No fuera a cambiar y que, por favor le permitiera a ella, ser la madre del futuro sultán.
Esa oración se llevo acabo en el mes que iba transcurriendo, es decir que pedía cada día del mes, lo mismo; la primera semana del mes, el sultán fue a la recámara de Madison; él estuvo con ella dos veces en las noches, y en la segunda semana, estuvo con Byrne y también hizo lo mismo, al igual con las otras concubinas; él estaba seguro que lo que hacia era una pérdida de tiempo, pero sino lo hacia, perdería la joven sultana de 17 años, ya que si el pueblo se descontrolaba al saber, de seguro pedirían que abandonara el palacio del sultán y que los padres de la joven sultana al enterarse de lo sucedido, se llevarían a su hija y la volverían a casar.
--No dejaré que eso pase.
Fue lo que dijo el sultán mientras caminaba hacia el harem.
--Hermano..
Yusuf y Yassir sabían el secreto de su hermano mayor, sabían el secreto del sultán; pero solo estaban para apoyarlo a él y no para discriminarlo; pero había algo que el sultán desconocía y era el echo de que uno de sus hermanos codiciaba a la joven sultana.
Cuando el mes pasó y comenzó otro, el sultán siguió asistiendo a las concubinas, no las amaba, ya que el amor que tenía era nada mas que para la sultana, pero si estaba con ellas, ya que en el harem, había guardias de los monarcas que vigilaban las noches del sultán con las concubinas detrás de las puertas.
--Aaaah mi se..ñor.. Oooh.
Los guardias se ponían rojos al escuchar a las concubinas gemir y gritar, por los toques intensos que el sultán les daba y cuando el segundo mes pasó esa faena terminó, ya que el sultán, aparte de ser despiadado, era un hombre de palabra.
--Gracias por escucharnos mi señor, ahora solo hay que esperar a que este mes pasé para ver los resultados.
El sultán miró a los monarcas y dijo: --Si ya dijeron lo que iban a decir, retirense.. Necesito tener este espacio libre para mí.
--Que sea el creador bendiciéndolo mi señor.
Fueron estas las palabras de los monarcas antes de salir del estudio del sultán.
Su hermano Yassir se acercó a él y le dijo: --Hermano, deberías hablar con la sultana, ya que si ellas hacen lo que las concubinas tienden hacer, la sultana se sentirá mal.
El sultán miró a su hermano menor y dijo: --Lo sé.. Pero ¿Cómo se supone que destruya ese bello sueño que tiene? Yo no sería capaz de hacerlo, ya que los sueños son los que impulsan a las personas a continuar y como haz dicho, hasta ahora, tendré la certeza de que entre todas las mujeres con las que e estado, la sultana solo será mi mujer.
Los hermanos del sultán se miraron entre ellos y asintieron a las palabras de él; los hermanos menores del sultán eran gemelos y tenían 18 años, su cabello era negro igual que el del sultán, los dos eran la versión joven y tranquila del sultán, pero no podemos ignorar el echo, que entre el sultán y sus hermanos gemelos, el sultán, era mejor partido por su excepcional belleza ya formada, en cambio la de sus jóvenes hermanos, todavía estaban en formación.
Cuando el tercer mes terminó, el sultán y la sultana estaban en el jardín del palacio tomando bocadillos mientras hablaban; la sultana comenzó a ir a la sala de oración tres veces al día y si no lograba conciliar el sueño, a veces amanecía en el interior de la capilla.
--Amor.. Me estás preocupando, sé que te gusta orarle a Yâhvę, pero a este ritmo te enfermaras, así que ¿Puedes dejarlo por unos días?
La sultana negó con la cabeza y dijo: --Voy a volver al mismo tiempo de antes, pero no dejaré de orarle a nuestro creador.
El sultán no sabia convencerla, ya que al verla determinada a seguir orando a cualquier hora por un hijo, la motivaba, pero a ese ritmo se podía enfermar y era eso lo que él deseaba evitar.
El sultán miró a sus hermanos y ellos asintieron, así que el sultán lanzó un suspiro y dijo: --Amor.. Sé que estás motivada por tener un hijo conmigo, pero Yo..
Las palabras del sultán se esfumaron al escuchar a uno de los guardias gritar mientras corría por el palacio.
--¡Yâhvę nos a bendecido! ¡Yâhvę nos a bendecido! Las cinco concubinas del sultán, están en cinta.
Una y otra vez el guardia repetía lo mismo, el sultan le dio un leve fruncir al ceño y pensó "Estaba seguro que así resultarían las cosas, pero ¿Las cinco a la vez? Tsk ¿Que le habrán dicho los monarcas para que esto sucediera?"; la sultana al oír eso dijo: --Ahora lo comprendo.. Soy la del problema.
--No pienses en eso.
Simonette miró a Salim a los ojos y dijo: --Entonces ¿Qué es lo que debo pensar? ¡Yâhvę no me a escuchado, así como escuchó a mi madre! ¿Habré hecho algo malo o simplemente el creador no desea que Yo sea madre?
Los hermanos del sultán fueron hacia donde estaba el hombre que gritaba y los gritos del hombre dejaron de oírse, Yusuf regreso a donde los sultanes estaban y Salim al verlo dijo: --¿Dónde está Yassir?
--Fue a solucionar un problema.
Salim asintió, vio a la joven sultana y dijo: --Si las concubinas te son fieles, te dirán la verdad.
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Comments
Li Otero
Awww
2025-03-23
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