Dimitri.
Entró a la sala de invitados echo una furia, diviso a la culpable de todo lo que pasó y siseo molesto, ella me mira y su cara sonriente cambia a una espresion de terror, me deslizo en un parpadeo hacia ella, la tomo por el cuello y la estampó contra la pared.
- Ahora mismo vas a tomar tus pertenencia, te vas a largar de mi clan y nunca más vas a volver a pisar este lugar, ¿Entiendes?
- D.. Dimitri... Por favor. - susurra entrecortado. Mis ojos brillan de ira, quiero aplastar su garganta como lo hice con el maldito anterior, pero solo me contengo por su pasado y porqué es mujer. - Agradece lo que eres, porque de otra manera ahora mismo estarías tirada en el suelo desagrandote. Escucha esto Arelis, no vuelvas a acercarte a este lugar y mucho menos a Alana, si lo haces, no tendré compasión de ti la próxima vez.
Suelto su garganta y ella cae al suelo.
- Tienes cinco minutos para
abandonar la mansión.
Doy media vuelta sin importar los murmullos de los vampiros presentes y me traslado a mi habitación.
- Dina déjanos solos. - digo entrando a mi habitación, mi hermana asiente y sin decir nada se retira, Alana tiene la mirada baja, la parte superior de su cuerpo aún conserva la chamarra de mi hermana.
- ¿ ¿Qué hacias deambulando en los pasillos de la mansion a estas horas y más sabiendo que había vampiros de otros clanes?
No puedo ocultar mi molestia por sus actos irresponsables, ella se encoge en su lugar, casi temblando.
- ¡Responde! - ordenó al ver que se queda callada.
- Yo.. yo . estaba con los niños, no me
dí cuenta cuando oscureció, además no sabía que había vampiros invitados. Cierro mis ojos tratando de apaciguar mi furia, ella está muy asustada por lo que pasó y mi comportamiento no la ayuda, suspiro y me acerco a ella y me siento a su lado - Alana. - tomo su mentón y levanto su rostro. - Yo no quiero tenerte encerrada en tu habitación, no quiero que sientas que esto es una prisión, si te prohíbo salir de tu habitación sobre todo en las noches es porqué puede ser peligroso para ti. - ella me mira atenta. - Aunque todos te conocen y saben que hacerte daño, es una sentencia de muerte, hay momentos en la vida de los vampiros en que la sed de sangre puede llegar ser incontrolable, no quiero que te lastimen. - ella asiente. - Eres especial para mí, Alana, si algo te pasará, no sé Qué sería de mí, creo que me volvería loco. - ella abre su ojos sorprendida por mis palabras, sonrió y paso mi dedo pulgar por su labio inferior. - Eres mi adicción, pequeña.
Acercó mi rostro al suyo y junto nuestros labios, ella reciona con tímides, pero aún así no me rechaza, paso mi lengua por su labio inferior y ella abre un poco su boca, aprovecho esto e introdujo mi lengua en su boca, tocó su lengua y ella también hace lo mismo aunque tímidamente. Mantenemos ese ritmo por varios segundos y me alejo varios centímetros de ella para que pueda respirar, miro su rostro sonrojado y vuelvo a sonreír.
- Está noche te quedas aquí conmigo. - ella vuelve a mirarme sorprendidada, pero luego asiente. - ¿Necesitas algo de tu habitación? Mandaré a alguien por ella
- Mis cepillo de diente y pasta dental, también una pijama.
- Bien. - Sebastián, por favor. - hablo en voz un poco más audible, el está en el piso inferior, sé que me escucho, tres minutos después el toca la puerta de la habitación. - Adelante.
- Con permiso señor, aquí están las pertenecías de la señorita Evans. - Alana se levanta de la cama y toma las cosas que este trae en sus manos.
- Permiso. - Sebastián sale de la habitación, ella me mira sonrojada.
- Voy a cambiarme. - ella camina hacia el baño mientras yo aprovecho y me colocó algo más cómodo, justo cuando termino ella sale vestida con un suéter corto que deja apreciar parte de su abdomen y ombligo y unos shorts rosa.
- Listo, puede pasar al baño. - se sienta al borde de la cama, esta nerviosa, puedo oír los latidos de su corazón. Camino hacia la cama, quitó el cubrelecho y me meto en esta.
-¿ No vas a venir? - la veo asentir, luego se coloca de pie, camina hacia la mitad de la cama, quita las sábanas y con nerviosismo se sube en esta.- Relájate Alana, solo vamos a dormir. - Ella me mira con sus mejillas sonrojadas. - Eres una mal pensada. - el rojo de sus mejillas se vuelve más intenso, me incorporo rápidamente, la tomo por la cintura y la recuesto en mi pecho.- pequeña Alana, cierra tus ojos.
- Gracias por salvarme. - susurra contra mi pecho.
- No hay nada que agradecer pequeña Alana, tu eres mía, nadie tiene derecho a tocarte o hacerte daño, el que se atreva conseguirá la muerte. Eres mía para protegerte. - siento como su cuerpo se pega más al mío y auqello me llena el corazón, ella confía en mí. - Duerme pequeña. No dice nada y minutos después siento como su corazón late más despacio y su respiración se vuelve pausada.
Mi pequeña Alana, mi adicción, mi alma gemela. ¿ Quién lo diría, mi compañera eterna una humana? Eso es algo que no esperaba y todo esto nos lleva al asunto de que un día, tendrás que convertirte en una vampira, ¿Querras hacerlo? Bueno por ahora es mejor no pensar en ese tema, todavía tenemos algunos años.
Alana
- Pequeña , despierta. - escucho que alguien me habla, pero tengo mucho sueño y mis ojos se niegan a abrirse. - Vamos pequeña Alana despierta. - siento que algo frío toca mi mejilla suavemente, abro mis ojos despacion y me encuentro con el rostro del señor Dimitri, entonces me acuerdo que pase la noche durmiendo junto a él.
- B.. buenos días señor Dimitri. - él frunce el entrecejo.
- No me daga así, de ahora en adelante, llámame Dimitri, trátame de tú. - abro los ojos soprendida por eso, todos en el lugar lo tratan de señor, ecepto Dina, aún así él me está pidiendo esto, no puedo evitar sentirme feliz por eso.
- Muy bien, buenos días Dimitri. - se ñsiente extraño decirle eso, pero supongo que ya me acostumbraré, el sonríe satisfecho.
- Bien, ahora a levantarse, se te hace tarde para ir a la escuela. - asiento y voy a levantarme pero él me sujeta. - Antes de eso. - Dimitri se incorpora y se acerca a mi rostro, luego junta nuestros labios en un fugas beso.- Ahora sí, ve a alistarte. - asiento sintiendo mis mejillas calientes, salgo de la cama y voy a salir de la habitación pero me detengo al escuchar mi nombre. - Alana, ten cuidado y nos vemos más tarde.
- Si, está bien, se... Dimitri. - asiente y me señala la puerta. - Permiso.
Salgo del lugar y me adentro hacia mi habitación, en la cual encuentro a Candy quien me mira sin expresión, como siempre. - Buenos días Candy. - saludo.
- Buenos días señorita Alana. Le sonrió y me adentro al baño.
- ¿Quiere que le busque su atuendo? - cuestiona.
- Sí, por favor, estoy algo atrasada. - me quito la pijama y entro a la ducha.
- ¿Algo en particular? - me pregunta en voz alta.
- Te lo dejo a tu criterio.
No la escucho hablar y supongo que debe de estar buscando la ropa. Minutos después salgo del baño con la toalla envuelta en mi cuerpo, sobre la cama está todo lo que ella eligió, incluído ropa interior y accesorios.
- Grácias..- Ella solo asiente. Tomo la ropa y comienzó a vestirme, pero la cirusidad me invade y decido pregúntale algunas cosas. - ¿Te puedo preguntar algo?
- Sí ,adelante.
- ¿Cuántos años tienes? - se que es una pregunta algo imprudente, pero siempre he querido saberlo y nunca había tenido la valentía de preguntaserlo.
- 250 años.- responde abro los ojos al escucharla. Pero es normal, así que sigo indagando sobre ella. - ¿Eras dama de compañía en los siglos pasado?
- Así es, siempre he servido al clan Romanov. - Responde con tono orgulloso.
Aquello me confunde un poco,. - Hay algo que no entiendo. - comento. - Eres una vampira natural, se supone que ellos gozan de un estatus privilegiado, ¿Cómo es eso de qué siempre has servido al clan Romanov?
- Vengo de una familia poderosa, pero cuando era una niña, mis padres cometieron un delito, exponieron a los vampiros con los humanos que vivían en una pequeña aldea en ese en ese entonces. - abro lo ojos al escuchar aquello, se supone que eso era un delito. - El concejo vampiro tuvo que mandar vampiros para inotisar a los humanos y así borrar sus recuerdos, resultó que una familia entera era inmune a esto y tuvieron que ser exterminados. Mis padres fueron condenados a muerte, les arrancaron el corazón y sus descendientes fueron condenados a servir, el abuelo del señor Dimitri me eligió, mi hermano se quedó en Europa con otro clan. - asiento asimilando lo contado por ella.
- Pero ya esa sentencia término, ¿No?. - Indago mientras tomo asiento en frente al espejo, ella se acerca y antes de que yo tome el cepillo, ella con su rapidez sobrenatural, lo toma en su mano.
- Sí, el señor Dimitri me libero de ese castigo. - ella comiemza a peinar mi cabello. - Ahora le sirvo al clan por voluntad propia. - afirma y sonrió. - Tiene usted un cabello muy lindo.
- Gracias, tu cabello también me gusta, también gracias por responderme y por ser tan amable conmigo. - Candy no dice nada y solo continúa peinandome, un minuto después termina y me colocó de pie apreciando lo apariencia en el espejo, Candy eligió un outfit muy cool, consiste en una falda pantalón de rayas negras y blancas muy delgadas, que tiene un pequeño corazón rojo en la parte izquierda, una blusa sencilla blanca, medias blancas largas me llegan un poco más arriba de las rodillas, botines negros tipo roquero, y en los accerios agrego un poco de color, eligiendolos color violeta, unos aretes de mariposas un poco largos, pulsera, reloj, collar.
- Me gusta.
- Se ve muy linda señorita, bueno usted es una joven hermosa. - dice y siento mis mejillas arder. - Gracias, bueno sera mejor que me valla, se ma hecho algo tarde.
- ¿No va a comer algo? . Pregunta con semblante preocupado.
- No me da tiempo.
- No, por favor espere unos momentos. - Asiento y en un paradero ella sale de la
La habitación, vuelve en menos de diez segundos y me ofrece una manzana y un vaso de yogurt.
- Por favor coma la manzana de camino a clase. - tomo la comida y sonrió.
- Gracias Candy, eres tan linda conmigo, aunque no hables mucho. Cómo es de esperar, ella no responde nada y solo asiente. - Nos vemos más tarde.
- Hasta pronto señorita Alana.
Salgo corriendo de la habitación y así mismo hacía el estacionamiento de la mansión.
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Comments
Angie De A
que bueno que Candy la cuide, es como una madre para Alana, porque hasta la prima, me agrada mucho la historia, es algo nuevo, no leo mucho este tipo de historias pero está MUY buena
2023-07-31
2
🍒CHELI🍒
Nos salió posesivo el hombre 😅😅😅😅
2022-10-31
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