Alana.
Mas tarde, estacionó la boleta en su lugar y me adentro a la mansión, al entrar en mi habitación colocó el bolso en mi mesa de estudio y me tiró en la cama. Ha sido un día pesado en la escuela, el profesor de educación física nos quería sacar el alma hoy, además de que a dos profesores se les ocurrió la maravillosa idea de hacer examen sorpresa, afortunadamente había repasado un poco y creo que sacare una buena nota. Dejó salir un suspiro y de pronto siento una fragancia conocida, no tengo que ver para saber quién es.
- Hola Candy. - saludo.
- Buenas tardes señorita Alana, el señor Dimitri dejo dicho que apenas llegara de la escuela le dijera que fuera a su despacho. Me levanto de golpe de la cama al escuchar eso y sonrió, siento un revuelo en mi estómago al pensar en volver a verlo, y no es esa sensacion de cuánto te duele el estómago y quieres devolverlo todo, no, es algo más agradable.
- Gracias, iré enseguida. - voy a cruzar la puerta, pero me detengo y miro a Candy. - ¿Me veo bien? - indago, logro ver un atisbo de sonrisa curavar sus labio, pero lo disimula rapidamente.
. - Sí señorita, se ve muy linda.
- Gracias, bueno, nos vemos luego.
Salgo de mi habitación y camino por los pasillos de la mansión hasta llegar a su despacho, voy a tocar la puerta, pero una vez más su voz se adelanta.
- Pasa. - escucho, tomo el pomo y abro la puerta.
- Hola.
Él me mira de pies a cabeza y sonríe, luego me insta a ir hacia el con su mano, sonrió apenada y camino hacia él, cuando estoy justo enfrente, él me toma por la cintura y me sienta en su regazo.
- ¿Cómo te fue? - pregunta mirándome a los ojos y acariciando un mechón de mi cabello.
- Bien, fue algo agotador, sobre todo la clase de deportes, además tuve dos exámenes sorpresa pero estoy segura que sacaré buena nota.. - hablo rápidamente, el sonríe.
- Me alegra eso. - el acaricia ahora mi mejilla y cierro mis ojos para sentir mejor el rose de sus dedos en mi piel,
Algo me pasa cuando estoy junto a él, siempre lo había sentido pero desde que nos besamos aquella vez, siento que es más fuerte.
Pasa sus dedos por mis labios y presiona un poco fuerte, luego me besa y yo hago lo mismo, el pasa su lengua por mi labio inferior y se lo que quiere, así que entre abro un poco mis labios, él por supuesto aprovecha y mete su lengua, gimo al sentir aquello. Su lengua recorre mi boca y yo hago lo mismo, aquello causa una revolución en mi estómago siento como unos músculos en mi vientre se contraen por aquello, se siente maravilloso es como un cosquilleo, mis piernas tiemblan así que agradezco estar sentada. Él beso termina y el me mira a los ojos.
- Mi pequeña Alana, tan dulce, tan suave. - susurra cerca a mis labios y vuelve a besarme, su mano que antes estaba en mi rostro ahora está en mi cintura, acariciando la piel de mi vientre suavemente, volvemos a separar nuestros labios, el comienza a darme besos cortos en mi rostro mientras baja a mi cuello, hasta que llega al espacio entre mi cuello y hombro, me da un beso, lame el lugar y luego siento el pinchazo de sus colmillos en mi piel, jadeo al sentir aquello, incoscinetemente llevo mis manos a sus hombros. Se supone que esto debería doler, pero es todo lo contrario, me gusta, mi cuerpo reacciona muy bien y siento mis pezones endurecer, además de cierta humedad en mis bragas. ¡Mierda, estoy excitada! Él deja de susucionar mi sangre y nos miramos, un poco de sangre escurre de las comisuras de su labios y se limpia con su lengua, esa visión hace que músculos en mi zona baja se contraigan y un gemido vuelve a salir de mis labios.
Él sonríe sexy, , mete su cara en mi cuello nuevamente y siento como su lengua comienza a lamer la herida de sus colmillos, luego me mira, se muerde el labio inferior y sangre comienza a brotar de ellos, sé lo que quiere, así que sin perder tiempo paso mi lengua por estos tomando su sangre, cuando termino él me agarra por la nuca y me besa, esta vez el beso es un poco más apasionado, su lengua arremete en mi boca y yo trato de seguir el ritmo, mientras intento lidiar con las reacciones de mi cuerpo, pues parece que estuviera dentro de un sauna, estoy sudando y mi piel está erizada, mis pezones duelen de lo duro que están y mis bragas están totalmente empapadas. ¡Carajo! ¡ Por qué me siento así! ¿Esto es normal?
Nuevamente el se detiene y aleja su rostro solo a dos centímetros de mi, su mano viaja a mis rostro, el acaricia mi mejilla, aspira el aroma del aire y su ojos se vuelven de un rojo más intenso.
- Ve a tu habitación, empaca unas par de ropa para clima frío y tus cosas de aseo personal. - dice con voz ronca.
- ¿Nos vamos de viaje?
- Sí
- ¿A dónde? ¿Por qué? - indago cueriosa, no es que me moleste, jamás he salido de esta mansión, ecepto para ir a la escuela, la idea de viajar me emociona mucho, pero a la vez se me hace extraño.
- Quiero estar a solas contigo, sin tanto súper oído. - dice y sonrió al entenderlo.
- ¿ Y cuánto tiempo vamos a estar en ese lugar? - vuelvo a indagar.
- Todo el fin de semana, regresaremos el domingo en la tarde. Ve, dile a Candy que te ayude.
Asiento, pero aún no me levanto de sus piernas.
- Ve ahora Pequeña Alana , si no, voy a tomarte en esta silla.
Abro mis ojos y siento mis mejillas calentarse al entender a qué se refiere con ”tomarme" no habla de tomar mi sangre, definitivamente no. Me evanto de un salto y camino hacia la puerta.
- Te espero en quince minutos en el estacionamiento. - dice y asiento.
Cuando llegó a la habitación Candy ya está ahí, sonrió nuevamente al recordar su chiste, de los súper oídos.
- ¿A dónde crees que me lleve? - cuestiono ya imaginando que ella sabe.
- No lo sé señorita. - ella va hacia mi armario y comienza a buscar entre mi ropa.
- Me voy a dar una ducha rápida. - digo, ella siente y me meto al baño. Nuevamente como en la mañana cuando salgo ya ella tiene mi outfit listo en la cama, además de varias prendas elegidas para los días que voy a pasar allá. Mientras me visto ella revolotea en la habitación empacando las cosas. Al terminar me miro en el espejo y sonrío satisfecha, Candy tiene un buen gusto. Eligió para mí un crop top pegado al cuerpo con cuello tortuga y mangas largas de color azul oscuro, unos leggins negros también ajustados al cuerpo de talle alto, unas botas largas de material en gamuza de color marrón con un tacón bajo y por último un chaleco largo también en gamuza del mismo color que las botas aunque es un poco más oscuro.
Me colocó los pocos accesorios que eligió qué consisten en unos aretes tipo argolla color marrón oscuro y un anillo el cual tiene una mariposa de color marrón, me siento frente al tocador para peinarme.
- Permítame maquillarla y peinarla señorita. - dice y asiento, no es la primera vez que lo hace, y aunque no me siento muy cómoda no me gusta decirle que no porqué siento que es algo que le gusta.
- Muy bien
Ella se acerca a mí y toma las pocas cosas de maquillaje que tengo en el tocador y procede a aplicarme esto, al terminar toma el cepillo y comienza a pasarlo por mi cabello moldeando lo a su gusto, mi cabello es un poco rubio oscuro, algo ondulado largo, me llega a mitad de la espalda, me crece rápido pero siempre me lo cortó hasta esa altura porque no me gusta demasiado largo.
- Listo, es mejor que lo lleve suelto. - comenta y asiento. - Bueno ya es la hora , el señor Dimitri ya la espera afuera. Ella toma la maleta ya lista con toda mi pertenencias y camina hacia la puerta. - La acompaño. - claro era obvio que no me iba a dejar tomar la maleta y que le iba a llevar ella.
Minutos después voy en el auto en el asiento al lado de el conductor mirando el paisaje ya conocido por mí, Dimitri va a mi lado conduciendo el auto mirando hacia la carretera aparentemente muy concentrado.
- ¿ Y adónde vamos exactamente? - indagó curiosa.
- Vamos a una cabaña que tengo en un pequeño pueblo que está a varias horas de aquí, está ubicada en un pequeño y hermoso bosque, Siempre hace frío en ese lugar por eso te dije que te trajeras ropa abrigada. - me explica.
Sonrió emocionada por conocer un nuevo lugar, pero también por pasar tiempo a solas con él. Dimitri siempre fue muy callado, muy pocas veces hablamos o tuvimos una conversación larga excepto la primera vez que nos vimos, él siempre llamó mi atención no solo el hecho de que fuera vampiro, si no en hecho de que haya decidido salvar mi vida aquella noche siempre me preguntado ¿ Por qué lo hizo? Alguna vez tendré el coraje de preguntárselo. Cuando fui creciendo dejando las cosas de niñas atrás y comenzando a interesarme por chicos guapos su rostro y sus ojos azules siempre habían y han estado en mi mente, pero siempre pensé que aquello era absurdo después de todo el era un vampiro con quién sabe cuántos años de edad y yo una simple mocosa que estaba entrenando en la etapa hormonal de su vida, pero después de que el me beso supe que yo le gustaba, ¡ Que yo le gusto y eso hace que mi corazón lata de felicidad y emoción! Sonrío al pensar en eso.
- ¿ En que piensas pequeña? - cuestina y lo miro, sus ojos están ahora fijos en mí.
- Estoy muy feliz de que hagamos este viaje. - respondo. - La mansión es grande y tiene un jardín hermoso pero siempre es bueno salir y conocer otros lugares. Él Mira nuevamente al frente y asiente.
- Debes aburrirte siempre estando ahí encerrada. - comenta. - Te prometo que desde ahora te llevaré a conocer nuevos lugares, incluso puedes salir al pueblo acompañada de Candy o mi hermana y hacer lo que hacen las chicas de tu edad, pasear un rato en el centro comercial, comer un helado y esas cosas. - sonrió y asiento emocionada por esa idea. - Bueno es una promesa. - dice y vuelve a mirarme sonriendo.
No digo nada, pero estoy segura que él sabe que eso me hace muy feliz.
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Comments
Stella Romero
,vaya Crepúsculo ...
2024-06-10
1
Angie De A
me encanta la historia y que genial que ya va a poder salir más Alana, así no se va a sentir tan sola entre tanto vampiro
2023-07-31
1
🍒CHELI🍒
Me encanta 😍😍😍
2022-11-14
0