Capítulo # 6

Mierda- susurra él. - Voy a besarte Alana y una vez lo haga no habrá vuelta atrás, todo estos días me he mantenido alejado de ti para evitar derramar todo mi deseo en ti, pero ya no puedo más, me estoy volviendo loco, necesito tomar todo de ti. - dice, no entiendo que quiere decir, pero me sorprendo al descubierto que quiero, anhelo que me bese. - Detener Alana. - dice, yo abro mi boca para decir algo, pero no sale nada, vuelvo a cerrarla, esta vez soy yo quien miro sus labios y muerdo mi labio inferior deseando que hago lo que quiere. - Conste, te lo adverti. - dijo y entonces junto nuestros labios

Capítulo 6

Dimitri

Jamás algo se siento tan bien, sus suaves labios, junto a los míos son ambrosía pura, ella no lo sabe pero los dos nacimos para estar juntos, es por eso que su cuerpo reacciona a mi toque, ella es inexperta, responde a mi beso con timidez, pero aún así cada poro de su piel me desea. Tengo que detenerme pues ella necesita respirar, miro su hermoso rostro, sus mejillas están sonrojadas, ella baja la mirada agachando la cabeza, tomo su mentón y levanto su rostro. Su corazón late rápidamente en su pecho, inhalo tratando de saber si está asustada, pero no hallo el olor característico del miedo, lo que si detecto es el olor de su excitación.

¡Mierda!

Junto nuestros labios nuevamente, esta vez en un beso más apasionado y feroz, ella corresponde con dificultad y timidez, pero aún así no se asusta o hace intento de detenerme, acaricio su piel por encima de su ropa y siento como ya mi cuerpo se enciende. Yo había querido esperar, pero ya no aguanto más necesito poseerla, necesito hacerle el amor mientras tomo de su deliciosa sangre, detengo nuestro beso y en un rápido movimiento la llevo hacia su cama y la acuesto, Alana abre sus ojos y me mira, Veo curiosidad y deseo reflejado en esos hermosos ojos grises.

- ¿Tienes miedo? - cuestino, ella mueve la cabeza a los lados negando. - ¿Sabes lo qué quiero hacerte? - cuestino nuevamente, ella traga en seco y asiente. - ¿Quieres que lo haga?

Ella muerde su labio inferior y mira hacia un lado evitando mi mirada.

- ¿Puedo negarme? - cuestiona. Aquello me paraliza un momento, ¿Ella cree que la voy a obligar?

- Sí. - respondo. Vuelve a morder su labio y me mira a los ojos. - ¿ Quieres que me detenga y me valla? - le pregunto.

- Yo.... - intenta decir pero guarda silencio, luego me mira a los ojos. - No. - responde. - Me gusta esto que siento.

Sus ojos brillan de deseo y no hay más nada que pensar o decir, beso nuevamente sus labios con pasión y urgencia ella sabe corresponder de la misma manera, una de mis manos acaricia la piel expuesta de su abdomen y siento como su piel se eriza, entonces separó nuestros labios para ir a su cuello, dónde doy pequeños besos y lamidas, ella suspira al sentir aquello, mi garganta se siente seca, mis colmillos se asoman y hundo mis dientes en ella mientras acaricio su piel, un gemido sale de sus labios, mi mano baja por todo su vientre hasta llegar al pliegue de su shorts, con agilidad quitó el boto y bajo el cierre de este, mi mano busca su centro y al encontrarlo comienzo a acariciar, ella vuelve e gemir y entonces comienzo a succionar su sangre, vuelve a gemir está vez más alto y mueve sus caderas al ritmo de mi toque, dejo de succionar su sangre y miro su rostro sonrojado por el calor y el deseó, verla me excita aún más, me acerco a su oreja y lamo su lóbulo.

- Me pertenes Alana, Nunca olvides eso, eres mía. - susurro en su oído. - Grita mi nombre cuando te corras Alana. - Ella gime en respuesta, vuelvo a hincar mis colmillos en su cuello y succiono un poco más de su sangre, muevo mis dedos más rápido y entonces ella alcanza su climax mientras hace lo que le ordene, gemir mi nombre.

Justo en ese momento se escucha una voz en la habitación.

- Lamento la interrupción. - habla Dina. Alana se sobresalta y esconde su cara en mi cuello.

- No está en la habitación. - le digo para que se calme, pues sé que Dina está detrás de la puerta, ella se calma y yo maldigo a la inoportuna de mi hermana.

- Lo siento hermano, pero se te necesita urgentemente en tu despacho. - comenta, se que justo ahora la muy maldita tiene una sonrisa en sus labios.

Miro a Alana la cual está sonrojada y evita mirarme a los ojos, sonrió y hundo mi rostro en su cuello, lamo su herida y ella gime, La miro nuevamente, muerdo mi lengua y junto nuestros labios, meto mi lengua en su boca y ella hace lo mismo, toma mi sangre y traga, nos separamos y miro su cuello. Su herida pronto sanara. Con el dolor de mi alma y entrepierna me levanto de encima de ella. Alana se mantiene callada mirándome.

- Tengo que ir a ver qué pasa. - digo y ella asiente. - No salgas de la habitación. - ella Frunce su ceño y tengo que disimular mi sonrisa.- Esta bien, pero ten cuidado con Arelis.- advierto, - Arelis es una vieja amiga y conocida de Dina y mía, es algo inmadura e impulsiva. -- digo y salgo de la habitación.

Alana

El señor Dimitri sale de la habitación como es habitual, tan rápido que solo veo un borrón, dejo salir un suspiro y me arrastró hacia la orilla de la cama, quedó sentada en esta pensando en lo que pasó, aún puedo sentir la humedad de mis bragas y eso es tan vergonzoso, no entiendo que paso, ¿ Por qué de repente el quiso besarme? Y después, el quería que tuviéramos intimidad y lo sorprendente es que la idea no me desagrada , si no todo lo contrario, yo quería que pasara, quería que el me hiciera eso ¿ Estaré bien de la cabeza? ¿Es normal eso? El señor Dimitri es mayor que yo, parece de veinte tantos, pero estoy segura de que tiene más, aunque bueno el es un vampiro y eso no cuenta, además es muy guapo,. Siempre lo he sabido, no soy ciega, todo en el es bello, sus ojos azules otras veces rojos, con su mirada penetrante e intimidante, su cabello negro , sus facciones varoniles, su barba excipiente, sus labios rosas y carnosos sus piel blanca, su cuerpo musculoso y perfecto. ! oh Dios desde cuándo lo tengo tan detallado! Bueno supongo que desde que soy una adolescente que suspira por hombres lindos, es normal y el señor Dimitri es demasiado guapo.

Pero creí que el me veía como una niña o algo así, ahora sé que no es así y eso me gusta y al mismo tiempo me asusta.

Decido dejar de pensar en eso y voy hacia mi armario, tomo unas bragas limpias y después paso al baño a limpiarme y cambiarlas, luego tomo algunos libros y cuadernos, debo realizar unas tareas de la escuela. Salgo de mi habitación y camino por los pasillos de la mansión

- Ojalá no me encuentre con esas pelos de fuego. - susurro para mí. - ¿ Quién será? - la manera en que me miró me dió escalofríos, jamás alguien me había visto con tanto odio. Bueno espero no encontrarmela.

.......

Han pasado varios días en los que no he visto a el señor Dimitri, no me ha llamado a su despacho y tampoco me lo he encontrado en los pasillos o incluso no ha venido a verme, al principio creia que era por lo que pasó hace unos días, pero luego Candy me dijo que el ha estado ocupado con ciertos asuntos del concejo de vampiro, la verdad tengo que confesar que el no verlo me tienen algo inquieta. Dejó salír un suspiro y continuó dibujando en mi cuaderno, de repente escucho un ruido en la habitación y dirijo la mirada hacia atrás. Como siempre Candy ha entrado en mi habitación sin tocar, pero esta vez no está sola, Dina la acompaña, ninguna de las dos dice nada y eso me parecer extraño, bueno de parte de Dina, ella es bastante extrovertida, pero Candy siempre está callada.

- Me enteré de que Arelis te agredió. - hablo por fin Dina. - y que luego Dimitri la puso en su lugar.

Asentí. - Por alguna razón la pelos de fuego me odia, y eso que apenas nos acabamos de ver. - digo, ella sonríe al escuchar el apodo que le puse a la pelirroja.

- Está celosa. - dice y la miro extrañada. - la pelos de fuego te odia porque está celosa. - explica.

- ¿Por qué? - cuestino, una vampira inmortal, celosa de mi, una simple humana. Eso no es posible.

- Porque eres el.. ... - ella iba a decir algo pero Candy la mira como advirtiéndole algo y se detiene- - Porqué tienes toda la atención de Dimitri. - dice. - Ella ha estado toda la vida loca por mi hermano, desde que este la rescató de morir y la convirtió en vampiro. - dice y abro los ojos sorprendida.

- La pelos de fuego no es una vampira original, pero ¿ Cómo es eso posible? Cuando la ví por primera vez venía en ese auto convertible, ¿Cómo es que el sol no le hace daño? - cuestino.

- Usa un anillo echizado que la hace inmune a los rayos del sol. - hablo Candy La miro igualmente sorprendida por esa información.

- No sabía que eso se podía hacer, ¿Por qué los vampiros de aquí no lo tienen? - cuestino curiosa.

Candy y Dina se miran entre si como hablando, por la mirada de Candy se podría decir que ella le estaba advirtiendo a Dina que no dijera nada y está quería hablar. Al final Dina sonríe y me mira.

- El tipo que hizo el echizo es un brujo al que Dimitri odia. - dijo. - Los vampiros de aquí por respeto y lealtad a Dimitri no lo usan por ello, aunque a Dimitri no le importaría. - termina, Candy rueda los ojos y comienza a ordenar mi habitación, no se porque hacia eso, ya que no era su obligación. A decir verdad Candy siempre ha sido muy atenta en ese aspecto, es decir no habla mucho ni muestra mucho afecto, pero siempre ha procurado por qué mi habitación, ropa y así este limpia y ordenada, le sonrió dándole las gracias, ella no dice ni hace nada. Miro a Dina queriendo saber más de la pelos de fuego.

- ¿Y como la salvó? ¿Y ella y Dimitri tuvieron algo? - cuestionó, Dina me mira sonriendo.

- Fue atacada, creo que por el que era su esposo, el la golpeó hasta casi matarla, luego para intentar cubrir su delito la llevo a un bosque en las afueras de la ciudad, iba aenterrarla, pero el no contó con que por ese bosque vagaba mi hermano cuando esté estaba algo descontrolado, no lo mató porque penso dejárselo a ella. Se acercó a su cuerpo moribundo y le cuestino si quería vengarse,ser fuerte para acabar con el, ella dijo que si y mi hermano le dió a beber su sangre, luego ella murió, despertó al siguiente día convertida y acabo con su marido. - explica, la miro sin comprende muy bien algo.

- No entiendo, se supone que la sangre de vampiro sana heridas, ¿No debió ella samar? ¿ Por qué se convirtió en vampiro? - cuestino.

- En realidad eso depende. - hablo esta vez Candy, - Si la persona está mal herida y ha perdido demaciado sangre, ya no hay nada que hacer, si bebé la sangre de un vampiro morirá y se convertirás en uno. - dice y asiento. Entonces aquella vez yo no estaba tan mal o bien el señor Dimitri llegó a tiempo. - Y la sangre de vampiro original tampoco cura enfermedades, si la persona está tan enferma y va a morir por esa enfermedad y toma sangre de vampiro sucederá lo mismo.- termina.- ¡Ah! y un vampiro convertido no puede hacer eso, ya que la persona se convertirá en un estrigoi, un vampiro demaciado violento, sin razón, con solo sed de sangre. - asiento por toda la información y le sonreí, aquella era la manera en qué Candy hablaba más conmigo, explicarme todo estos asuntos de los vampiros y otras especies, a mi en particular me gusta escucharla, Candy había vivido mucho y sabía muchas cosas, de echo ella me ayudaba mucho en historia , no hay nada que esa vampira rubia no supiera.

- Y bueno con respecto a tu otra pregunta. - Habla Dina. - Si tuvieron algo, pero fue hace muchos años, no fue nada formal, solo era una aventura, Dimitri jamás sintió algo fuerte por ella, pero ella si está obsesionada con él. - dijo. - Pero tu no tienes nada de que preocuparte, los ojos de mi hermano solo están puestos en ti y nada de lo que haga o diga esa arpía va a funcionar.

No digo nada y solo asiento, la sola idea de imaginar al señor Dimitri con esa pelos de fuego me revuelve el estómago, y lo único que quiero es que se marche de la mansión lo más pronto posible.

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