XVI.

Las palabras seguían palpables dentro de su cabeza, susurraban en sus oídos lo ilógico que sonaba y Damien sabía de antemano que tal vez la razón por la que seguía vivo era en parte por Pushkin, mientras que la otra era su hijo. Sin embargo, Antón, sin mover la posición sobre él, observaba expectante, no sonreía pero en sus ojos el destello burlón era nítido; no se dio cuenta cuando sus manos se encontraban en el pecho ajeno, apretando con fuerza la camisa bien planchada del hombre, temblaba y quería encontrar la seguridad de poder mantenerse firme, Damien se sentía mareado.

"Veo que estás más sorprendido de lo que tenía previsto."

Se alejó de él haciendo que las diminutas manos se desprendieran del único confort que podía tener en ese momento. Recostado en el respaldo del carro, Antón lanzó una mirada hacia el chofer indicando que comenzara a conducir. Damien se percató de eso y comenzó a entrar en pánico, no quería ver a Pushkin en ese momento.

"No quiero…"

"¿Qué dices, lindura? Habla más alto."

"No quiero ir con Pushkin…quiero quedarme contigo…"

La sonrisa de gato plasmada en el rostro del hombre más grande fue tanta que Damien dejó de prestarle atención a sus manos para solo verle el rostro, Antón sujeto las manos de Damien con cariño, le sonrió con más calma, el corazón de Damien dio un brinco cálido que no comprendió en ese momento.

¿Por qué eso le aliviaba en vez de aterrorizarlo?

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

La casa de Antón era enorme, a diferencia de Boris, Antón era alguien más ostentoso, le gustaba el lujo, las cosas con valor, su casa se encontraba en una zon vegetal a las afueras de la ciudad, era resguardada por agentes que le obedecían en todo, si Damien cometia una estupidez, no dudarían en matarlo por el bien de su señor. le gustaba la vegetación y el panorama que podía ver pacíficamente, y de las pocas veces de las que estuvo en aquella casa, su cuarto era uno de los que tenía un palco para ver hacia afuera, Antón sabía perfectamente que eso era fascinante para el joven. Damien se encontraba recostado en la cama enorme que el cuarto poseía, Antón no se había marchado del lugar, solo se había limitado a observar dormir al joven, en cuanto llegaron Damien seguía aturdido y ordenó a su servidumbre preparar algo para hacerlo dormir, se negó al principio pero en cuanto noto que no era nada malo, el mismo Damien lo acepto gustoso y ahora, gracias a ello, dormía con tranquilidad.

Lo cambio por ropa casual que solía usar de vez en cuando; una playera que para su diminuto cuerpo era enorme y cubría decentemente sus muslos y trasero; cubierto por la suave tela de seda, los cabellos largos del chico caían como cascada en la almohada, tan claros y casi blancos gracias a la luz, los labios rojizos ligeramente abiertos, apetecibles para su gusto; era raro.

Antón siempre se dijo a si mismo que no podia involucrarse sentimentalmente con gente comun, que nadie debería sufrir la mierda que a él le toco en su infancia donde debía obedecer a los bastardos que tenian mas poder; Pushkin era uno de ellos, siempre a los pies de cualquier idiota como Kahnwald o el jefe militar, gracias a la muerte de su padre pudo entrar al negocio poniéndose en un lugar mas estable, robando el lugar a aquel bastardo…ladeo la cabeza borrando los fragmentos del pasado que regresaban a atormentar, volvio a ver a Damien; era distinto a cualquier civil, sonrió.

La primera vez que se vieron quiso matarle y agradeció al cielo e infierno por no haberlo hecho, de lo contrario no podría verlo, ahí, durmiendo, tan tranquilo y plácido en su cama; aunque la espina de la molestia seguía encajandose en su garganta. saber que el posible hijo que esperaba podía no ser suyo, sabía que eso le ponía en una situación complicada pero recordar como Damien le veía con miedo estando en la oficina del doctor comparado con la mirada clamando por ayuda que le había ofrecido cuando estuvieron en el carro.

Inconscientemente sonreía, veía el cuerpo que se movió incómodo por la brisa que entraba por el balcón, se levantó y fue directo a cerrar la puerta junto a las cortinas, acercándose al joven se despojó de los zapatos y el saco, se desabotono la camisa recostandose en el proceso, tomó a Damien y lo envolvió en sus brazos.

Tal vez ahora debía pensar bien en una forma de solucionar las cosas.

"Me estas poniendo las cosas cada más complicadas lindura...creo que tendré que matar a Pushkin…"

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

"Podrías no marcarme a este numero, sabes lo complicado que es justificar el porque recibo llamadas desconocidas de distintos números…me complicas las cosas cariño…ya se…no…de hecho, de eso quería hablar contigo pero no por teléfono, porque no nos vemos…si…lo haré si prometes ser amable conmigo…bien, adios."

Un profundo suspiro se logro escuchar en la habitacion silenciosa que se iluminaba gracias al fuego de la chimenea; de forma pacifica se levanto de la silla, se acomodo el saco y se dispuso a salir de la oficina; nadamás salir se encontro con el vigilante.

"¿Aún no llega?"

"No señor. hable con la gente que ronda el local y me comentaron que no se encuentra ahí, segun me informaron, salio camino con el doctor Theo pero ni Boris ni el doctor lo han visto."

"mmmmmm"

A traves de los oscuros lentes se podia sentir la molestia creciente, Pushkin solo hizo una seña con la mano y el vigilante se alejo con respeto. Ahora debía hablar con los padres del niño para saber donde demonios se encontraba, decir que se encontraba furioso era poco, Damien solo tenia que hacer una cosa para poder seguir con vida y la estaba jodiendo, con frustración se alboroto el cabello semi ondulado oscuro y exhaló.

A la distancia reconoció el típico carro que cada cierto tiempo se aparcaba en su estacionamiento, se giro con prisa por su abrigo pero el vigilante ya lo portaba en sus manos, entregando con respeto le deseo un buen día, cosa que agradeció mientras caminaba en dirección hacia el coche. Los característicos vidrios polarizados le recibieron dándole su propio reflejo, fue ahí cuando noto la molestia que cargaba en su rostro, debía calmarse antes de ver al hombre dentro, de lo contrario se arruinaría su cita. El otro hombre abrió desde dentro la puerta, entro sin prisas y una vez dentro vio al hombre, se quitó los lentes a la par de que escuchaba el clic de la puerta vehicular, con ojos rojos cicatrizados le brindo una mirada seria.

"Que ocurre, te ves de la mierda."

"Estoy de la mierda, tengo unos problemas laborales."

"Que exactamente"

Tentadoramente aquel sujeto entendió el brazo derecho para colocarlo entre las piernas del mas joven. Pushkin simplemente abrió las piernas con vemerencia dandole el acceso para tocar a su gusto, el gemido bajo solo fue un regalo para aquel mas grande.

"¿Qué es lo que aflige al perro el gobierno?"

"No arruines el momento…solo sigue."

La mano habil se detuvo para poder sujetar el seguro del asiento y bajar por completo el mismo, Pushkin termino recostado boca arriba mientras miraba atento a las acciones del sujeto que ahora se había colocado encima suyo, beso sus labios con devocion, queria sumirse en aquel beso que no tenia nada de sutil, sabia bien como quitarle el aire, de como apagarle el cerebro y solo hacerlo un idiota mientras sus manos se aferraban a la espalda ajena, no tenian una diferencia de altura tan distinta pero aun con ello, Pushkin podia sentirse diminuto cuando aquel tomaba esa posición y le dominaba. Tan distraído y desconcertado que abruptamente sintió las manos en su cuello, la presion ejercida en el solo le excito: labios mordidos, chupados, rojos de la hinchazon fueron abandonados para poder mirarse fijamente.

"¿Qué mierda paso?"

"Perdi al niño..."

"ja…ya aparecerá, si Damien tiene dos neuronas sanas sabra que el unico lugar seguro es entre tus brazos…aún que si de mi fuera, seria entre tus piernas pero cada quien escoge el confort que quiera…"

Con cada palabra dicha, la mano en su cuello comenzaba a apretar mas, le faltaba el aire y la vista le comenzaba a fallar, no duraría mucho si seguia jodiendo su cuello.

"idi…o…ta"

"No no querido, ese no es mi nombre, lo sabes bien…vamos dilo"

"...l…le….."

"Vamos, un poco mas, si lo logras te chupare el pene tan duro que no sentiras las piernas."

"...Lev…"

"Buen perro…"

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Comments

yeimy ferrer

yeimy ferrer

esa no me la esperaba

2023-11-10

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