Emel comenzó a caminar hacia donde estaban sus hermanas y al llegar a donde ellas dijo: --Ey.. Regresen a sus asientos ¡Ahora!.. (Las niñas agacharon la cabeza y se dirigieron hacia sus puestos, mientras Emel quedó viendo a sus hermanos mayores, luego de lanzar un suspiro y verlos por unos minutos les dijo) --Espero que sepan apreciar el significado de sus vidas y no codicien lo que no deberían.
Bekir lanzó una sonrisa burlona y dijo: --No sabía que hablabas tan fluido hermano Emel.
Emel enarcó una de sus cejas, miró a Bekir y compañía mientras decía: --Lo que sucede es que no me rebajo ante la nobleza.
Emel volvió a su sitio y Bekir chasqueo su legua mientras decía: --Sino hubieses nacido, seguramente sería el sucesor del sultán.. Tsk.
Ese día no pasó nada inusual, el sultán le dio regalos a los hijos de las concubinas, la sultana los bendijo, al igual que toda la multitud de Granada, pero, la sultana estaba preocupada, ya que pensaba que la traición que iba a pasar, iba a suceder con los hijos de las concubinas y no con ellas en realidad y fue por ello, que descuido los otro puntos, en donde una traición se podía dar.
--No deseo que las niñas estén cerca de los hijos de las concubinas ¿No podemos hacer algo al respecto?
Salim miró a Simonette y le dijo: --¿Algo?
--Si.. Yo presiento que algo va a suceder.
Salim sonrió y dijo: --Si piensas que podría pasar, lo que sucedió conmigo.. No pasará, Yo los aprecio a todos y sé que todos esos niños me quieren por igual.
Simonette estaba en su estudio arreglando unos pendientes y el sultán había ido haber lo que hacia, ya que en las tardes quería estar con ella y ella simplemente decía que estaba ocupada.
--Pero..
El sultán abrazó a Simonette y en el oído le dijo: --Te deseo.
El rostro de Simonette se puso rojo, miró los ojos del sultán y dijo: --¿Esperamos que sea de noche?
El sultán negó con la cabeza y comenzó a tocar a Simonette por encima de la ropa, luego le levantó el vestido, metió la mano en la ropa interior inferior y comenzó a jugar con sus partes con los dedos.
--Mmm.. De..bemos ponerle el segu..ro a la puer..ta.. Ooh cielos.. Aaah.
Salim había metido sus dedos en la vag*na de Simonette, así que ella abrió las piernas para que la sensación fuera mejor.
--No dejen que pasen.
--Entendido.
Fue lo que dijo el guardia detrás de la puerta, en respuesta a lo que Salim había dicho.
Salim y Simonette estuvieron amándose en el estudio durante una hora y cuando estaban terminando de arreglarse, un survierte tocó a la puerta.
--¿Si?
Fue lo que dijo Simonette al cersiorar con la mirada, que el lugar en el que estaba era su estudio, así que miró al sultán y pensó "¿Que le pasará? Últimamente está deseando amarme cada vez más", Salim le dio un beso en los labios al notar la mirada de ella sobre él y luego de besarla sonrió.
--Me encanta como se tiñen de rojo tus mejillas, con cada acción que hago que no esperas.
Simonette rodó los ojos y la voz que estaba del otro lado de la puerta dijo: --Mi señora.. ¿Puedo pasar?
La sultana se dio un leve golpe con la palma de la mano en la frente y dijo: --Sí.. Claro que puedes pasar.
Un hombre vestido de caballero entró al estudio y el sultán al verlo le dio un leve fruncir al ceño mientras decía: --Eres uno de los guardias puestos en el harem ¿No?
--Así es mi señor.
La sultana sonrió y el sultán dijo: --Fuí quien lo puso ahí.. Es obvio que tenga que saber su ubicación laboral ¿No?
La sultana miró al hombre luego de oír al sultán y dijo: --¿Qué es?
--¿El?
La sultana golpeo la mesa por lo molesta que se sentía y dijo: --La pregunta es, el porque estas aquí en mi estudio ¿Hay algo que debo saber?
El hombre agachó la cabeza y dijo: --Lo siento.. Lo que sucede, es qué, una de las concubinas del sultán está en cinta.
La sultana le dio un leve fruncir al ceño y dijo: --¿Se atrevió a engañar al sultán?
--Si.
La sultana miró al sultán y dijo: --Yo haré lo que desees, pero, tienes que recordar, que un engaño al sultán.. Merece la muerte y esto es la horca.
La sultana asintió y dijo: --¿Quién es y como supieron?
--Es Isla.. La sirvienta a su lado, le preparo un te con la flor de pavonis y canela mi señora.
La sultana chasqueo y pensó "¿Será está la traición de la que hablaba?"; Luego miró al guardia y dijo: --Quiero verla ya mismo aquí, así que traela ante mí ahora.
--Si.. De inmediato mi señora.
El guardia asintió y se fue y al cabo rato trajeron a Isla mientras que la sirvienta decía: --Mi sultana escucheme.. Ese te era para mí.. Mas no para mi señora, así que mi señora no debe estar aquí.
--Si es como dices ¿Porqué no te bebistes el te en donde lo hicistes? (La sirvienta empuño sus manos y la sultana dijo) --Isla Wylles, concubina del sultán Salim de Ali ¿Es cierto que estás en embarazo? Si es así ¿De quién es?
Isla no decía nada, solamente tenia las manos empuñadas mientras miraba hacia el suelo.
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Comments
JERITSABELA
Me encanta la novela gracias escritora
2023-12-07
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