Mi luna siempre sera ella aunque lo niegue

Izan

Estoy dormido y siento que alguien me abraza, me imagino un pelo negro y largo adornando mis almohadas. Cejas coposas bien arregladas y bajo estas, ojos negros e intensos que me devoran. Una pequeña nariz que te guía hasta unos labios finos en los que se dibuja una hermosa sonrisa. Levanto mis manos adivinando su posición y acaricio su rostro para descender con una mano y recorrer esas bonitas curvas algo rellenas, pero excitantes que posee. Me encanta que no sea tan alta y que pueda esconderse en mi cuerpo, rodearla con mis brazos y protegerla, es algo que adoro. Don un beso en su cabecita y me entretengo en su olor, pero… hay algo mal.

Mi chica tiene una esencia de frambuesa y mar, esta persona tiene otro aroma… abro los ojos de par en par para ver a Jimena en mi cama. Es alguien con quien he tenido algunas noches y nada más, no me interesa como pareja y menos ahora que Nerea está aquí. La aparto de mi lado y comienzo a levantarme.

—¿Qué hice mal Izan?

—Tu nada Jimena, aunque si voy a estar agradecido de que no vuelvas a colarte en mi habitación. Lo que paso entre nosotros no volverá a repetirse, tengo mi pareja.

—Pero… tú renegaste de ella.

—No… yo solo dije que no la reconozco como mi luna, no como mi pareja, hay una diferencia y lo sabes.

—¿Entonces qué? La vas a hacer tu amante y casarte con otra para que sea tu Luna.

La miro algo molesto por su tono, como Alfa no necesito que se me cuestione, aunque escucho a mis subordinados, hay un límite, sobre todo en el tono y forma de dirigirse hacia mí. Le gruño con fuerza, al ser un jefe joven mi control no es tan fuerte como el de mi padre, aún me ganan mis impulsos. La veo bajar la cabeza y gemir por lo que me detengo.

—Lo que yo haga con mi vida personal es mi problema, no te he dado el derecho para opinar en esta. Ahora lárgate y nunca más vuelvas a intentar algo conmigo, lo que tuvimos como dije ya llego a su fin.

Sale corriendo de mi habitación y cierro los ojos mientras dejo caer mi cabeza hacia atrás. Resoplo al solo pensar en lo que ha dicho, qué estupidez, hacer amante a mi pareja y poner a otra Luna, eso solo me debilitaría, haría daño a la manada. Quien no conoce que las fuentes de fuerza, valentía y poder son los superiores de cada clan, y que por eso será más fuerte el estado de la manada si usan a los legítimos al puesto. Claro que siempre hay sus excepciones, pero en realidad esas nada más ocurren por qué los dioses lo eligen así.

Solo me dirijo al baño, necesito una ducha para salir de esta conmoción que tengo gracias a Jimena. También quisiera poder ver a Nerea, siento unos enormes deseos de ver su sonrisa y envolverme en su esencia. ¡Diosa Luna! Darme fuerzas, estoy sucumbiendo muy rápido a esta fuerza de atracción y aún no he podido limpiar mi corazón, no está bien.

—¿Izan?

—Dime padre.

—Tenemos en quince minutos reunión de emergencia.

Frunzo mi ceño con preocupación.

—Entendido, estaré allí.

Y así se corta nuestra comunicación, la cual es una habilidad dada por la diosa, limitada, pues no puede emplearse a largas distancias, pero igual extremadamente útil. No lo pienso y solo continuo con mi rutina a velocidad para estar en el salón de reuniones dos minutos antes. Mi padre me mira y asiente, con lo cual avanzo para tomar mi lugar. Cuando estamos todos comienza la reunión, al parecer nuestras fronteras nuevamente están siendo violadas por alguien. De hecho, no nada más las nuestras, otros clanes se han visto afectados por estas mismas acciones.

—He hablado con otros alfas que opinan como yo que esto es una provocación o un grito de auxilio, debido a la junta de los altos mandos de los clanes que está próxima a celebrarse. Es como una advertencia o un llamado de atención sobre algo, al menos así lo reconocemos. Esperemos poder identificar que desean, pero igual todos deben estar alerta y no permitir a nadie estar solo a la hora de recorrer la frontera.

>>Va a ser más tedioso, pero necesitamos que estén en grupos pequeños, no deseamos perder a nadie por algo que no hemos podido identificar de forma clara. Aunque todo indica a un grupo de Yaguarundí, ya que por lo que hemos descubierto, las brechas ocurren en pleno día y no de noche.

Todos nos miramos extrañados, normalmente este clan es bastante pacífico y viven más hacia las partes cálidas, que anden por estos lares es alarmante. La reunión termina y todos se van luego de haber tomado los acuerdos y revisar los planes de recorrido de guardia.

—Padre, no deberíamos intentar encontrar una forma de comprobar si son una amenaza o solo necesitan ayuda.

—Me alegra ver que estás madurando hijo y que no te dejas llevar por el impulso. En cuanto a lo que plateas, si, ya hemos empezado a buscar formas de comunicarnos, esperemos que pronto se den cuenta de nuestra señal o lo tomaré como que nada más están aquí para dañarnos.

—Todo esto es muy raro, porque buscarían nuestras fronteras cuando todos saben que este tiempo no es agradable para ellos. Normalmente, son criaturas que prefieren el calor.

—Y eso es exactamente lo que me ha llevado a tratar de ver si quieren hablar.

—Okey, voy a unirme a las guardias del día por si acaso hay algún encuentro.

—Eso estaría muy bien, esperemos que no vengan buscando problemas. Por cierto, ahora que estás aquí quisiera hablar contigo sobre un asunto, toma asiento.

Lo obedezco y me acomodo a su lado en la gran mesa.

—Tú dirás padre.

—Um… quiero advertirte de que tu madre ha aceptado a Nerea como su secretaria.

—¿Secretaria? Nadie aquí tiene eso y ninguna manada que yo sepa.

—Cierto, pero al ser reconocida como tu pareja. —Fui a hablar y alzo la mano—. Ya sé que no la reconoces, aun así, igual todos saben quién es y trabajar en esas condiciones en el clan le será difícil. Por eso tu madre decidió tomarla bajo su ala y al final si necesita ayuda muchas veces con tantas actividades que debe realizar. Sobre todo, desde que estamos creciendo en pobladores.

—Um… cierto.

—Quiero preguntarte algo muy serio. ¿A quién escogerás como luna para esta manada cuando seas el alfa?

Lo miro asombrado, es la segunda vez que este tema sale a relucir, pero esta vez entiendo que es preocupación genuina por nuestra gente y su futuro.

—No debes preocuparte por eso, lo importante es que tendrán a su luna y eso lo puedo prometer.

—Bien, confío en ti y espero que sepas lo que haces.

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