Empezamos a correr como cada día en un parque cercano, en el que también hay otros corredores. Sobre todo se juntan chicas, la mayoría de ellas para vernos, en lugar de practicar deporte. Afortunadamente, no muchas tienen la confianza para acercarse a nosotros, ya que los Guardianes tenemos un efecto singular en los humanos.
Algo en ellos les dice que no se acerquen, que es peligroso, pero eso no les impide admirar un buen físico, en el caso de las chicas. Así que la mayoría nos ve de una distancia segura y quizá una vez o dos al mes, hay una lo suficientemente valiente como para acercarse y tratar de entablar conversación. En esos momentos, es cuando Chris está más motivado y queda con ellas durante la tarde. Sin embargo, nunca vuelven a buscarlo, lo que me hace dudar de sus hábitos con las mujeres.
No es que vaya a preguntar. Honestamente, prefiero no saber.
De nosotros, el único que estuvo casado durante un tiempo fue Dugan, quien es el mayor de todos nosotros con veinticinco años. Pero por lo que nos contó, no duró más que un año, antes de que ella lo engañara con un Guardia del castillo.
Es difícil para todos encontrar una pareja que sea lo suficiente fiel, para resistir los largos periodos de ausencia, en el que tenemos que venir a este mundo. Algunas se aburren de la soledad, mientras otras buscan diversión y compañía con otro hombre.
Realmente es difícil ser un Guardián.
Pero si para los demás es difícil, para mí lo es mucho más. Saber cuándo te mienten es horrible, pero llegar a escuchar palabras de amor, mientras que escucho que es mentira, es uno de mis miedos y lo que me mantiene soltero.
Aunque tengo esperanza de encontrar a alguien en quien pueda confiar, lo suficiente como para arriesgarme a amar. Por supuesto, si mi familia no me presiona para casarme con alguna prima.
-El chico nuevo lo logró- murmura Axel, mientras esperamos, después de terminar de correr.
-¡Tu puedes Will!- grita Ari, quien terminó de correr primero que todos.
Sonrío al ver a Willum dando su mejor esfuerzo, siguiendo de cerca a Dugan, quien es poseedor de una gran fuerza, pero que no es particularmente rápido.
Lo logró. Pienso mirando la hora y viendo que aún faltan diez para la hora máxima queimpusimos para completar los kilómetros.
Por fin pudo completar los veinte kilómetros y con tiempo de sobra.
Dugan llega primero y un momento después lo hace Willum, totalmente agotado.
-Lo hiciste. Felicidades- le dice Ari.
Él levanta la cabeza y me mira, buscando aprobación. Lindo.
-Lo hiciste bien- le digo, sonriendo. Y él, por primera vez desde que llegó, me regala una pequeña sonrisa. Vaya, él es totalmente diferente cuando sonríe.
-Nada mal- dice Chris, estudiando a Willum.
-¡Una sonrisa!- exclama Ari, avergonzando a Willum y haciendo que se sonroje.
Definitivamente mi pequeño estudiante es lindo de verdad.
-No exageres y regresemos- dice Axel, aunque sigue mirando a Willum, a pesar de que la sonrisa ya no está, lo que demuestra que también se sorprendió.
Generalmente Willum es serio y habla poco, a menos que le preguntes, no buscará conversar, pero cuando sonrió, su expresión fue hermosa y sus ojos negros brillaron como joyas, dándole un aire mucho más accesible.
Después de eso, volvemos a nuestra casa, una de dos pisos que se encuentra en los suburbios de una ciudad relativamente pequeña.
Los que venimos del mundo de los Guardianes, somos afortunados y cuando cruzamos al mundo humano, no importa en qué parte del mundo estemos, allí entenderemos el idioma y lo podremos hablar. Lo que nadie entiende, pero es muy conveniente y práctico para nosotros.
De todos modos, en nuestro mundo hay muchas cosas que no tienen explicación. Empezando por la habilidad de mi familia. Nadie sabe desde cuándo y cómo se adquirió esa habilidad, simplemente se han encargado de mantenerla.
Luego de llegar a la casa, nos ponemos a trabajar en ejercicios de fuerza, como pesas y otras máquinas que son muy útiles. Es en esta parte cuando más sufren Ari y Willum, quienes son los más pequeños y delgados. Por otro lado, esta parte del entrenamiento es el fuerte de Dugan.
Luego de eso, vamos al patio trasero, uno que está amurallado por los lados, para practicar con nuestras armas. Lamentablemente, la mayoría utiliza diferentes armas, así que no todos pueden practicar en parejas.
En mi caso y para mí decepción, Willum es alguien con el que no puedo practicar, ya que su arma elegida fueron cuchillos para lanzar. Y aunque me preocupa que no tenga un arma para defenderse en caso de que algún demonio esté demasiado cerca de él, creo que nos complementaremos perfectamente, ya que soy un luchador de corta distancia.
Aunque aún tenemos que encontrar a algún demonio para ver cómo va a reaccionar Willum.
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Comments
Irma Ruelas
🤔🫣😱😳🙄🕵️🥷🥷❤️❤️❤️
2023-02-24
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