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Pero como lo había visto de repente, él se sorprendió un poco, pero luego lanzó un suspiro y dijo: --Ella va a descansar por el momento.. Así que puedes retirarte.

Cuando el sultán se iba a disponer a caminar hacia la otra dirección, una voz gruesa, tosca y áspera le dijo: --Tu esposa.. La sultana dice la verdad.

Él se detuvo en seco, miró hacia donde estaba el sirviente y no lo vio, se regreso a la habitación ya que pensaba que quizás había entrado en ella, pero no estaba ahí, así que pensó "¿Qué carajos fue eso?".

El sultán fue directo a su oficina y al entrar recordó, que esa voz la había oído antes y fue el día en que vio por primera vez a Simonette.

Recuerdos

Salim había llegado a Edirne, ya que su padre, el sultán de Granada, lo había enviado a llevar una carta, junto a una mercancía al sultán de ese lugar, luego de entregarlo, el sultán le dijo que lo esperará un momento en el jardín, ya que no quería que su esposa supiera de la mercancía que había llegado de Granada, al reconocer el rostro del futuro sultán; Salim asintió y fue directo al jardín.

Él ya tenia claro quién iba a tomar como esposa y esa seria Hörem, ya que esa fue la primera mujer que él había tocado y la quería poner como sultana de Granada, pero, había un pequeño problema y era el echo, de que sí su padre el sultán, seguía con vida, no iba a permitirlo, ya que Hörem, era su favorita, ya que a los ojos del sultán, esa chica era su hija.

Mientras Salim iba de caminó hacia el jardín, escuchó la voz de los monarcas que veían a una joven de cabello negro danzando.

--Cuando crezca será muy hermosa la princesa.

--Si.. Y su danza será alabada por muchos.

Salim quedó viendo a la chica que bailaba y le preguntó a los monarcas sobre quién era y ellos dijeron: --Es la primogénita del sultán muchacho, su nombre es Suminette Abadi.

Salim asintió y pensó "Se ve tan libre y feliz.. Yo no me veía asi a su edad, ya que mi padre siempre me obstruía los pasos que daba, pero ella está aquí, al aire libre, danzando sin más, no se oculta de nadie y no le importa las miradas que le dan.. Tsk, que envidia", Salim iba a caminar hacia Simonette, ya que quería ver su rostro y cuándo iba a dar un tercer pasó escuchó una voz grotesca en su mente que decía:

--Si te vuelves el sultán de Granada, obtendrás a Simonette, ella desea ser libre por siempre; bailando, sonriendo y hablando con los demás con libertad sin importarles el que dirán.. Salim de Ali, contestame algo.. ¿Tu deseas eso?

Salim quedó viendo a la joven y cuando ella se detuvo y giró para ver quién estaba detrás de ella, los ojos dorados de la joven chica lo impactaron, esos ojos color oro lo miraron fijamente, así que el decidió estar con ella, ya qué ¿Quién sería tan estúpido como para dejar ir el oro de sus manos? Exacto.. Ninguno lo es.

--No.

Fue lo que dijo Salim en repuesta a lo que le preguntaron en su mente, luego la voz grotezca le dijo:

--Perfecto.. Entonces Salim de Ali.. Debes hacer lo que te digo.

Salim escuchó cada palabra que oyó en su mente y lo único que dijo al final para responderle fue un: --Lo haré.

Simonette al verlo de pie por un largo tiempo se acercó a él para hablarle y cuando estuvo cerca de él le dijo: --¿Desea decirme algo?.. Disculpe que pregunte, pero ¿Cuánto mide usted?

Salim miró a esa pequeña chica que estaba frente a él, y dedujo que media cuando mucho 1.50, así que sonrió y dijo: --1.99.

La joven chica lo miró con asombro y dijo: --Wao.

Luego el sultán, el padre de la chica dijo: --Simonette, debes alistarte.. El malik viene a verte.

La joven se cruzó de brazos y dijo: --No quiero verlo.

--Pero hija.

La chica caminó hasta donde estaba su padre y le dijo: --No quiero.. Si me tengo que casar con alguien.. Por lo menos debe gustarme ¿No me lo haz dicho siempre?

El sultán asintió y dijo: --Así es.. Y si te casas con él serás la mujer de un malik.

La joven enarcó una de sus cejas y dijo: --No quiero ser esposa de un malik.. Y no quiero casarme todavía padre.

La joven se fue y el sultán se acercó a Salim y le dijo: --Toma.. Puedes entregarle esto a tu padre.

Salim asintió y prendió el viaje nuevamente a Granada; al llegar al palacio, comenzó a matar a todas las personas que se encontrara caminando.

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