No me atreví ni siquiera a entrar dentro de las murallas en ese tiempo y me quedé oculto entre la gente que vivía fuera de las murallas y los comerciantes que iban y venían y se instalaron de forma temporal allí.
Por supuesto, también hubo personas preguntando por mí en ese lugar por un tiempo, lo escuché de alguien, pero los Guardias del muro nunca me vieron, fue un acierto de mi parte no aventurarme dentro de los muros.
Recuerdo sobrevivir alrededor del primer mes, robando lo que podía obtener, sin que los comerciantes lo notaran y ocultando mi cara lo mejor que pude. Pero tenía miedo de ser descubierto y que me llevaran de vuelta a ese horrible lugar, así que pronto busqué una mejor manera de obtener comida.
Al principio fue un fracaso tras otro, pero después de seguir en secreto a los cazadores y aprender de ellos, finalmente pude armar pequeñas trampas y capturar algunos animales. Mi primera captura, la que comí asada en una fogata, cerca de donde la había capturado, fue la mejor comida que he tenido en mi vida. Todavía hoy, casi puedo saborear lo buena que fue esa comida.
Después de eso, las cosas empezaron a mejorar. Cazaba para comer y el resto lo cambiaba por cosas que necesitaba. Por supuesto, al principio no querían hacerlo, ya que desconfiaban de alguien que ocultaba su rostro, pero pronto se acostumbraron a verme alrededor.
También fue bueno que dejaran de buscarme y pudiera relajarme en ese sentido.
Con lo que pude obtener de la caza, obtuve algo de ropa y también pude construir un pequeño refugio improvisado y ya no tenía que vivir a la intemperie.
Mis cara también sanó lo suficiente como para que sólo quedaran pequeñas cicatrices. Las que nunca desaparecieron, pero se hicieron menos visibles. Por supuesto, nunca lloré de nuevo, no lo he hecho no importa lo difícil que fuera sobrevivir.
Terminé adaptándome al lugar y descubrí muchas cosas que al principio desconocía. La primera, ya no estaba en mi mundo, sino en uno diferente. Ambos mundos estaban conectados por portales que se podían utilizar en ambas direcciones. Por supuesto, tenías que tener alguna arma especial para poder abrir portales y cruzar. Es cuando entendí mejor las acciones de la mujer que me rescató. Ella seguramente, no hubiera podido sacarme de ese lugar y llevarme a una ciudad humana, porque de seguro seríamos capturados antes siquiera de dejar el edificio, en cambio me trajo aquí, ya que podía abrir un portal en cualquier lugar y teníamos una mejor oportunidad. Yo tenía una mejor oportunidad. A veces aún me pregunto, si no tuvo además de esa, otra razón para traerme aquí.
Como sea, rápidamente me enteré de los Guardianes, quienes eran guerreros de este mundo que entrenaban e iban al mundo humano a acabar con demonios. Seres que antes fueron Guardianes y que fueron corrompidos por algo que llaman oscuridad y que perdieron toda su racionalidad. Sí, demonios. Y yo soy un medio demonio. Por supuesto, tenía sentido que la mujer me pidiera nunca revelar lo que soy.
Los demonios eran odiados en este lugar, ya que un tiempo atrás, había existido una gran invasión de demonios y acabó con una buena parte de la población. No había prácticamente nadie que no hubiera perdido a alguien por culpa de esa invasión.
Ese odio era entendible, pero es difícil saber que lo que esta gente más odia, es en lo que me transformaron.
Los años fueron pasando mientras me mantenía sobreviviendo en la periferia, tratando de llamar lo menos posible la atención. Perdí la cuenta de cuántos años cumplí y sólo tenía una idea vaga de lo que era mi edad. Finalmente olvidé mi fecha de cumpleaños, ya que en este mundo se vive a un ritmo más pausado y los días y años pasan, sin que la gente esté demasiado pendiente de un calendario.
También me quité los trapos con los que cubría mi cara y aunque llamaba un poco la atención y la gente generalmente me evitaba, creí que ocultar mi cara era más llamativo aún. Fui creciendo también, pero a un ritmo un poco lento y era demasiado flaco y pequeño, en comparación con los otros niños que deberían tener alrededor de la misma edad. Supe después, que la raza de este mundo, era un poco más fuerte que un humano normal y que esa fuerza también se podía ver en sus cuerpos. Así que me resigné a ser más pequeño que el resto.
Otra cosa que cambió durante los años, fue mi nombre. Los nombres en este mundo son un poco diferentes, así que decidí que también necesitaba un nombre diferente. Me nombre a mí mismo Willum. No hay una gran razón para haber elegido ese, simplemente lo escuché de un comerciante y decidí tomarlo para mí.
No es que alguien me llamara por mi nombre, ya que generalmente era evitado, a no ser que estuviera vendiendo lo que cazaba, pero me gustaba hablar conmigo mismo a veces y nombrar mi nombre.
Por alguna razón, tener un nombre nuevo y no aquel que utilice en ese infierno, era un alivio para mí.
Willum era parte de este mundo, Willum nunca fue encarcelado, Willum nunca tuvo una infancia en el infierno. Por supuesto, no importa qué tanto me engañara a mí mismo, nunca se me pasó por la cabeza tan siquiera, olvidar a mi madre. Willum también tuvo una madre llamada Esperanza, que lo cuida en todo momento desde las estrellas.
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Updated 48 Episodes
Comments
Patty Molina
que triste infancia 😢😭
2024-06-22
2
Irma Ruelas
🤔🫣😱😳🙄🕵️
2023-02-24
0