-VI-

-¡¡Cinco años??-

Björn miraba sin pestañear a su padre e Ívar alternativamente.

Se habían quedado los tres a solas. Astrid, acompañada por Nanna, habían decidido retirarse para que la joven mujer descansara. Soportar el peso de su tripa de cinco meses y medio hacía que Astrid se agotara con más rapidez y no pudiera estar mucho tiempo de pie.

-Björn no te pongas histérico...- trató de calmar Gugnar a su hijo.

-¿¿Que no me ponga histérico??- encaró a su padre, Björn -¿¿Es que no le has oído?? ¡¡Cinco años, papá!! ¡¡Su padre tardó cinco años en encontrar donde estaba ese monstruo...y encima, la virgen, ya no estaba viva!!-

Gugnar tragó saliva con dificultad.

-Lo sé...muy bien- respondió con la voz empezando a quebrarse.

-No tardaría lo mismo puesto que mi padre, antes de morir, me entregó el mapa que hizo cuando dio con la isla donde ese lagarto gigante vivía- repuso Ívar ignorando por completo como había cambiado la expresión del rostro de su futuro suegro.

En cambio, para Björn, no pasó inadvertida y miró fijamente a su padre.

-¿Qué pasa papá? Te has puesto pálido y suenas como si...te sintieras dolido o culpable- inquirió Björn.

Gugnar volvió a tragar saliva y clavó sus ojos en los de su hijo.

-Siento mucho no habértelo contado antes pero...fue muy duro y...ver cómo se la llevó y que no pudiéramos recuperarla...aunque fuera para darle una digna despedida...-

-¿Qué?- preguntó contrariado y confundido Björn sin entender.

Ívar, atónito y observando a padre e hijo, no perdía detalle de la conversación.

Gugnar, no pudiendo aguantar más, dejó ver caer lágrimas de dolor.

-Esa...la virgen...ella era...mi hermana- dijo.

-¿¿Cooomooo??- se sorprendió y enervó Björn.

Ívar, por su parte, ni parpadeó tras oír tremenda respuesta.

Gugnar se limpió las lágrimas, se aclaró la garganta, unió las manos y empezó a decir:

-El padre de Ívar es nativo de éste pueblo-

Björn e Ívar se miraron entre sí perplejos. Enseguida regresaron la mirada al mayor.

-Él...yo sabía que tu padre estaba perdidamente enamorado de mi hermana- señaló a Ívar, Gugnar -Cuando fue una de las elegidas para ser ofrecida entre las demás al dragón, se volvió loco. Trató de impedirlo, quiso alejarla...pero fue retenido por los hombres de mi padre-

Björn se llevó una mano a la boca dejando salir una exclamación de lamento junto con una oración.

Ívar, con expresión compungida, agachó el rostro.

Gugnar prosiguió con su confesión.

-Ella...junto con las demás vírgenes, fueron colocadas en cada una de las barcazas adornadas y decoradas para el..."sacrificio"- la voz volvió a quebrarsele y se volvió a enjugar las lágrimas que le resbalaban por las mejillas -El pueblo entero inició el cántico o "llamado" para que el dragón viniera y eligiera a la virgen que deseaba...y la eligió a ella- al decir esto, Gugnar se cubrió la cara y lloró en silencio.

-Pa-papá, e-eso...¿Por qué no me lo has contado antes?- replicó Björn viendo a su padre hecho pedazos.

-Yo-yo...me costó mucho, mucho tiempo de duelo- sollozó Gugnar -Perdí a mi única hermana. A mi pequeña princesita. Mi padre murió de pena. Mi madre quedó paranoica para después lanzarse al mar. Me quedé solo, sin familia hasta que tu madre apareció en mi vida y...pude levantarme...porque viniste tú- apuntó Gugnar Posándole una mano en un hombro a su hijo.

Björn se sintió tremendamente mal por haberle hablado como lo hizo a su padre. Nunca hubiera ni tan siquiera imaginado que esa joven que fue la última víctima del finalmente penúltimo dragón, era su tía.

-Después nació tu hermano- continuó diciendo Gugnar -Y por desgracia el año pasado tu madre decidió irse con Odín-

Björn asintió con pesar.

-Debiste contármelo- dijo -Por qué te lo callaste-

-No lo vi necesario el revivir ese dolor de perder a mi pequeña hermana...-

-A mí me ha pasado lo mismo- apremió Björn -Un monstruo me ha quitado a mi hermanito y no voy a esperar cinco años para encontrarlo-

-Te he dicho que no tardaré tanto tiempo- interrumpio Ívar recuperando su talante de orgullo y prepotencia -Tengo el mapa y sé la dirección que he de tomar para ir a por mi futuro esposo así que no tenéis porqué preocuparos. Ahora mismo ordenaré a mis hombres que preparen todo y saldremos ésta misma noche en busca de Ástin y juro que lo traeré vivo...-

-Lo traeremos- cortó bruscamente Björn al joven hombre.

-¿Disculpa?- se extrañó Ívar mirando de hito en hito al que sería su cuñado.

-Estás perdonado aunque no eres precisamente fruto de mi devoción ni te veo como un esposo para mi hermanito- espetó Björn cruzándose de brazos.

-Björn no empieces...- quiso su padre hacerle callar pero Björn ni le prestó atención.

-No vas a venir conmigo- repuso Ívar.

-A qué te juegas que sí que voy- retó elevando la cara Björn a su supuesto futuro cuñado.

-No necesito que vengas, soy un buen guerrero, mi padre fue el héroe que mató al último dragón y...-

-Cheee- silenció Björn extendiendo una mano y elevando su índice ante la cara de pasmo del joven hombre pelirrojo -Dirás penúltimo dragón porque que yo sepa eso que se llevó por los aires a mi hermanito tenía toda la pinta de ser un maldito dragón-

-Disculpa, pero todos creían que el que mi padre mató era el último y...- se disculpó Ívar entre molesto y rabioso.

Tampoco le caía muy bien el que se convertiría en su cuñado.

En realidad, ni Gugnar ni Björn le caían bien. Ástin quizá podría pasarlo puesto que gracias al matrimonio con él sabía que sería muy posible que él mismo lograra lo que su padre quiso una vez y que no consiguió por ocurrir lo que pasó con la hermana de Gugnar.

Sí, fue aclamado como héroe pero no alzado como jefe.

Gugnar fue el que lo adquirió por derecho y nacimiento además de convertirse en padre.

Por esa razón, el suyo decidió irse a vivir al pueblo más cercano donde acabó conociendo a su madre.

Más tarde, cuándo también tuvo a sus hijos, les contó a todos la historia de la doncella virgen que fue raptada y seducida por un dragón y que se dejó tentar por dicha criatura abandonando su pureza para dársela al escuálido.

Su padre les confesó que tuvo que matarla para poder salvarla y así su alma lograra la paz y ser aceptada por Odín allá en el Valhalla y no irse al Helheim.

Hizo prometer a ellos que nunca revelarían tal cosa pues si en algún momento se enteraban que él fue el que asesinó a la hija del antiguo jefe de su pueblo natal, corría el peligro de perder el reconocimiento y hasta de que atacaran su ahora pueblo que tenía bajo su responsabilidad.

Por eso mismo, cuando supo que Gugnar estaba buscando un esposo para su hijo pequeño no dudó y acordó el matrimonio entre Ívar y el menor.

Como le dijo su padre antes de morir por unas fuertes fiebres un par de años antes...

"Yo debí ser el jefe de mi pueblo pero no estaba en mi destino. Ahora, puesto que tú te casarás con el menor de Gugnar, sé que estaba destinado para ti. Y por eso ese chico ha nacido como lo hizo. Odín es sabio y sabía que mi sangre debía unirse a la de la hermana de Gugnar. Pero ocurrió lo que pasó. Así que ahora tú eres el elegido por nuestro Odín. Y sé que me sentiré muy orgulloso cuando desde allá arriba vea a mi hijo siendo el jefe que yo debí haber sido...

Y recuerda. Nunca, jamás, reveles lo que sabes sobre la doncella y ese monstruo porque se pondrán en tu contra y defenderán a capa y espada a ella...

Y ella fue una ramera y fulana.

Se dejó seducir por un monstruo y le dio su pureza en vez de guardarla para mí"

Ívar lo tenía claro.

Si encontraba vivo a Ástin y se repetía la misma historia, no dudaría en quitarle la vida junto con el escuálido.

Pero si Björn iba con él, sería más difícil hacerlo. Por eso mismo tenía que tratar de convencer al hermano de Ástin que no era necesaria su ayuda o entonces...

-Me da igual que no necesites mi ayuda-

La voz de Björn le hizo regresar al lugar y momento donde estaba.

-Soy el futuro jefe de éste pueblo- Björn se cruzó de brazos y elevó el mentón con altanería -Mi padre es el actual. Mi hermano  ha sido secuestrado por un bicho con alas y que precisamente no es ni una gallina metamorfoseada ni un pájaro gigante inofensivo sino un maldito dragón- mientras hablaba, se le iba aproximando muy lentamente y con andares de auténtico líder.

Parándose frente a él, alzó un poco más el rostro y miró con inquina a Ívar

-Y quieras o no, yo, Björn Gugnarsson, próximo jefe de éste, mi pueblo, iré contigo a buscar a mi hermano. ¿Ha quedado claro, Ivarcito?-

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***