El desayuno para Don fue sencillo, pero suficiente para satisfacerla del hambre que empezaba a sentir durante toda la mañana. Tomo al menos tres tazas de té (las tazas eran pequeñas para satisfacer realmente a Don), tortillas de huevo (que le faltaba sal), platos de fruta picada, pan y algo para untar en el pan.
Fue una sorpresa para Abizer para darse cuenta de que su hermana tenía un gran apetito, muy diferente de los desayunos que le daban y eso pudo ser una razón de demostrar que odiaban a Rhiannon y él ni siquiera lo noto.
Desde este momento daría mayor cantidad de comida a su hermana.
(Don, que iba a ser rellenada como pavo de acción de gracias, se estremeció repentinamente).
En el término del desayuno Abizer pago todo, incluyendo lo que comió Hernan, algo que haría con naturalidad cuando salía, debido a la historia de portada que ahora ni siquiera creía. Perdió la confianza en Hernan, y no sería sencillo de recuperar a corto plazo (ni siquiera si era inocente en manipular la piedra central).
En este momento Abizer llevaría a su hermana a casa para después enviar una carta lamentando no cumplir con la reunión programada, pero que ocurrió algo más importante que una tonta reunión que era más una trampa para tener un contrato de matrimonio con el heredero del Conde Lefeuvre.
Abizer no caería en eso, era bastante inteligente que simplemente arrinconaría al desgraciado para sugerir un contrato solo por querer más dinero y poder. Sería peor con su padre presente, que literalmente destruiría a la persona por tratar de quitarle la libertad a su hijo que nunca se casaría por conveniencia.
No tuvo oportunidad cuando su hermana lo miro con sus ojos grises y dijo:
—Vamos al mercado.
Ni siquiera era una pregunta, pero Abizer no le negó nada a su hermana, en especial tal mirada que se volvió más mortal (convincente) a sus ojos, como si fuera mejorada con los años.
—Está bien, pero no te alejes de mí —advirtió Abizer hacia su hermana.
Don no estaba segura si cumpliría, cualquier cosa podría ocurrir como un secuestro o asesinato, más cuando estaba segura de que alguien quería su cabeza. Debía resolver esa situación, dejar en claro que no quería casarse con el príncipe heredero, aunque no sabía que hacer con las personas que querían utilizarla como ejemplo para que no fueran en contra de algunas decisiones que tenían ellos, decisiones que no beneficiaban aquellos del pueblo , y todo solo porque no querían dar un peso a aquellos que fueron la razón por la cual eran ricos en primer lugar.
En resumen, Don no prometía nada.
—Está bien —dijo Don sin una promesa en su voz.
—¿Señor? —llamó Hernan, aunque termino como pregunta.
Abizer miro a su consejero (y traidor, suministro su mente rencorosa) con una cara plana que no demostraba nada lo que sentía internamente.
—¿Sí, Herman?
—No creo que sea buena idea ir por el mercado, si se sabe que están aquí, podría generar problemas —dijo con respeto Hernan sin una sonrisa en su cara mostrando seriedad y lo que era una aparente preocupación.
Preocupación que no convenció a don.
—¿Qué tipos de problemas, señor Hernan? —preguntó Don con curiosidad y los ojos brillosos por ver la excusa que se le ocurriría a Hernan.
(Don se dijo que no debería antagonizar seguido a Hernan, tendría consecuencias que no podría resolver).
Hernan le dio una mirada condescendiente que tuvo que controlar el tic que amenazaba por salir.
—Quizá la señorita Rhiannon no lo sabe, pero existe el secuestro y el hurto, la ropa que lleva es llamativa que atraerá miradas no deseadas —respondió Hernan con lo que parecía su sonrisa de enseñanza.
¿Acaso debía de sonreír siempre de esa manera? Fue una pregunta que Don necesitaba una pregunta. Las veces que interactuó con Hernan, tenía una sonrisa.
Oh, era una buena máscara de amabilidad, pero ni siquiera Rhiannon sonreía mucho, y ella era amable y considerada. Hernan no era así, por eso a sus ojos se veía falso en el momento que lo vio (y las advertencias de Rhiannon).
—entonces, me cambio a otra ropa —comento ella con sencillez —, y hay que decir que debo comprar ropa porque fueron destruidas.
Abizer abrió los ojos, era eso, o que era siguiente en la lista de hacer para el día después de la mañana, y aunque le gustaría llamar a la costurera a la casa y hacer ropa que merecía su hermana, al menos tardaría dos semanas para estar listo.
Su hermana merecía tener ropa de inmediato, no era de importancia la calidad cuando su hermana no tenía ropa. Al menos la ropa sería elegida por su hermana, que tenía buen gusto.
—Exacto, iremos a la tienda de ropa y luego al mercado —apoyó Abizer—, estoy aquí, puedo proteger a mi hermana.
Abizer mostró su brazo hacia su hermana ignorando a Hernan (sus ojos se apagaron un poco sin saber por qué no era escuchado como las otras veces), Don no pudo evitar mostrar una suave sonrisa al perfecto caballero de su hermano al aceptar el brazo poniendo su mano en este.
Ellos se dirigieron a la primera tienda que vieron, que al parecer eran de ropa femenina junto con algunos artículos de mujer. Don tenía a Rhiannon para ayudarla en la elección.
Hernan no tuvo que otra de seguirlo con confusión en su interior porque estaba perdiendo la influencia que tenía en el heredero después de años de estar en la familia Lefeuvre.
...****************...
El mercado del pueblo era bastante bullicioso, no tan diferente a la feria que había en su mundo con los vendedores de puestos y ambulantes, con la única diferencia que aquí vendían telas de calidad que venían del oriente junto con algunas especias que ella reconoció. También había muchos puestos que vendían joyería de oro, plata y piedras preciosas que no se haría en su mundo (con algunas excepciones).
No era un lugar que iría a menudo con la cantidad de personas (y un poco el olor que llegaba en la parte donde estaba los pescados y carnes "frescas") que había alrededor. Se empujaban entre si tratando de pasar, o los niños lo hacían jugando y soltando risas.
Don no era empujada solo porque estaba al lado de su hermano, que era una fuente de intimidacion en si mismo con la altura y la aparente mirada de frialdad que copio de su padre. Las personas no dudaban de alejarse cuando lo miraban.
Le llamó la atención un puesto de especias, pero que no era bien mirado por las personas que le daban bastante desaprobación y se alejaba rápidamente. Si miraba otros puestos de especias, sucedían lo mismo.
¿Qué estaba sucediendo?
—Vamos —dijo Abizer con el ceño fruncido.
—Hermano, ¿Qué está sucediendo? —preguntó Don esperando una respuesta de su hermano.
—Es una tienda que vende. ingredientes para pociones —respondió Abizer sorprendiendo a Don.
¿Ingredientes para pociones? ¿Tomillo? ¿Romero? ¿Orégano? ¿Curry? ¿Pociones? La respuesta de Don fue soltar una risa de incredulidad.
—No puede ser —dijo entrerisas haciendo que Hernan, que estaba detrás de ellos, frunciera levemente el ceño sin que se notará.
—¿Qué no puede ser? —preguntó Abizer.
Don ella había leído brevemente algo de herbologia en uno de los libros que sacó al azar, decía que eran especias para comida y algunas recomendaciones médicas, pero no pociones de lo que ella creía.
¿Significaba que la magia no era tan querida como pensaba?
—Son especias, se utilizan en la comida para darle sabor —dijo mirando a Abizer que se veía incrédulo, como estuvo ella antes.
Chasqueo la lengua, un gesto suyo del otro mundo, y simplemente guío a su hermano al puesto, quién se dejó guiar porque estaba curioso de lo que estaba diciendo su hermana.
Fue así como Don se encontró caminando hacia el puesto donde estaba un decepcionado vendedor.
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Comments
Carmen Herrera Gutierrez
espero con ansias
2023-03-07
2
Ada Ponce
holis autora me encanta la historia más capitulos por fis para saber en qué usará la especies será para cocinar o para las pociones gracias
2023-03-07
1