『Capítulo 10 』┉ Flores coloridas ┉

El perfume de las flores se impregna en sus ropas,

admirando la belleza acaricia sus pétalos con delicadeza,

la efímera magnificencia de ellas le recuerda que nada es para siempre,

pero aún puede disfrutar con dicha el presente.

Mientras la música lo deleita con su sonido,

cada nota hace temblar su corazón y perder el aliento,

como si estuviera con vida y le susurrara al oído,

puede sentirlo, puede recordar el momento en que fue realmente dichoso.

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El clima cálido anunciaba la llegada del verano, y con ello le recordaba que hace tres meses había recuperado los recuerdos de su vida anterior, o al menos algunos con detalles bastante importantes.

Tres meses en los que se lo paso huyendo del hámster y de Bella, encontrándose ocasionalmente con las aun algo orgullosas y prepotentes Bimbettes, por suerte su padre había aceptado hacer sus entrenamientos más largos, así que con ello podía evitar a esas pequeñas pulgas, que continuamente venían a su casa con la intención de jugar.

Sin embargo, gracias a la entrometida Bella y su visita obligada por esta misma a su casa, su padre había conocido a Maurice, y aunque a su padre le había parecido un hombre bastante... extraño, tenían pláticas ocasionales muy agradables, siendo esta una de esas veces en las que se encontraban.

En la plaza Maurice junto a Thierry platicaban acerca del festival de verano que sería en dos días.

Gastón a su lado agradecía no haber visto a Bella en varios días, tal vez al fin la niña se había cansado de insistir.

-Oh, mi pequeña Bella se enfermó hace una semana por suerte ahora se encuentra bien-Maurice se lamentó.

-Entonces supongo que querrá divertirse mucho en el festiva-Thierry comento pensativo.

-Sí, está ansiosa por ello, pero yo debo viajar desde mañana y no creo poder regresar antes de que termine- estaba bastante decepcionado, puesto que este sería el primer festival desde que se mudaron a este lugar.

-Um, entonces tal vez ella pueda ir con Gastón, así ambos se hacen compañía, además creo que también estarán sus otros amigos-Al escuchar lo que dijo su padre Gastón volteo de inmediato viéndolo como si su propio padre lo hubiera condenado a la horca, y aunque para el fuera así, lastimosamente el azabache ni el hombre a su lado notaron su expresión.

-Que gran idea, se lo diré a Bella a puesto a que estará muy feliz-Eso fue lo último que logro escuchar antes de quedar en trance, después no tuvo ni idea de cómo termino llegando a casa con sus propios pies.

Estaba empezando a considerar la idea de escaparse de casa, si, con suerte se convertiría en un mercenario o en un comerciante, quien sabe y con el tiempo regresara y encontrara todavía vivo a su padre. ¡DIOS! ¡¿Qué tontearía está diciendo?! Primero debía asegurarse que la trama no lo arrastraría sin importar cuán lejos estuviera.

Está de más decir que esa fue una noche bastante larga, aunque busco alguna idea o plan para aquello todo se esfumaba. Maldición se sentía como cuando estaba en un examen de matemáticas para el que a pesar de haber estudiado no podía pasar de la primera pregunta.

Resignado y con grandes ojeras se levantó esa mañana. Remi fue a recogerlo a su casa saltando de emoción, antes de que ambos se fueran su padre se encargó de advertirle que debía pasar por Bella a su casa.

Una vez en la plaza del pueblo el pequeño hámster se pegó a él como chicle. Las Bimbettes al verlos se acercaron, ahora su cachorrito siempre era sacado con correa, las tres se unieron a su grupo alegando que como eran pueblerinos conocían bien estos eventos y debían guiarlas a ellas, luego de una ligera discusión sobre eso Gastón decidió aceptar su compañía, si este grupo de conejos podía distraer a la protagonista el mayor tiempo posible el estaría agradecido.

Así fue como el grupo de seis llego a casa de Bella, quien al verlos sonrió de inmediato eufórica, era una niñita bastante curiosa y cualquier cosa nueva para ella era emocionante.

Los siete llegaron al festival.

Gastón se encargó que ninguno se perdiera de su vista, lo cual era bastante difícil con estas pulgas saltando por doquier.

-Vamos por bocadillos-LeFou que aún se sostenía de la manga del pelirrojo sugirió.

-No, vamos a ver las pinturas-Remi señalo un puesto de pinturas no muy lejano.

-Nada de eso, iremos a los accesorios-Paulette demando, se encontraba a un lado de Gastón observando emocionada todo el lugar.

A lo cual Claudette y Laurette asintieron.

-Mejor veámoslo todo-Sugirió aquello Bella mirando a Gastón con sus lindos ojos de cachorro.

-Bien, esto es lo que vamos a hacer, veremos todo, y nos detendremos algunos minutos en los lugares que cada uno pida, nadie se separara ¿entendieron? -El grupo de pulgas saltarinas asintió, todos estaban realmente emocionados, y él no era la excepción era su primera vez asistiendo a un Festival de la antigüedad.

Los colores brillantes impregnaban el lugar, había montones de flores por doquier. Los vendedores promocionaban sus productos con voz jovial y las personas recorrían los alrededores con grandes sonrisas.

Disfrutaron de comer unos deliciosos bollos recién horneados y caramelos, admirando la variedad de sorpresas que les traía este evento.

En la plaza central la música le daba ese característico e infaltable toque alegre, bailando y cantando felices al compás de las melodías, todos disfrutaban.

-Vamos a bailar-Las Bimbettes se apresurarán a la pista uniéndose al baile, era gracioso verlas cuando hace solo unas horas se quejaban de estas "cosas de pueblerinos" que ellas llamaron así.

-Um yo también quisiera bailar-LeFou susurro suavemente, había esperado con ansias este festival de verano, no era muy bueno bailando, sus primas a menudo se lo recordaban cuando practicando él les pisaba los pies, por ello ha estado practicando desde que se enteró del evento, era probable que por los nervios se equivocara, pero aun así quería bailar por lo menos una pieza con su príncipe rojo.

-Pues entonces vamos- Remi lo tomo del brazo y lo arrastro a la pista, es una lástima que no viera la expresión del azabache, siendo esta una mezcla de sorpresa, enojo y decepción. Oh, pero LeFou se lo cobraría, lo pisaría tantas veces que Remi se arrepentiría de haberlo llevado a bailar junto a él.

-Gastón ¿Qué te parece si también vamos a bailar? -Bella a un lado de él lo miro con ojos expectantes, ¿Qué podría decirle para negarse?

-Está bien-Se rindió y acepto. Se abrieron paso en la pista uniéndose a todos los demás que bailaban.

Por suerte no toda la canción era un baile de parejas, de hecho, eran mucho los momentos del baile de grupo.

Pero cuando le tocaba ser pareja de la castaña era un verdadero suplicio, pero lo que le preocupaba más era que cada vez que se tomaba de las manos con la protagonista esta se sonrojaba un poco.

Rogaba porque alguien lo salvara, estaba seguro de que no aguantaría ni un momento más junto a ella, además de eso los demás no se la estaban pasando del todo bien, a Remi ya le empezaban a doler los pies de tantos pisotones que le dio el bollo, mientras que LeFou miraba envidioso la escena de su mancha roja con la niña de ojos miel descargando su ira con su pareja de baile, al parecer las únicas que se lo pasaban bien eran las Bimbettes y Bella.

Nuestro villano solo podía maldecir en su corazón el momento en que se metió en este lío, aguantándose sus lágrimas y ganas de salir corriendo.

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