Alana.
Llegó al dormitorio y voy directo a mi lado del armario para buscar que ponerme, me decido por unos vaqueros de mezclilla, un top tipo corsé, de color blanco y estampados de flores, unas zapatillas converse blancas, peino mi cabello y decidí dejarlo suelto aplico un poco de protector solar en mi rostro, base polvo traslúcido, rubor en mis mejillas y un hidratante de labios, ya satisfecha con mi atuendo tomo mi morral y salgo de la habitación asegurándome de dejar todo bien cerrado.
Las primeras clases de la mañana transcurrieron con normalidad, y faltando 15 minutos para las diez de la mañana, llego a la cafetería, donde busco con la mirada a John y lo encuentro rápidamente ocupando una de las mesas.
— Hola.— sonrío y me siento frente a él. — Hola, Que bueno que al final sí decidiste venir.
— Yo siempre pago mis deudas. — él hace un puchero. — Mm, ¿Entonces solo viniste por eso? Creí que te entusiasmaba la idea de hacernos amigos. — sonrió sintiéndome un poco apenada. — Bueno, también vine por eso. — él sonríe satisfecho. — Bueno, ¿Te gusta el café helado, espero que si, porque te pedí uno?
— Lo prefiero caliente y en las mañanas, pero puedo tomarlo así.
— Bien, también pedí unas galletas, de avena, por si estás a dieta o algo así. — frunzo mi entrecejo ante ese comentario. — ¿Por qué dices eso acaso estoy gorda?
— ¡Oh no, tú estás perfecta!, lo digo porque la mayoría de las chicas que conozco siempre están a dieta. — se nota un poco nervioso por haber metido la pata, yo me río. — Estoy bromeando, sé que no estoy gorda, y tampoco estoy a dieta.
— Okay, bien. — él se relaja y se inclina un poco. — Cuéntame Alana, ¿ Qué ha Sido de ti vida todos estos años? Confieso que después que tu mamá te llevara arrastra te estuve buscando un rato en la fiesta, pero no te encontré. — suspiro. — Nos fuimos, mamá creo vio algo que la molestó y le estaba reclamando a su esposo, mi padrastro, la verdad no tengo muy nítidos los recuerdos de esa noche, y creo que es mejor así ya que no me gusta recordar. — John me mira entre curioso y preocupado. — ¿Qué pasó esa noche? — vuelvo a suspirar. — Como te comenté antes ellos estaban discutiendo, íbamos en el auto y de repente fuimos impactados por otro auto y todo fue un caos, al final mamá y él murieron y solo sobreviví yo.
— ¡Cielos Alana, lo siento mucho, todo eso debió ser una experiencia muy traumática para ti! — afirmo aquello. — ¿Y con quién has vivido todos estos años? — sonrió algo nerviosa. — Con una vieja amiga de mi madre, mi mamá no tenía familia y mi papá nos abandonó cuando yo era una bebé, así que esta amiga de mi madre se hizo cargo de mí.
— Ya veo, que bueno.
— Si, ellos han sido muy buenos conmigo.
— Que bien, ¿Y qué estudias?
— Literatura, planeo convertirme en escritora.
— ¡Genial! Yo estudio Administración, estoy en segundo semestre. — y sin que yo se lo pregunté comienza a contarme sobre él.
Vive junto a su padre en un pueblo llamado Maleza que está a tres horas de aquí, Raquel es prima por parte de papá, su madre vive en Los Ángeles con su esposo y tiene un medio hermano, de 8 años, después comenzamos hablar de cosas de la universidad y la hora se nos fue rápidamente.
— Fue muy agradable charlar, pero debo de volver a clases. — busco un poco de dinero en mi billetera y se lo extiendo, él me mira confundido. — Por lo de las galletas y el café. — Hace un aspaviento con su mano y sonríe. — Olvídalo, yo invito. — abro la boca para negarme, pero decido dejar las cosas así. — Muy bien, la próxima vez invito yo. — él sonríe feliz. — ¡Oh me alegra que estés pensando en una próxima vez! — siento un poco vergüenza, ya que eso lo dije sin pensar. — Bueno, me voy. — tomo mi morral y me coloco de pie. — ¿Qué te parece si me das tu número de teléfono? — me quedo varios segundos pensando en como responder a eso, justo cuando voy a decir algo mi teléfono recibe una llamada, casi suspiro aliviada, busco el teléfono en mi bolso y cuando veo el nombre de Dimitri en la pantalla, siento un poco de nervios.
— Y... Debo de irme, se me hace tarde. — doy media vuelta y deslizó el dedo en la pantalla. — Hola.
— Hola, ¿Qué haces?
— Este...... Camino hacia el salón de clases.
— ¿Estás bien, te escuchas algo agitada?
— Sí, camino rápidamente hacia el salón de clases. — lo escucho reír. —Okay. — Hmm, ¿Que has hecho? Además de ir a clases.
— Yo, nada en particular, ir a la biblioteca, estudiar en mi dormitorio, conversar con Ariel, nada fuera de lo común.
¡Oh cielos Alana estás ocultando algo!
— ¿Y tú qué has hecho?
— Reunirme con el alfa de la manada de lobos que vive en el bosque.
— ¿Por qué? ¿Hay problemas?
— Al parecer hay un solitario suelto, no sabemos de qué raza, es, pero anda haciendo algunos que otro desastre.
Un solitario es un lobo, o vampiro que no tiene manada o clan, según me contó Dimitri, suelen estar un poco locos y son muy peligrosos, ya que no controlan sus impulsos, suelen siempre ir solos o en parejas, pero nunca son más de dos y es por eso que no hay muchos, porque son fácilmente eliminados; sin embargo, son muy buenos para escabullirse y esconderse.
— ¿Ha hecho mucho daño?
— Ha atacado a dos humanas, no sabemos si es un vampiro o un lobo, así que por eso fue la reunión, una vez descubramos qué es, sabremos quién se encargará de él.
— Entiendo, bueno voy entrando al salón, así que te dejo, hablamos más tarde.
— Muy bien, hasta pronto y pórtate bien. — sonrió al escuchar eso. — Lo hago, soy una buena chica.
— Lo sé.
La llamada termina y guardo el teléfono en mi bolsillo.
Soy una buena chica que acaba de ocultarle a su novio que estuvo charlando muy animadamente con otro chico.
Bueno, no es como si hubiera hecho algo malo, solo fue una simple charla, así que no pasa nada.
______________
Ya en la tarde, salgo de clases y voy hacia la biblioteca, quiero cumplir lo que le dije a Ariel.
Llegó al lugar y cuando voy hacia la recepción me sorprendo al ver ahí al chuco de anoche, el de cabello largo, ¿Cómo era su nombre?
¡Ah ya lo recuerdo! Es Noa.
El chico está justo enfrente de Ariel, solo los separa un computador, la pobre tiene la cabeza casi enterrada en el teclado y su largo cabello negro cubre su rostro.
— Hola. — saludo al llagar dónde ellos, Ariel al oírme levanta el rostro y me pide ayuda con su mirada. — ¿Cómo vas?
— B. Bien, hoy no ha venido mucha gente. — asiento ante su respuesta. — Pero veo que vino gente nueva. — miro al chico y este sonríe. — Entonces si hablas, creí que eras muda. — mira a Ariel de manera burlona y está baja la mirada otra vez, luego el chico me mira a mí. — Llevo tratando de sacarle una palabra hace diez minutos, pero veo que solamente habla con quién quiere. — Vuelve a mirarla a ella y está se sonroja un poco. — Por cierto tienes una hermosa voz. — sus mejillas alcanzan un tono rojo escarlata y yo no puedo evitar reír por ello, el chico también se da cuenta de esto y su sonrisa se ensancha más. — Bueno, tendré que irme. — se despega de la mesa y se coloca de pie. — Pero regresaré mañana, tienes que darme ese número de teléfono caramelo. — da media vuelta y se aleja del lugar.
— Es guapo. — digo y miro a Ariel, la sorprendo viéndolo y baja la mirada apenada. — ¿Te da vergüenza hablar con los chicos? — asiente apenada. — Es culpa de mis hermanos, siempre se aseguraron de mantener a los chicos alejados de mí. — ¿Eso quiere decir que no has tenido novio? — vuelve a asentir. — Esa fue la razón por la que elegí una universidad lejos de casa, quería dejar de estar vigilada todo el tiempo. — Le sonrió. — Te entiendo perfectamente, ella me mira curiosa. — Dimitri es genial, pero es muy sobre protector, muy poco salía de la man... De casa y de hecho, al principio cuando le dije que quería venir a la universidad se negó, pero después recapacitó y aquí estoy. — Que bien. — ella me sonríe.
— ¿Sabes? Entiendo que por tu falta de experiencia te dé un poco de vergüenza hablar con chicos, pero si viniste a este lugar decidida a vivir y hacer cosas de una chica de tu edad, creo que deberías trabajar en eso, al parecer a él le agradas, ya sabes... _ ella se sonroja. — Es guapo, pero... — guarda silencio por varios segundos y la miro instando a que siga hablando. — Me causa la misma sensación que tu novio, algo en mí me dice que tenga cuidado con él. — frunzo el entrecejo.— Oh, ya veo.
¿Será de la misma especie que Raquel y John? Y a todas estás, ¿Qué son?
mañana otro capitulo, ahora sí, con todo en esta novela.
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Updated 45 Episodes
Comments
evavic
siiiii por favor!!!!!
2023-07-20
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