
-Miriam te acompañaré para que no te aburras en ese evento. –Dijo Lía, pues saber toda esa verdad sentía que Miriam se sentía muy sola.
-No es necesario Lía. –Pues ella pensaba que era mejor no seguir con el plan, por eso no insistiría.
-Somos amigas y no pienso dejarte sola.
Esas palabras hacían que Miriam se sintiera muy feliz, pues sabía que sin duda la apreciaba mucho.
Las chicas salieron de clases y cada quien tomo sus rumbos.
Lía llegó a la casa de los abuelos, no fue al restaurante por la tarea que tenía. Cuando los abuelos llegaron entraron a verla. Cenaron juntos y durante la cena Lía les comentó que iría al evento.
La abuela Mei no estaba muy contenta, pero el abuelo Tao sí. No tuvo otra alternativa que aceptar pues la chica ya lo había decidido.
Al día siguiente las chicas ya iban de salida después de clase, cuando Miriam se ofreció a llevar a Lía a su casa, lo cual ella acepto.
Subieron al auto pero Lía notó que el carro había tomado otra ruta, cuando estuvieron frente a un edificio la chica preguntó. –Miriam ¿Qué hacemos aquí?
-Comprarte un vestido.
-¿Qué? No claro que no.
-Sí. Sé que no es fácil para ti el ir, déjame darte este regalo.
Lía fue sacada del auto casi a la fuerza, cuando entraron a la boutique, la mujer hizo un gesto de asombro.
-Señorita Wu, bienvenida. Pero ¿Qué hace usted aquí si su vestido ya ha sido enviado? –Dijo aquel hombre.
-No es por mí, es por mi amiga, quiero que me des el mejor vestido para ella. –Respondió la chica señalado a Lía.
-Claro que sí, sin duda creo que sé lo que mejor le va.
El hombre entró a buscar un vestido.
-¿Quién es él? –Preguntó Lía.
-Se llama Jean Pol, es un diseñador muy famoso y él se encarga de todo cuando tenemos un evento. –Lía solo levanto la ceja ante lo que escucho.
Jean salió con un hermoso vestido de noche. Las chicas cuando lo miraron se asombraron. Lía se acercó a Miriam. –Eso ha de costar mucho dinero, no me lo pondré.
-Eso es lo de menos.
El hombre habló. –Este es uno de mis mejores diseños, pero no encontrado a nadie para que lo utilice, pues todas las chicas asiáticas tienen la misma complexión de cuerpo y creo que tú eres perfecta.
Lía fue obligada a probarse ese vestido, cuando salió todos se quedaron asombrado, parecía que el vestido había sido especial para ella.
-Lo llevaremos. –Dijo Miriam, en cambio Jean no podía disimular su cara pues esa chica era hermosa, y lo mejor de todo es que su creación era espectacular en ella.
Se acercó a Lía. –Ten. –Estiró la mano para entregarle una tarjeta. –Suelo hacer pasarela de modelaje, si te interesa para ganar un poco de dinero deberías de venir a verme.
Lía solo sonrió y tomo la tarjeta, pero ella en ningún momento le había pasado por su cabeza ser modelo ni cuando fue pequeña. Las chicas salieron de ahí.
En lo que resto de la semana todo había sido muy tranquilo, solo las tareas era lo que provocaban estrés. Lía hablaba a diario con sus padres y les comentó del evento, ellos se sentían un poco mejor, al parecer Lía se adaptada.
Llegó el fin de semana y como era de esperarse todos los medios de comunicación, se enfocaban en gran evento que la Familia Wu daba para celebrar los 45 aniversarios de la empresa. Era un tema que todos estaban al pendiente, pues en cada evento se daban a conocer sucesos. Como hacía ya 2 años habían anunciado la retirada de Adolfo Wu y que Gustavo tomaría sucesión, y a los 6 meses así fue, hace 1 año dijeron que Gustavo Wu había logrado un negocio en el continente Europeo muy importante que había generado excelentes ganancias. Ahora esperaban una nueva noticia.
Lía se arreglaba para ir cuando llegó un mensaje "Lía nos vemos en el lugar".
La chica termino de arreglarse, salió para despedirse de sus abuelos, lo cual al verla con ese vestido color rosa crepe con piedras no pudieron negar que se veía fantástica. Se despidió, tomo un taxi para llegar ahí.
Cuando llegó sintió como todo su ser daba un sudor frío, sentía nervio por estar ahí. Camino por un costado pues los reporteros tapaban el paso. Se sentó a fuera del salón para esperar a su amiga.
Aquella chica sentada en aquel sofá miraba como las personas llegaban muy bien arregladas con trajes que se veían caros y las mujeres con vestidos largos como el de ella.
Cuando un carro color negro arribo el lugar, todos los reporteros no dejaban que las personas bajaran por el gran alboroto que armaban, vio como todos tomaban fotos hasta que los guardaespaldas tuvieron que intervenir. De ese auto bajaron dos mujeres excelentemente arregladas con un vestidos impecables, Sandra llevaba un vestido azul de acuerdo al evento, su maquillaje la hacía ver elegante y una cola alta. Miriam usaba un vestido color rojo con un pequeño escote, su maquillaje era más juvenil, su cabello adornado por unas hermosas ondas que le habían hecho.
Caminaron por la gran alfombra roja. Miriam miró a Lía y solo le regalo una sonrisa mientras eran guiadas a la entrada del salón.
Lía hizo lo mismo, a diferencia que a ella le pidieron la invitación. Ya dentro del salón busco a Miriam con la mirada, ahí estaba ella saludando a las personas.
Busco un lugar para sentarse cuando Miriam llegó.
-Qué bueno haz venido. –dijo eso sentándose a su lado. –Verás cómo esto se pone aburrido.
La chica sonreía ante tal comentario, cuando todos se pararon de sus lugares, las chicas hicieron lo mismo, cuando entró un hombre vestido con un traje negro y camisa blanca, en su cuello llevaba un moño del mismo color que el traje, sus zapatos combinaban a la perfección.
Lía se quedó mirando como aquel hombre daba pasos firmes. Se veía demasiado guapo que aquella chica se quedó sin habla.
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Updated 75 Episodes
Comments
Salomé Páez
* has venido *
2024-07-15
1
Salomé Páez
* Autora faltaron las imágenes *
2024-07-15
2
Lili
Hay cupido ya estas haciendo de las tuyas
2023-09-29
2