Su afecto por él era ciego, y su lealtad inquebrantable,
Pero...¿Qué pasa cuando las expectativas se rompen?
cuando dudo del mutuo afecto ¿Qué sucedió cuando...?
el amor fraternal se convirtió en algo más.
Él era su modelo a seguir y ahora no era más que un ser cruel,
cuando los claveles se marchitaron solo quedo su putrefacto olor,
¿fue su culpa? Él, Que lo amaba y mimaba tanto ¿lo estropeo?
ahora su fragante olor a claveles solo persiste en sus sueños.
✽◈◈◈◈◈◈◈◈◈◈✽
El pequeño niño aun sostenía su manga esperando una respuesta, su carita de infante mostro un leve puchero al ver que el bermejo no le contestaba, volvió a tirar de su camisa buscando la atención de este.
-Um, yo...-Intento articular el pelirrojo, aun preguntándose la identidad del pequeño de cabello marrón.
-Gastón ¿Qué sucede? Oh, Bonjour Remi-Saludo el padre de Gastón. El hombre aún seguía algo enojado con su hijo por lo sucedido la noche anterior, y como lo había prometido desde antes de salir el sol salió con su primogénito a cortar la leña y después caminaron al pueblo para hacer negocios.
-Bonjour señor Thierry, entonces ¿me ayudaras Gastón? - El castaño regreso de inmediato su atención a su ahora "salvación".
- ¿A qué? - Cuestiono dudoso\, comenzando a recordar ahora que el niño\, era hijo de un zapatero del pueblo\, si bien el pequeño era un poco desesperante no podría decir que fuera un mal chico.
-No, el prometió ir a mi casa a jugar-Reclamo la castaña que desde que llego el otro infante había sido olímpicamente ignorada por su según ella "nuevo amigo". Aunque si nuestro villano supiera que así lo catalogaba ella ahora, habría huido de inmediato.
-Oh, no te había visto ¿Es una amiga tuya Gastón? -Cuestiono su padre, sabía que su hijo era bastante amigable y todos en el pueblo lo trataban bastante bien, pero desde la muerte de su esposa el pequeño solo se la pasaba encerrado en casa, incluso rechazando a los niños que lo visitaban para salir a jugar. Él sabía que no era adecuado que su hijo siguiera así, pero, no sabía que podía decirle para animarlo, usualmente de su boca solo salían unas frías palabras que no ayudaban mucho al estado del chico.
Pero si había decidido salir de nuevo, aunque fuera solo para jugar un rato ya era una mejora.
-No/Si- Sonó al mismo tiempo la voz de la castaña y del pelirrojo.
-Yo soy Thierry el padre de Gastón ¿Eres nueva aquí? ¿Cómo te llamas? -Se acercó a la pequeña y menuda criaturita.
-Soy Bella, me acabo de mudar y la respuesta a su pregunta es...-Se alejó del mayor para acomodarse a un lado del villano.
-Sí, y el prometió ir conmigo esta vez, así que por favor vete-La infanta tomo el otro brazo del bermejo, decidida a no soltarlo mientras le daba una mueca de superioridad a Remi.
-No, él tiene que ayudarme, él siempre me ayuda y él es mi amigo no el tuyo-Exclamo enojado mientras comenzaban a tirar de un lado peleando por el pequeño villano, la chica imito su acción y lo halo de vuelta, el chico solo era meneado de un lado al otro igual que una maraca.
-Su...Suéltenme-El chico consiguió deshacerse del agarre de ambos dando al fin un suspiro de alivio.
-Primero, yo nunca dije que hoy jugaría contigo-Señalo a Bella- Y segundo ni siquiera me has dicho con que necesitas ayuda ¿Cómo puedo aceptarlo sin más? -Señalo a Remi.
Su carita ahora estaba roja de ira, casi igualando el tono de su cabello.
-Cierto, mi botón de la suerte se cayó en el río y no puedo encontrarlo ¿lo recuerdas? es el botón que me regalo mi abuela ¿me ayudaras verdad Gastón? -Pidió casi al borde de las lágrimas.
Quería declinar, de verdad que lo quería, pero jamás pudo contra esos tiernos ojos de cachorro igual a los de su sobrina. No supo bien en que momento comenzó a dar un asentimiento, el niño al verlo no lo pensó más y lo tiro de su mano, llevándolo casi a rastras, mientras la castaña los seguía.
-Regresa a casa antes del almuerzo-Le grito su padre.
-Está bien-Alcanzo a decirle antes de perderlo de vista.
Los tres se apresuraron hasta llegar al río que se ubicaba bastante cercano al pueblo, luego de pasar por un pequeño claro con inmensos arboles llegaron. No podía creer lo que veía, era un paisaje hermoso, el agua era de un azul tan limpio, nada comparado a agua de su mundo.
- ¿y bien? ¿Dónde fue que se cayó? -Comenzó a buscar con la mirada en la orilla\, divisando los lindas y pequeñas piedras de diferentes colores\, era sin duda una vista mágica.
-Um, fue por aquí, ¿o por allá? no, sin duda fue acá, aunque...también recuerdo esa roca-El infante comenzó a divagar.
Gastón solo suspiro sin duda iba a ser una dura tarea esto.
-Lo mejor será que nos dividamos para buscar, si se perdió en la orilla no estará muy lejos, asegúrense de no adentrarse tanto en el río, ¿entendido? -Una vez todos de acuerdo, se dirigió a su área asignada, un poco apartada de los otros, pero lo suficiente visible como para cuidar que no les pasara nada.
Se quitó las botas y entro al agua, la temperatura fría le hizo estremecer, podía ver caramente sus pies bajo el agua, y en ocasiones unos pequeños pececillos, era un sentimiento tan placentero el del agua fresca, y que esta no saliera de un grifo como en su vida moderna.
Comenzó a buscar tenía un ligero conocimiento del patrón del botón, color plata con patrones de oro, pequeño, pero era una reliquia de la familia de Remi de valor tanto económico como emocional, fue un regalo de su abuela que residía en parís, que desafortunadamente había muerto a causa de la peste negra.
Era una pena que aquella enfermedad cobrara tantas vidas y que no existieran los avances necesarios para afrontarla. Pensando en ello recordó a su progenitor, el cual nunca fue mencionado en la historia, pese a que no recuperaba en su totalidad sus memorias podía jurar que ese hombre jamás dejaría que su descendiente se convirtiera en un hombre tan cruel.
El día anterior solo le dio una leve reprimenda con palabras, no era alguien muy expresivo con sus emociones, pero tampoco era alguien despiadado. Así que todavía se cuestionaba ¿Cómo moriría su padre? y la pregunta más importante ¿podría evitar su muerte prematura?
No tenía ni idea de cuánto tiempo había estado divagando en sus pensamientos, hasta que un ligero brillo se mostró entre las piedritas, con cuidado las aparto y ¡ahí estaba!, un botón con lindos patrones dorados. Guardándolo en su bolsillo alegre por compartir la noticia con Remi y Bella.
-SUELTENME- Escucho el grito lleno de temor de una voz infantil, por inercia volteo al lugar donde estaban los otros, pero estaban solos y parecía que no había ningún problema. Cuando lo volvió a escuchar percibió que el sonido venia de la dirección contraria de los castaños.
Sin detenerse a pensarlo corrió en esa dirección, olvidando sus botas y sintiendo el pasto y las hierbas a cada paso.
Se detuvo detrás de un árbol, debía analizar primero los hechos. A solo unos metros de él estaba un niño azabache tirado en la orilla siendo empujado y pateado por otros cinco niños. Este cuerpo no tenía mucha fuerza lo había descubierto esta mañana al intentar cortar la leña, aquello había sido una completa misión, así que no podría apartar a esos brabucones tan fácilmente. No tenía demasiado tiempo antes de que llevaran al niño más profundo en el agua y que fuera más herido o arrastrado por la corriente.
-Eres un cerdo-Se burló uno de ellos.
-Sí, estas tan sucio como uno, solo mírate- Canturreo otro.
-Por eso debes estar aquí, sucio cerdo-Continuaron.
Junto sus manos y las acerco a su boca, era lo único que se le ocurría en este momento, así que sin un segundo más, aulló lo mejor que pudo imitando a un lobo, sabía bien que los lobos no se adentrarían a esta área tan cercana al pueblo, pero esperaba que esos niños lo creyeran.
Con la mirada atenta en ellos, descubrió que su acción resulto como esperaba, se quedaron inmóviles, ni una palabra salía de su boca.
Repitió el sonido esta vez con más aullidos, esos pequeños sinvergüenzas huyeron sin mirar atrás. Salió de su escondite acercándose al niño en el agua, gracias al cielo no lo arrastraron más profundo de lo contrario podría ahogarse.
-Toma mi mano, te ayudare a salir- El pequeño algo dudoso le obedeció. Le llevo mucho esfuerzo a Gastón sacar al azabache del agua, pues parecía que lo habían lastimado más de lo que esperaba, apenas si podía levantarse.
-Auch-Se quejó cuando llegaron a la orilla, fue hasta entonces que Gastón lo pudo divisar mejor, con un cuerpo pequeño y regordete, la piel tan pálida, su cabello negro caía dejando gotas de agua en cada movimiento.
- ¿En dónde te duele? -Lo miro preocupado\, este niño se veía tan tierno como un pequeño hámster.
-Me duele mucho todo el cuerpo, pero...pero me duele más mi tobillo-Sus lindos ojos verdes no dejaban de derramar lágrimas. Con su visión borrosa ni siquiera le permitía ver más allá de una mancha roja frente a él, sabía que se veía terrible y que estaba comenzando a moquear, pero ya nada le importaba.
-Tranquilo, sostente de mi te tratare tu tobillo ¿bien? -Escucho la voz dulce de la mancha roja frente a sus ojos, era tan tranquila y segura, que no podo hacer más que asentir.
Su cuerpecito fue cargado con algo de esfuerzo por "la mancha roja", con sus cabellos negros estorbando su visión y añadiendo sus lágrimas probablemente lo llamaría así por un rato más.
Agradecía que esta "mancha roja" no dijera nada de su aspecto como esos niños malvados que se empeñaban en humillarlo desde que llego a este lugar, odiaba haber dejado parís, odiaba esta nueva vida.
-Por suerte no es más que una leve torcedura, um...espera aquí iré por unas hierbas rápido para ponerlas en la zona inflamada eso ayudara-Escucho de la voz que lo ayudo, paso un rato más hasta que la "mancha roja" regreso, escucho el sonido de algo ser rasgado para luego sentir algo fresco ser embarrado en su tobillo lastimado, jadeo un poco por el dolor, pero en realidad esa mancha roja había sido muy cuidadosa.
-Listo, solo fue un ungüento rápido, pero tendremos que ver a un doctor en cuanto lleguemos al pueblo-La suave voz le informo, mientras le daba una palmadita en su cabeza a lo que salto del susto, no estaba acostumbrado a que los desconocidos lo trataran con amabilidad, pues debido a su apariencia siempre había sido motivo de burlas y acoso.
-Tranquilo no te hare nada, todo está bien no te voy a lastimar, me llamo Gastón ¿Cómo te llamas? - Las lágrimas ya no caían con la velocidad de antes, ahora todo era un poco más nítido para él, la "mancha roja" era un niño muy bonito, con el cabello rojo y una amable sonrisa.
-Mi...mi nombre es LeFou-Contesto el pequeño hámster.
La sonrisa en el rostro de Gastón se congelo, ¿este pequeño hámster era el secuaz del villano?, ¿Qué le sucedía a este mundo para seguir esa lógica?
El solo quería alejarse de los personajes de la historia de "la belle et la Bête". Pero ahora había salvado a su secuaz.
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Updated 65 Episodes
Comments
Ceci del Castillo
que redacción tan enrredada!
2024-01-07
1
Ana Fernandez
el destino es raro, pero lo puedes ir moldeando sobre su patrón, a tu gusto
2022-10-25
4