Capitulo # 10

Dimitri

Después de cinco horas de viaje llegamos a nuestro destino. Detengo el auto y miro a Alana, está dormida, su respiración es pausada y tranquila, acaricio su mejilla, ella se remueve al sentir mi tacto.

- Despierta, hemos llegado. - hace un pequeño ruido quejándose no queriendo abrir los ojos. - Vamos no seas perezosa.

Abre sus ojos lentamente, sonrió.

- Hemos llegado. - ella termina de despertar y mira hacia fuera del auto, al ver la cabaña a pocos metros sonríe. - Salgamos.

Ella obedece y quita el cinturón de seguridad, salimos al mismo tiempo, rodeo el auto y llegó a dónde ella, la tomo de la mano y caminamos hacia el lugar.

- La imaginé más rústica. - comenta, al ver la fachada.

- Me gusta lo clásico, pero un poco de modernidad no hace daño. - Entramos por el camino de piedra y abro la puerta de la cabaña con la llave, cuando estamos dentro, ella mira todo con admiración.

Es un lugar pequeño, aunque bien amoblado, a nuestra derecha está el comedor sencillo y al lado de este la cocina, pequeña pero con todo lo necesario, al lado de esta, a la izquierda hay un baño de invitados, y al lado de esto una puerta hacia afuera, a la derecha de la cocina hay una puerta que lleva a una habitación que guarda solo herramientas y el calentador, a nuestra izquierda está un sofá gris, frente a una mesa y una chimenea, frente a nosotros están las escaleras de madera que lleva hacia la habitación, dónde está una cama con cajonera, una mesa de noche, frente a las escalera está la puerta que da al baño, en la habitación hay una ventana que da hacia un balcón.

- Es muy linda. - susurra.

- Me alegro que te guste. - tomo las maletas y comienzo a subir las escaleras, ella me sigue, llegamos a la habitación, Alana se queda mirando la cama tamaño king y sonrió.

- ¿Qué pasa? - cuestino.

- ¿Vamos a dormir juntos? - pregunta, sonrio y asiento.

- ¿Algún problema con eso? - ella niega moviendo la cabeza de un lado a otro, segundos después su mejillas se tornan rojas. pongo las maletas en la cama y me acerco a ella, colocó mis manos en su cintura y la miro encandilado por su belleza. - ¿ En qué estás pensando? - indago, su mejillas se colorean aún más.

- En nada. - responde pero es obvio que miente, sonrió y decido no molestarla con eso, sé lo que está pensando, pero no voy a avergonzarla, lo que hago es juntar nuestros labios, ella corresponde mi beso con tímides, aún cuando profundizó el beso ella me sigue el ritmo, mi deseo se enciende, quiero tomarla ahora mismo, aquí sobre esa cama, hacerle el amor y tomar su sangre mientras ella alcanza su liberación, mis besos pasan a su cuello y ella deja salir un gemido de sus labios, con rapidez sobrenatural la colocó en la cama quedando encima de ella, mis besos siguen atacando su cuello, pero, depronto su estómago hace un ruido, me detengo y la miro al rostro el cual está completamente rojo.

- Lo siento, no has comido nada, ¿Cierto? - indago y ella asiente. Miro por la ventana de la habitación y veo que ya está anocheciendo, me levanto de la cama y ella se incorpora quedando sentada.

- La despensa está llena, ve a prepararte algo. - ella asiente y sin mirarme a la cara se levanta de la cama y sale de la habitación.

Media hora después bajo a la primera planta dónde la veo sentada en el comedor disfrutando de su cena mientras mira pensativa hacia la pared.

- ¿Qué piensas? - pregunto,ella da un respingo.

- Jamás me acostumbraré a lo silenciosos que son ustedes. - comenta.

- Lo siento. - me disculpo. - ¿En que pensabas? - veo algo de duda en sus ojos, lo cual quiere decir que no sabe si decirme lo que pensaba.

- Nada importante, solo Tonterías. - asegura pero sé que me miente, no importa ya lo sabré, miro lo que está comiendo y ella se da cuenta.

- ¿Quieres? - sonrió y niego. - Sabes que los vampiros no comemos comida humana.

- Pero, ¿ Pueden comerla? - pregunta y asiento.

- Sí, pero es algo innecesario, los alimentos humanos no nos proporcionan, energía, ni los nutrientes, ni nada de esas cosas que a ustedes sí. - le explico.

- A ustedes solo les sirve la sangre. - afirma ella y asiento.

- A mí en especial la tuya.- ella sonríe.

- ¿ Por qué? - indaga curiosa.

- Es deliciosa. - Alana frunce el entrecejo ante mis respuesta.

- No lo creo, huele a hierro como toda la sangre y estoy segura que sabe como a toda la sangre. - sonrío por su comentario.

- Es algo complicado de explicar, es algo así como tus hormonas o tu ser. - digo, ella me mira más confusa. - Más adelante te lo explicaré mejor. - asiente.

- Tengo una duda. - me mira y la insto a que pregunte. - ¿ Los vampiros toman sangre de otro vampiro?

- Sí, de su pareja, es la única sangre de vampiro que podemos tomar, cuando la pareja de vampiro se imprima no hay ningún problema con que tomen la sangre uno del otro, pero cuando no es así podría resultar algo tóxico. - ella abre los ojos sorprendida.

- ¿Quieres decir, algo así como venenosa?

- Así es, aunque no causa la muerte, sí causa daño interno, lo cual es muy doloroso y tarda mucho tiempo en sanar. - asiente, siempre es tan curiosa. - Bueno ya vuelvo voy a casar.

- ¿Animales? - cuestiona y asiento, ella sonríe. Salgo de la cabaña y me muevo rápidamente en el bosque, tengo que sacar un poco de energía de mi cuerpo.

Alana

El señor Dimitri sale de la cabaña y me quedo sola en el lugar, mastico mi comida y tomo un poco de jugo. No le quise decir nada, cuando me preguntó que estaba pensando, la verdad pensaba en el tema de la universidad, se acercan las fechas en que debo enviar el ensayo a las universidades, ya lo tengo terminado pero aún no sé si enviarlo, por un momento quise plantearle que me dejara ir a una, sí me aceptaban, pero tengo miedo de su reacción y la verdad dudo mucho que él vaya a permitirme alejarme, pero quiero ir, ya he decidió estudiar literatura y así convertirme en una escritora, pero también me gustaría que me dejara ir para ser una adolescente normal, conocer nuevos lugares y otras personas, Nunca le he dicho esto a nadie pero a veces, más bien la mayoría, odio estar encerrada en esa mansión rodeada de tantos vampiros. Dejó salir un suspiro, mejor dejo de pensar en eso, ya encontraré el momento y el valor para comentárselo al señor Dimitri.

Varios minutos después subo a la habitación y busco en mi maleta, mis utensilios de aseo personal, ropa interior y mi pijama, me meto al baño y me sorprendo el ver el lugar, es muy bonito. Obviamente es de madera, ecepto por la bañera, la taza del lava manos y el inodoro.

En el baño de la mansión no tengo bañera así que voy aprovechar está, abro la llave y regulo la temperatura del agua, miro en la repisa que producto me sirve para hacer espuma, sonrió al ver qué no solo está lo que busco si no unos aceites aromáticos que segun son relajantes, aplico un poco de cada producto y cuando el agua está al nivel que quiero cierro la llave, acto seguido me quito la ropa hasta estar desnuda, recogo mi cabello en un chongo y me meto al la bañera.

- ¡Que rico! - cierro mis ojos disfrutando de aquello y decido relajarme.

Segundos después escucho pasos subiendo las escaleras.

- ¿Alana estás en el baño? - escuchó la voz del señor Dimitri.

- Sí. - no dice nada y yo vuelvo a cerrar mis ojos, segundos después escucho que la puerta del baño se abre, el señor Dimitri me mira con sus ojos carmesí y automáticamente siento mi cuerpo temblar, pero no es precisamente de miedo.

- ¿Qué tal si te hago compañía? - pregunta, abro lo boca tratando de decir algo, pero no sale una palabra, él sonríe y veo como empieza a quitarse la chamarra de cuero. ¡Se va a desnudar! Desvío la mirada concentrándome en lo bonita que es la pared.

- Haste un poco más para adelante. - me ordena y hago lo que me pide, sin voltearlo a ver, siento como se mete en la bañera y se sienta, sus grandes piernas están a mis costados. - Haste un poco más para atrás ahora. - trago saliva y obedezco, al sentir algo duro rosar mi espalda baja, doy un respingo. ¿Es su ...

- ¿Estás asustada? - me pregunta y niego moviendo la cabeza de un lado a otro. - ¿Nerviosa? - asiento moviendo la cabeza de arriba a bajo, creo que he perdido la capacidad de hablar. Él me da un beso en el hombro y me estremezco. - Pásame el gel de baño. - nuevamente hago lo que ordena, le entrego el gel, aplica un poco en su mano derecha me entrega el gel y luego con su mano izquierda frota el gel entre sus palmas para lograr hacer espuma, después coloca sus manos en mis hombros y comienza a frotar el gel en mi piel. - recuestate en mi hombro. - hago lo que me pide sintiendo mi corazón latir demaciado fuerte en mi pecho. - sus manos pasan por mi piel hasta llegar a mis pechos dónde comienza a manejar suavemente, un gemido sale de mi boca, él me da un beso en mi oído y eso hace que mi cuerpo tiemble de excitación, sus grandes manos siguen tocando mi cuerpo, esta vez vieja hacia mi abdomen, nuevamente un gemido sale de mi boca, , sus labios están pegado a mi oreja así que siento como una sonrisa se forma en ellos - Eres hermosa Alana, cada centímetro de tu piel es hermoso, me encanta como hueles y como te sientes bajo mis manos. - susurra en mi oído. - Baja en línea recta desde mi obligo y llega aquel lugar, doy un respingo al sentirlo ahí e intento cerrar mis piernas, pero el me lo impide. - Quieta. - me ordena. - Voy hacer que te corras. - susurra y comienza a jugar con aquel nervio, haciendo que mi cuerpo se estrmezca y me retuerza de placer antes sus caricias lascivas.

- S.. señor Dimitri. - susurro con voz ronca.

- ¿En que quedamos preciosa? - me pregunta, cierro los ojos por el placer, siento mis ojos aguados, una torrente de anticipación se forma en mi bajo vientre. - Di mi nombre cuando te corras Alana, si no lo haces te voy a castigar. - susurra en mi oído, segundos después el climax me golpea.

- ¡Dimitri! - exclamó su nombre sintiendo aquel maravilloso y espontáneo placer.

- Esa es mi chica. - susurra nuevamente en mi oído. - Salgamos de aquí.

Siento como se mueve y sale de la bañera, yo no tengo fuerzas para levantarme, siento mis piernas lánguidas, sin fuerza.

- Veo que tendré que cargarte. - se inclina un poco, coloca uno de sus brazos en mi espalda por debajo de mis axilas y el otro por detrás de mis rodillas, y como si yo fuera una pluma, me levanta como si nada. Siento un poco de vértigo así que colocó mis brazos en su cuello aunque sé que él no me va a dejar caer, antes de salir del baño toma la toalla qué había puesto en la baranda y entonces salimos del lugar, cuando estamos al lado de la cama él me pone en el suelo, y con la toalla empieza a secar mi cuerpo despacio, luego la usa en su cuerpo y la tira hacia un lado en la habitación, yo mantengo mi mirada en sus ojos carmesí.

- Te voy hacer el amor Alana. - dice y abro los ojos. - Pero si tú no quieres, no haré nada.

Trago el nudo que se ha formado en mi garganta e intento decir algo, pero nuevamente no puedo, Dimitri me mira esperando una respuesta de mi parte, abro mi boca nuevamente.

- Yo... Sí. - logro decir, sé que me escuche como una tarada, pero creo que he perdido mi facultades mentales. Dimitri curva sus labios en una sonrisa sensual, su mano toma mi mentón y acerca su rostro al mío.

- Siempre has sido mía pequeña Alana. - susurra y luego me besa, al principio es suave y delicado, pero con el paso de los segundos su beso se vuelve apasionado y demamdante, hago todo lo que puedo para segurile el ritmo, Dimitri es muy apasionado por lo que he notado y tiene una muy buena y larga esoeriencia en estos de los besos y ya me imagino que en lo otro también, me carga en sus brazos aún sin romper el beso y me colaca en la cama, luego deja mis labios pero ataca mi cuello, besando y lamiendo, sus manos recorren todo mi cuerpo y yo solo logro gemir y disfrutar de todo aquello, el lame, acaricia y disfruta de mis pechos, luego sus besos bajan a mi abdomen, lame mi obligo y baja su rostro hacia bajo, donde sus juegos lascivos hacen que me retuerza de placer y llegué a la cúspide gritando nuevamente su nombre.

Cuando vuelvo de la bruma del placer, el está sobre mi, mirándome con sus ojos carmesí los cuales brillan aún más. - Tu sangre no es lo único a lo que seré adicto. - susurra y mis mejillas se calientan al saber a qué se refiere, él besa mis labios, me mira a los ojos, lentamente comienza a unir nuestros cuerpos y mi cuerpo se tenza.- Relájate. - trato de hacerlo, pero es imposible, cuando el cruza aquella barrera gimo al sentirlo, no es algo doloroso, pero si molesto, Dimitri se queda quieto por varios segundos. - Dime cuando estés lista. - asiento, cierto mis ojos e inhalo.

- Ya.

Él comienza a mover sus caderas lentamente, al principio es algo incómodo y se siente extraño pero segundos después aquello se siente bien, demasiado bien, el comienza a moverse más rápido, mi cuerpo comienza a disfrutar de aquello y el placer es indescriptible.

- Eres mía Alana, solo mía, nunca lo olvides, me perteneces. - me dice al oído. - Mueve su caderas más rápido y grito al sentirlo tocar un lugar que nubla todos mis pensamientos, siento sus colmillos pinchar mi cuello y soy catapultada a un orgasmo que hace que pierda todo razocinio y una vez más grite el nombre de él...

Más populares

Comments

Angie De A

Angie De A

vaya capitulo 😊😊😊... pero a ver cómo le va a Alana cuando le diga a Dimitri que se quiere ir a la universidad 🥴

2023-07-31

3

nora beatriz ramirez gonzalez

nora beatriz ramirez gonzalez

Auch

2023-01-28

0

Ana Gonzalez

Ana Gonzalez

más capitulos 🙏

2022-12-15

0

Total

descargar

¿Te gustó esta historia? Descarga la APP para mantener tu historial de lectura
descargar

Beneficios

Nuevos usuarios que descargaron la APP, pueden leer hasta 10 capítulos gratis

Recibir
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play