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El rostro de Simonette se había puesto rojo, más el sudor que le bajaba por la frente, le había mojado todo el cabello, mientras que las lágrimas recorrían sus mejillas y pensaba "Si hubiese sabido que sería así no lo hubiera deseado con tanto deseo", Simonette pujaba como les decían las sirvientas y ella sentía que de a poco se dormía, ya que se sentía débil y el dolor que sentía, la debilitaba aún más.

--Mi señora no se duerma.. Despierte y puje.

--Mmm ugh.. Uff.. Mmm ugh..

Luego de unos minutos se escuchó el llanto de un bebe y lo pusieron al lado de Simonette, la sirvienta miró al sultán y dijo: --Es un varón mi señor.

El sultán que estaba en la habitación preocupado por Simonette, al ver al bebe sonrió y dijo: --Su nombre será Emel.. Por ser el deseo ferviente de la sultana.

Simonette sonrió y dijo: --Mi mayor "deseo".. Ugh.. Mmm.

Salim miró a las sirvientas con el ceño fruncido y dijo: --¿Qué sucede?

--Viene el otro bebe mi señor.

Salim asintió y comenzó a retomar la caminata de un lado a otro en la habitación, luego el llanto de un segundo bebe se volvió a escuchar y la sirvienta dijo: --Es un niña mi señor.

Salim volvió a acercarse y vio el cabello de la niña, y este era igual de rojizo que el de su madre la antigua sultana, así que con una sonrisa en los labios dijo: --Arzu.

Simonette asintió y volvió a pujar, luego nació una niña nuevamente y el sultán la nombró Özlem y una cuarta niña que nombró Seher.

La sultana había tenido cuatro hijos en un parto y eso se debía a ambas familias, ella quedó exhausta, así que luego de limpiarla como correspondía, se quedó profundamente dormida; Salim se quedó en la habitación con la sultana, ya que admiraba la fuerza que tenia ese cuerpo pequeño que ella poseía, él le dio un beso en la frente y miró a los bebes que dormían.

--Cuanto hubiese deseado que ustedes fueran mis hijos también.

Salim salió de la habitación y fue directo al estudio a terminar su trabajo.

Simonette se levantó al día siguiente y al despertarse y ver a los niños a un lado sonrió y dijo: --Pensé que había sido un sueño.. Pero es bueno verlos a mi lado.

El embarazo de la sultana solo duro 28 semanas, pero a pesar de eso, los bebes habían nacido saludables y los cuidados de la joven sultana comenzaron a darse.

Salim, el sultán, era de los primeros en estar pendiente de la atención que la sultana necesitaba y, aunque lo que había sucedido con Yusuf y la sultana, seguía en su mente, él no se lanzó al odio y al rencor, ya que después de todo, eso no hubiera sucedido si hubiera sido sincero desde el principio.

--Salim.. (El sultán dirigió la mirada hacia donde la sultana, ya que ella le había hablado y ella con una sonrisa y le dijo) --Te amo Salim de Ali.

Salim se levantó de la silla, en donde estaba durmiendo a Arzu, se acercó a los labios de Simonette y dijo: --Yo también te amo.. Te amo tanto Simonette Abadi.

Los sultanes se amaban con locura y todos los de Granada podían verlo a simple vista, la celebración de los príncipes fue bien grande en Granada y aunque la sultana estaba delicada aún, los bebes fueron sacados para que los súbditos de Granada los conocieran.

--Bendiciones a Emel De Ali Abadi, el futuro sultán de Granada, bendiciones para las princesas Arzu De Ali Abadi, Öslem De Ali Abadi y Seher De Ali Abadi.. Que crezcan con mucha salud y con una gran prosperidad.

Eran las palabras de los súbditos cuando dejaban los regalos para la sultana y para los niños.

Ocho años pasaron y los pequeños príncipes estaban creciendo saludablemente; Emel era un niño calmado y tranquilo, pero cuando se molestaba, tenía un temperamento insoportable, en cambio las niñas eran desordenadas y cada una poseía una personalidad diferente, Arzu era inteligente, pero callada, estaba con las demás pero al ser atrapada, se hacía la que no hacia nada, Öslem era un poco mas directa, bueno para ser claros era sincera, así que era ella la que delataba a Azur cada que preguntaban y Seher, era la típica niña que conseguía todo lo que quería con el llanto y cuando se lo daban sonreía.

Simonette se había vuelto aún más hermosa despues de haber dado a luz, así que las concubinas estaban molestas por ese echo, ya que el sultán, tenía años sin ir al harem, tanto así, que mandaba a llamar a los niños nacidos de las concubinas al palacio familiar para que todos pudieran almorzar en familia.

El sultán se había convertido en un buen padre y lo sucedido con la sultana y su guardia Yusuf, lo había echo a un lado, pero, no todos olvidan los sucesos que pasan, y esto era lo que le pasaba a Yusuf, ya que él se sentía muy humillado por lo que el sultán le hizo delante de la sultana hace ocho años; aparte al ser aún esperaba a Simonette, ya que esperaba que ella cumpliera sus palabras.

--Te estaré esperando Simonette.. Esperaré por tu respuesta.

Simonette oraba en su habitación, ya que tenía miedo de ese ser que se encontraba en la sala.

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Comments

Li Otero

Li Otero

Que tramaran las concubinas??? 😡😠🤬

2025-03-23

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