Dudas en mí

Nerea

—Por eso te tomo ese desgraciado.

—Así es, pero está en el pasado y ahora gracias a ti, Alex e Izan estoy donde debo estar. Junto a mi pareja y contigo… —Sostuvo mis manos entre las suyas—. Nerea, tú serás quien volverá a hacer renacer nuestro clan, te he visto en mis visiones y eres la elegida para esa tarea.

—Pero no tengo ni idea de que hacer, aunque sé que debo reunir a los nuestros. Además, está también todo este asunto con Izan. No tenemos ni tiempo para hablar, menos para intimar y no he podido contarle todo sobre nuestra gente. Estoy tan confundida, yo…

—¡Hey! ¡Mírame!

La miré y respiré con fuerza para soltarlo lentamente. Negué con la cabeza lentamente mientras fruncía mis labios, para terminar, diciendo.

—No sé si podré hacerlo, esto de ser una luna, pareja de un alfa y a la vez tener que buscar a mi familia.

—¿Vas a renunciar a él?

Miré al agua, sentí un dolor en el pecho al solo pensarlo, pero debía tenerlo como una posibilidad nuevamente.

—Dije que lo haría todo con él, estaba decidida a todo a su lado, no obstante… si no podemos siquiera tener una vida juntos sin tener los altos mandos, entonces…

—No… —La miré—. Me tienes a mí, tienes a tus amigas y tendrás a otros cuando los hallemos, no te rindas. Nuestra gente es importante, sin embargo, tu pareja también lo es y si la diosa Luna los unió por algo es, ella debe creer que puedes con todo esto. No te des por vencida, no la decepciones. Vendrán tiempos más duros, pronto una visita llegará y hará que esta manada se vuelva una locura, pero para ti se abrirá un camino. Sin duda alguna, uno que te unirá a Izan, ten paciencia. Cree en ti, en ustedes, lo necesitas para tus poderes, sin ellos no llegarás lejos en tu búsqueda y también precisas de su apoyo como pareja. No será fácil, porque como dije, no somos fáciles.

Movió las cejas y eso provoco que me carcajeara con deseos, lo cual le agradecía porque realmente me hizo sentir mejor. Hablamos un rato más y buscamos formas de localizar a otros, tendremos que esperar a que la Luna de esta manada vuelva a viajar. También conocí como las parejas marcan y no sé qué pensar sobre eso, la verdad, ya llegara el momento de preocuparme, supongo (?). Emprendimos el camino de regreso y en eso Alex apareció frente a nosotras.

—¿Dónde estabas? ¿Por qué no me dejaste sentirte?

—Porque estaba hablando y no queríamos ser interrumpidas.

Miré a ambos tratando de no estar involucrada, cuando vi que comenzaban a pelear entre ellos dije adiós y comencé a alejarme. La verdad no llegue muy lejos, pues choque con el cuerpo de Izan.

—¡Oh! Porque estas tan duro, eso duele.

—Por qué desaparecieron por tanto tiempo, mi madre lleva rato buscándote, te necesita con urgencia.

—¡Ay, dioses!

Me mando a correr sin volver a mirarlo y no me detengo hasta llegar agitada hasta luna Ela.

—¡Aquí estás! Qué bueno que apareces, necesitamos organizarnos para la llegada del alfa Camilo.

—¿Quién?

Digo mientras trato de recuperar el aliento, sigo siendo más débil que ellos.

—El nuevo alfa del clan Corve viene a visitarnos, supongo que quiere aclarar la muerte de su hermano.

—Um. —“De la cual soy en parte responsable y pareja de quien lo mato. Solo espero que esto termine bien.—” ¿Qué debo hacer?

Cuando volví a mi habitación ya era tan tarde que lo único que deseaba era dormir. Todo estaba oscuro, solo fui directo al baño a tomar una ducha, salí envuelta en la bata de baño a buscar el pijama. Regrese adentro y me prepare para la cama, justo cuando me acerque al colchón para retirar la sobre cama se encendió la luz de la mesita de noche. Esto provoco que diera un brinco enorme, al ver quien era me puse la mano en el pecho y trate de calmarme.

—¿No puedes avisar? ¿Por qué demonios estás en lo oscuro? ¿Cuánto llevas ahí?

—¿Cuál te contesto primero?

Solo bufo y levanto el cubrecama para lanzarlo a su lado, ya que está sentado sobre él. Retiro las sábanas para acostarme y luego de acomodarme me cubro.

—No quería interrumpir tu rutina de prepararte para dormir, por eso no avise ni encendí las luces. Y no llevo mucho tiempo aquí, llegue hace nada.

—Um.

Siento que se mueve en la cama para poner su cabeza sobre mi hombro y abrazarme.

—Debemos hablar de muchas cosas, estos días no he podido estar para ti y lo siento. Pero debemos sacar un momento y hablar, sobre esa noche, con el alfa Alejandro y tus secretos. Trate de hablar con Sara, pero ella no vio nada esa noche al desmayarse y de lo demás dice que nada más tú puedes contarme.

—Es cierto, pero ahora con toda esta locura del alfa nuevo habrá menos tiempo aun para nosotros. Esperemos que no venga buscando problemas, tú dijiste que era… —De repente siento que su respiración se suaviza y pesa más, ¿creo que se ha quedado dormido? Lo miro y así es, debe estar realmente agotado—. Espero que tu amigo sea realmente una buena persona, buenas noches, Izan.

De ese modo cierro los ojos y me voy a la tierra de los sueños también.

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