Capítulo 20

-Eso está bien, a mí también me gusta salir contigo- sonrío, feliz en realidad por sus palabras. 

-Pero todavía no entiendo, ¿Ellos se casarán? ¿Y cómo tendrán hijos?- interroga Willum. 

-Bueno, no creo que se casen y no pueden tener hijos- respondo, luego dudo -¿sabes cómo se hacen los bebés? 

-Por supuesto. No me trates como a un niño. Vi muchos animales apareándose en mi tiempo como cazador- Willum suena ofendido y yo intento no reírme de él. 

-Bueno, comprenderás que a diferencia de los animales, los humanos se aparean para reproducirse, pero también por placer- está conversación es tan extraña. Nunca pensé que tendría que enseñar este tipo de cosas a mi estudiante. 

-Pero Allen, ¿por dónde?- pregunta Willum. 

-¿Por dónde?

-¿Por dónde lo hacen dos hombres?- pregunta curioso ahora. 

Ahora me estoy empezando a avergonzar… Quizá debería tener una conversación con Ari y Dugan para que sufran vergüenza también. 

-Es… bueno. En una pareja de dos hombres, uno actúa el papel de mujer y deja que el otro lo tomé por su agujero posterior- explico y ahora en verdad quiero hacer sufrir a esos dos. 

-¿Se puede?- Willum abre mucho sus ojos negros, sorprendido. 

-Se puede. 

-¿Y esos dos lo están haciendo?

-No lo sé- respondo sinceramente. 

-Pero ellos se besan. 

-Lo hacen. 

-Ya… Y para los humanos eso es normal- repite Willum, tratando aún de entender. 

-No sé las razones de los humano, creo que algunos lo hacen sólo porque está de moda, otros en realidad gustan de otros hombres, pero creo que Ari y Dugan estaban ambos pasando por un momento difícil y se sentían solos. Tener a alguien en quien apoyarte en tiempos difíciles y con el que puedas olvidar, creo que esa es la razón. 

-Eso puedo entenderlo- dice Willum, esta vez sonando como un adulto con demasiada experiencia, en lugar de un niño curioso. 

-Hay muchos humanos que son ruidosos con eso, hay otros que lo guardan en silencio, otros sólo quieren vivir felices con sus parejas, sin que nadie se meta, depende de la situación y de la personalidad de la persona. No estoy seguro, pero pienso que siempre que puedas llegar a ser feliz y encontrar una pareja con la cual puedas compartir esa felicidad, independiente de si es hombre o mujer, puedes sobrellevar los retos que eso suponga y luego eso se convertirá en tu fuerza. Pero hablo como alguien que nunca se ha enamorado y también como alguien que viene de un mundo diferente a este. 

De cualquier manera, creo que cada quien es libre de decidir a quién querer.

-Así que tú y yo guardaremos en secreto lo que vimos y dejaremos que sean ellos los que decidan el camino que quieren tomar para su relación, porque los respetamos a ambos ¿cierto?

-No lo diría. Todos tenemos cosas que no podemos contar a los demás, pero no quiere decir que por eso seamos malas personas. Al menos eso quiero creer- Willum luce distraído, pensando seguramente en sus propios secretos. 

Esperaré que llegue el momento en que pueda confiar en mí y decirme lo que le preocupa. 

 -Bien, ¿Qué te parece si nos vamos a cazar un poco antes y esperamos la noche en algún parque? Creo que ya no podremos dormir una siesta. 

-Está bien. Voy a buscar mis armas- dice Willum, parándose y saliendo de mi habitación. 

Al estar solo, suspiro y miro al techo. 

Al menos pude sobrevivir a la conversación. Aunque soy el menos indicado para hablar de amor y parejas, cuando yo mismo estoy destinado a casarme con alguien a quien no amo y probablemente no amaré y que además es un familiar… 

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