capítulo # 4

Alana

Al día siguiente llego de la escuela y realizó la misma rutina de siempre colocó mi morral en la cama y corro hacia el baño a darme una ducha, justo cuando ya estoy vestida y lista para ir al despacho de Dimitri, entra Candy en la habitación como siempre, silenciosa.

- El señor Dimitri ordenó que hoy no fueras a su despacho. - dijo con voz estoica, aquello me pareció raro y frunci el ceño, desde que estoy en este lugar y él empezó a beber mi sangre jamás había sucedido algo así, ¿ Será qué fue por lo que sucedió ayer?

- Entiendo. - dije, La mujer salió de la habitación tal como llego, sonrío y decido bajar al jardín, tomo mi cuaderno de dibujos con algunos lápices, una manta y salgo de mi habitación, como siempre los pasillos de La mansión están solos, a pesar de que no hay ni una ventana en los pasillos y todo es alumbrado por la luz artificial, este lugar suele estar quieto durante el día, lo cual es normal porque la mayoría de los vampiros que están en este clan son convertidos y ellos no son inmunes a la luz del sol, a diferencia de los vampiros de pura sangre como lo son Dimitri, Dina, Candy y unos pocos más.

Después de varios minutos llego al jardín, extiendo la manta que traje en el piso y me siento encima de esta para luego comenzar a dibujar en mi libreta mientras siento la suave Brisa rozando mi piel, me concentro tanto en lo que estoy haciendo que no me doy de cuenta de nada a mi alrededor y solo me percató de que alguien me vigila cuando esta persona carraspea, levantó la mirada un poco asustada y me calmó al ver a Dimitri.

- Hola señor. - saludo,. me iba a levantar para hacer una referencia Pero él hizo un ademán con su mano así que me quedo en mi lugar, luego él se sienta a mi lado Lo que me sorprende porque jamás había hecho eso, El mira mi dibujo y me siento apenada, pues sin darme cuenta lo he dibujado a él.

- Tienes mucho talento. - comenta

- G.. Gracias, yo... - digo y me callo al no saber que más decir.

- ¿Me lo prestas. - cuestiona y asiento, de todas maneras dudo mucho que pueda decirle que no sin hacerlo enojar, le extiendo el cuaderno y él lo toma en sus manos para luego comenzar a ojearlo. - ¿Está era tu mamá? - pregunta al ver el dibujo de una mujer.

- Sí, - respondo sintiendo tristeza al ver aquel dibujo, lo había hecho hace meses, cuándo se cumplió el aniversario de la muerte de ella.

- Te pareces a ella, ya veo De dónde sacaste tu belleza. - dice y eso causó un calor en mis mejillas, miro hacia otro lado para evitar que él se de cuenta.

- Gracias. - susurro - Ella era hermosa pero muy insegura, todo el tiempo discutía con fabricio y lo celaba. - comento.

- ¿Supongo que el tal Fabricio no era tu padre? - cuestina.

- No, el era esposo de mamá, se habían casado hace un año, después de 6 meses de noviazgo. - explico.

- ¿Sabes Quién es tu padre? - vuelve a cuestionar y no entiendo porque ahora tiene tanta curiosidad sobre mi vida, nunca antes lo había hecho, para ser sincera la única vez que habíamos hablado más de lo estrictamente necesario fue cuándo después de haber estado inconsciente él me dijo que mi vida le pertenecia, de ahí en en más nuestra interacción solo se basaba en yo llegar a su despacho, el hacer un corte en mi muñeca, tomar mi sangre, luego yo tomaba un poco de su la suya y listo, ¿Por qué ahora estaba tan interesado en mí? ¿Qué había cambiado? ... Aún así le respondo.

- No sé quién es, Mamá nunca me habló de él. - digo, no pregunto más nada y entonces yo tuve curiosidad y me arriesgue a pregúntarle algo.

- ¿ ¿Por qué no quiso que fuera a su despacho hoy? - cuestino, el se mantiene estoico mirando el cuaderno. - ¿Fue por lo que pasó ayer?

El me mira con ojos ahora de color carmesí, pero no me responde. luego baja la mirada y mira el retrato que hace unos momentos estaba haciendo de él.

- ¿Puedo quedarmelo? - cuestiona.

- Sí, pero aún no lo termino. - digo resignada a no recibir respuesta.

- Muy bien, luego me lo das. - dice y se pone de pie. - No vallas al bosque.

- Lo sé, nunca lo e echó. - digo y miro hacia el lugar, la verdad es muy tenebroso, cada vez que me imagino estar ahí se me pone la piel de gallina del miedo imaginado que criaturas podría haber en el lugar y lo que podían hacerle a una humana como yo.

Cuando salgo de mis pensamientos él ya no esta.

Decide olvidar aquello y seguir con mi dibujo.

.............

Dimitri

Entro a mi habitación rápidamente, voy hacia la botella con sangre y me sirvo un poco, lo tomo de un sorbo y aunque quita la sed, no me satisface, no es igual que la sangre de ella, su sabor es esquisioto y lo peor ahora es más adictivo, no se que me pasó ayer, durante este tiempo ella no había causado nada en mi, tal vez porque era una niña, pero ayer cuando entro a mi despacho, la vi distinta, algo en ella había cambiado, ¿O yo lo hice? No se, pero sentí la necesidad de probar la sangre directamente desde su cuerpo, succionarla con mis labios, sentir su piel fue maravilloso, su calor, su aroma, pide sentir como su cuerpo reaccionaba a mi cercanía, si me hubiera detenido la hubiera tomado en mi escritorio.

- ¿En qué piensas hermano? - se escucha lo voz de Dina, ya la había sentido, pero quería ignorarla, no estaba para sus sermones.

- Ya te he dicho que no entres a mi habitación sin mi autorizacion, no tines respeto por tu líder. - digo y ella coloca los ojos en blanco, luego se acerca a mi, se sirve un poco del espeso líquido rojo en otra copa y lo bebé.

- Ya me enteré de que hoy no quisiste a la pequeña Alana en tu despacho. - dice y sonríe. - ¿ Sucedió algo que no me hayas contado? - cuestiona sonriente.

- Nada que te incumba. - respondo y tomo asiento en la butaca al lado de la cama. - Voy a tener que hablar con Candy acerca de su discreción- ella solo sonríe.

- Ya deja el drama y cuéntame, ¿Que ha pasado?

Miro a mi hermana molesto, sabiendo que no me dejara tranquilo hasta que hable, así que resignado le cuento lo que pasó, al finalizar ella solo sonríe.

- ¿Necesito decirte que mientras más la alejes y te asbtengas de tomar su sangre, y otras cosas, más fuerte se harán las ganas? - pregunta.

- No, lo sé perfectamente.

- Y, ¿ Por qué querer torturarte de esa manera?

- Aún es muy joven. - ella sonríe con burla.

- Esa escusa es patética, hermano siempre serás más viejo que ella, eso no lo puedes cambiar, aunque esperes cinco años más, ella tendrá veintidós y tú un siglo y más. Anda, dime la verdad.

Y esa era Dina, me conocía tanto, no había manera de engañarla, en ocasiones eso era fastidioso. Me colocó de pie y camino hacia la ventana, Alana aún está. en el jardín, pintando, es tan hermosa, y frágil, cómo las flores que están a su lado.

- Temo lastimarla. - confieso. Dina se coloca a mi lado y ve hacia donde está ella. - Sabes que ya llevo un largo tiempo sin poseer a una mujer. - digo y miro a mi hermana. - Somos seres lujuriosos Dina, tu lo sabes, no somos blandos en la cama, ella es tan joven, tan frágil, ¿ Y si no puedo controlarme y termino acabando con su vida? - pregunto, mi hermana guarda silencio por varios segundos, sé que está pensando en que decirme.

- No creo que le hagas daño. - acaba con su silencio. - Sabes que no puedes hacerlo, después de todo, ella es tu alma gemela, tu adicción, sin decir más desaparece del lugar y vuelvo a mirar a Alana, los recuerdos del día que la conocí vuelven a mí.

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Comments

Angie De A

Angie De A

a hora entiendo, es su alma gemela y lo entendió por la adicción a su sangre

2023-07-31

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Maria Hernandez

Maria Hernandez

amiga me encanta mucho tu historia por favor más capítulosssssssssss siiiiii

2022-09-22

1

Maria Hernandez

Maria Hernandez

cuando puedas subir más capítulosssssssssss te lo agradecería mucho y nunca la vayas a dejar por la mitad así tengas pocos lectores no la vayas a retirar es muy buena amiga 😊😊😊😊

2022-09-14

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