—Hola, Don —mencionó la mujer.
La voz de la mujer fue suave, pero había un rastro de cansancio que pudo incomodar un poco a la adolescente. Se oía como ella en el pasado, aún sentía que hablaba con cansancio en su voz.
Dentro de Don sabía quién era esta mujer, solo que se veía adulta, lo que no tenía sentido, ¿Por qué se vería mayor que su cuerpo original? A menos que haya renacido en primer lugar y ella interrumpió el renacimiento usurpado el lugar.
No lo lamentaba, se dijo a su misma.
—¿Qué te sucedió? —preguntó con el ceño fruncido, aunque con una curiosidad que solo podía ser satisfecho por palabras correctas.
—Lo que le sucede a las personas amables e ingenuas en un mundo de codiciosos y llenos de sed de venganza —respondió Rhiannon con una mueca en su cara.
Ella sabía lo que ocurría con los ingenuos corderitos si no tenían un protector con ellos. Era lamentable para Rhiannon, aunque le sorprendía que no fuera cuidada por su familia dado que Abizer parecía importarle mucho Rhiannon. Pero había cosas que no sabía porque en su no tenía los recuerdos ni del pasado ni del futuro, pero la verdadera dueña del cuerpo si los tenía, y eso podía ser la respuesta que necesitaba saber de porque cayó en manipulaciones y tuvo una cuchilla afilada que la mató, si su cuello le decía algo.
—No te protegieron —declaró sin un tono de pregunta en su voz.
—Lo hicieron —dijo Rhiannon con una sonrisa irónica en su cara —, pero muy tarde, todos ya estaban enamorados de ella.
¿Ella? ¿Quién era ella?
Como si hubiera preguntado en voz alta, Rhiannon respondió.
—Ella, a quien me refiero con tanto cariño, es mi media hermana.
Las palabras "media hermana" fueron escupidas con odio que Don pudo reconocer porque se había referido de la misma forma a aquel que la había hecho la vida imposible. Y si existía esta media hermana, debía ser bastante cruel para ganarse el odio de una masa de mazapán de Rhiannon.
—Llegó gracias a mi padre, un día la trajo a la mansión porque le dio pena —dijo con burla—, y esa...mujer dio a conocer una apariencia angelical que enamoró a todos que se cruzará en su camino, por supuesto, puso en mi contra a muchas personas y pensé que me lo merecía.
Comprensible cuando era una niña que solo había sido abusada e intimidada por la misma servidumbre que había firmado con su vida velar lo mejor para la familia que estaban sirviendo. Si duda no iba retrasar esta venganza.
Alrededor, que había sido en un blanco tan puro, lentamente se empezó a llenar de manchas de diferente colores que habían aparecido de la nada, y como era tan lento, Don solo se quedó ahí escuchando a Rhiannon hasta que las manchas de colores formaron una imagen en movimiento bastante real.
Sus ojos, que habían pertenecido a su antiguo cuerpo porque aparentemente su alma era como su apariencia anterior, miraron a una mujer sentada en un carruaje. Tenía el cabello rubio que estaba sucio a pesar de que trato de peinarlo y verse bonita, y sus ojos azules dieron a un toque a la mujer de dulzura que hizo sentir repulsión a Don, porque si veía de más cerca, podía ver la astucia y travesura que le daba la misma sensación que aquella que la empujó más allá y la llevo a este mundo.
Tan despreciable.
El carruaje no solo estaba está mujer, también estaba un hombre pelirrojo y ojos grises que ni siquiera tenía arruga en la cara y se veía demasiado joven para ser su padre, y al lado de este hombre se encontró un hombre castaño y unos ojos verdes que miraban con desconfianza a la mujer.
Inteligente.
—Mi padre y mi primo Unay Baillairge, uno de los que trato de protegerme, pero no tenía poder suficiente para hacerlo.
Si era primo de Rhiannon, no tenía ningun título más allá de ser el sobrino del Conde Lefeuvre. Sin poder, pero, ¿Dónde quedaba Abizer?
—¿Abizer?
—Oh, mi querido hermano lo intento —dijo con amargura y tristeza—, pero falló al ser el primero en caer.
En otras palabras, Rhiannon trataba de decir que estaba muerto. Si el padre de ambos hermanos adoraban a esta media hermana, no podría evitar colocar como heredera a está mujer después de la muerte de su único hijo varón. Una muerte ordenada por parte de esa mujer.
—Pensar que sería mi condena.
Rhiannon apretó las manos con fuerza. Si estuviera en el mundo físico, estaría sangrando mientras el líquido rojo caía al suelo. Pero eran solo almas que estaban manifestando como eran en el momento de su muerte.
—Ella parece inteligente —comentó Don llamando la atención de Rhiannon—, aunque no sería difícil matarla.
Los ojos grises de Rhiannon se abrieron con sorpresa y luego soltó una risa casi maniaca que le hizo recordar a Don a si misma. No estaba estable, estaba en un momento bastante destrozado y Don podía decir que había llegado a ese mundo de igual manera, pero matar las amenazas en su vida calmo un poco su alma.
—Si, lo harías —murmuró Rhiannon después de reír.
—Por supuesto, es una amenaza inmediata y se podría culpar que estaban tratando de matar a otra hija del conde...
—Funcionaria—interrumpió la mujer—, si no fuera porque hay una maldición en nuestra familia, la maldición se coloca en la frente después de matar a alguien de la familia para reconocer al asesino, y esta ya lo sabía.
¿Maldición? Los ojos de Don brillaron por la oportunidad de tener más conocimiento, pero eso complicaba las cosas. Siendo alguien que es directa, eliminaría la amenaza ella misma, y esta vez no quería recurrir al suicidio cuando tenía esperanza de vivir más.
(Y olvidar el tormento pasado).
—¿Cómo fue tu muerte? —preguntó sin importar que sonaba insensible, pero era mejor para estar preparada.
—Acusada de traición por parte de mi propio esposo, el príncipe heredero —dijo con los dientes apretados y una mueca que deformo un poco su cara haciéndola ver asesina.
Alcanzó su objetivo de casarse con el príncipe que tanto perseguía, pero al costo de su propia muerte. Un desarrollo y final bastante trágico.
—Anne-Marie fue la amante de mi esposo porque sus ansias de poder y codicia fueron más que ella, incluso acuso al segundo príncipe de traición y elimino a cada enemigo que el principe heredero tenía, como el Duque Delafosse.
Las cejas de Don subieron. Ella estaba casi escuchando una novela a medida que Rhiannon contaba. Tenía una buena trama, lamentable, Don no lo leería a menos que fuera una novela bastante oscura. Quizá por eso había saltado a matar antes de pensar la situación, pero todo la había orillado a usar medios bastantes extremos.
—Y mis primos ¡Mis queridos primos! Fueron puestos en la plaza para morir por piedras arrojadas por los del pueblo porque los habían acusado de malversación y esclavistas.
Rhiannon movía las manos de forma exagerada y su cara se había llenado de ira volviéndose un poco roja y chocando con el cabello rojo.
—Padre, oh, ese pobre diablo, también murió porque se decía que era un espía de otro país ¡Esa mujer solo quería vengarse de él porque echó a la madre Anne-Marie que lo drogo!
Si pudiera retroceder, Don lo habría hecho para no ser casi golpeada por las manos de Rhiannon. Ella estaba bastante alterada, lo peor es que la sangre que estaba en el cuello estaba corriendo más rápido. Eso no debería de suceder, porque no estaba en cuerpo físicos.
—¡Podría haber aceptado un divorcio! Ya no amaba a ese malnacido y malagradecido de Joseph ¡Idiota!
Estaba segura que si Rhiannon no fuera una mujer de la sociedad alta, ella estaría diciendo bastante groserías que podría sonrojar hasta un camionero. Maldiciendo e insultando como una mujer vulgar que no le importaba ser reprendida.
Don asintió con la cabeza con algunas cosas que la mujer decía. Era seguro aclarar que Rhiannon necesitaba desahogarse, y esto terminaría en lágrimas. Lo cual, Don no se equivocó cuando Rhiannon se arrodilló llorando de forma desgarradora y gimiendo de forma tan patética que dio lástima.
Era una mujer que había pasado mucho.
—Y mis pobres hijos, ellos muertos solo por ser los herederos —murmuro tan dolorosamente que hizo sentir incómoda a Don.
Estando en el mismo lugar de Rhiannon, entendiendo está cantidad de desgracia, simplemente se agachó a su lado y dijo:
—Acabaré con ella, por ti.
La mejor de ojos grises la miro con esperanza, una que nunca fue dirigida hacia ella.
—¿Lo harías?
—Por supuesto —apena termino de decir antes de ser abrazada por la mujer de cabello rojo.
O puede que se haya condenado a si misma, pero de cualquier manera, el destino de Rhiannon ahora era el suyo y era mejor detener a cualquiera que la quisiera muerta, y tenía ventajas dado que podía estar en la mente con Rhiannon.
Esa desagradable Anne-Marie no sabía que la golpeó.
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 67 Episodes
Comments
Luz Zubillaga
mente * te comiste esa palabra
2024-03-17
3
Luz Zubillaga
al redactar explicarte mejor, confundes al lector
2024-03-17
0
Mirna Luz Sierra Sanchez
espero autora don pueda revertir todo eso q hizo la bruja ,y le de su merecido y q rompa ese compromiso con el príncipe si es q ya lo hay y se cuadre con el segundo principe jajaja me emocioné
2023-02-15
5