No lo hagas.

Caleb

—No lo entiendo —volteo a ver a Kevin que ya está a mi lado y en ningún momento lo escuche venir, ¿será por todo el ruido que generamos los universitarios todo el tiempo? Es extraño que siempre haya ruido, siempre escuche gritos, creí que la época en la que los jóvenes son gritones ya había pasado, pero estoy equivocado, somos más ruidosos durante la universidad.

Como sea, al otro lado de Kevin, Steve se acerca luego de saludar a un grupo.

—¡Vamos al karaoke al final del semestre! ¡Hay que celebrar o llorar! —grita mientras se aleja de ellos, ruedo mis ojos y veo de nuevo a Kevin.

—¿Qué no entiendes? —aunque somos de diferentes carreras, cursamos algunas materias juntos, como lo es psicología, y hoy no tenemos clases juntos, por lo que me sorprende que de repente ya los tenga cercas de mí.

—No entiendo tu forma de suicidarte —mi ceño se frunce y escucho a Steve reírse.

—¿A qué te refieres? ¿Suicidarme? Sigo vivo, por lo que no tiene lógica nada de lo que dices —me detiene, cuando se cruza en mi camino rápidamente, siendo un obstáculo que me impide seguir caminando.

—Sabes a lo que me refiero, ¿por qué trabajar en equipo con...? —se detiene y voltea a todos lados, como si no quisiera que escucharán lo que va a decir, hago lo mismo, nadie nos presta atención y los que están cercas siguen su camino apresurados o preocupados por pasar el semestre—. ¿... con Gretel? —susurra y se sacude en un escalofrío fingido.

—¿Qué tiene de malo? —me encojo de hombros.

—¿Finges? —me pregunta Kevin, sorprendido de que esté fingiendo por primera vez, estoy evadiendo la verdadera pregunta, pero no me importa—. ¡¿Cómo puedes fingir demencia?! —grita, llamando la atención.

Suspiro y aprovechando su distracción de fingir que nada ha ocurrido, lo paso de largo, avanzando hacia mi salón. Debo ir a clases.

—¡Abels! ¡¿A dónde vas?! No hemos acabado —Kevin y Steve me siguen, tal vez ellos no tienen clases como yo.

—Tengo que hacer ese proyecto y debía ser en parejas, no podía sacrificar a Lance o a Amber solo por rumores...

—Nada que tenga que ver con Gretel son rumores. ¿Sabes lo que la gente está tratando de hacer por ti? —me detengo y eso los obliga a detenerse de golpe, mi ceño se frunce.

—¿Gente? ¿A qué te refieres? —antes de que me respondan, más ruido de lo normal llama nuestra atención, vemos a una multitud de chicas que siguen a una en particular, quién se está acercando a mí. Steve y Kevin se hacen a un lado, para darle más espacio a Gretel, voltea a ver a las mujeres que la siguen y creo que les gruñe. Se detienen y nos dejan un pequeño espacio entre los dos sin gente a nuestro alrededor en al menos a un metro de radio.

Sonrío levemente, me alegra saber que es ella quien se ha acercado a mí, tal vez sí quiera trabajar conmigo

—Abels —me llama y es un poco extraño que sepa mi apellido, al menos sabe que existo.

—Gretel —su ceño se frunce, y alguien chilla detrás de ella, vuelve a fulminar con la mirada a la multitud de mujeres que la siguen.

—No sonrías —me advierte, dejo de hacerlo y hace una mueca—. Dame tu celular —extiende su mano hacia mí. Tardo un poco en responder, porque de todo lo que esperaba que me dijera, nada tenía que ver con mi celular. Antes de poder sacarlo, Steve se acerca, me lo quita de mi sudadera y se lo entrega a Gretel.

Ella ni siquiera lo mira, solo le arrebata el celular y lo enciende.

—Tu huella —murmura, se acerca hasta mí y toma mi mano izquierda, sujeta mi dedo y me hace desbloquear mi celular, suelta mi mano y cae a mi costado, no sé qué hace, pero teclea mucho, y yo sigo procesando lo que hace. Hasta que un ruido me sorprende, la veo sacar su celular que suena y cuelga. Me entrega mi celular, pero no lo agarro de inmediato.

—¿Qué...?

—Es mi número, llámame. Tenemos un proyector que terminar —me guiña un ojo y escucho muchos susurros de discordancia. Abro mi boca para decir algo, sabía que podíamos acomodar nuestros horarios, ella es muy aplicada, así que sabía que este proyecto no sería un desperdicio, pero antes de poder agradecer su cooperación, Gretel se acerca a mí y toma mi barbilla con sus dedos, esto es muy extraño—. No estás tan mal. Eres atractivo ahora que te veo de cercas —se relame los labios y sigo sin poder responder.

—Gracias —creo que Kevin o Steve, alguno de ellos dos toma mi celular, Gretel me guiña su ojo.

—Quedemos en un hotel para un proyecto de anatomía —eso genera todavía más discordia entre las mujeres que la siguen, lo que la hace reír divertida. Me suelta y se aleja, se detiene para ver a las mujeres que están enfadadas con ella—. Fuera de mi camino —las empuja para hacerse camino. Mientras ellas están enfocadas en Gretel, mis amigos aprovechan para sacarme de ahí y arrastrarme a otro salón.

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