Llamada.

Caleb

—Mira esto —Lance me nuestra su celular, lo veo y me río al entender el vídeo, Lance se ríe como si se hubiera estado conteniendo.

—¿Qué les da risa? —pregunta Kevin, llegando junto con Amber, quién se sienta a lado de mí, haciendo que Lance se recorra un lugar para darle espacio, hago lo mismo y Amber se gira para vernos a Lance y a mí.

—Sean honestos, del uno al diez, ¿qué probabilidad hay de que mate a Steve? —Lance se ríe entre dientes y mantiene su vista fija en su celular.

—¿Paso algo?

—Se niega completamente a brindar información verídica sobre el perfil psicológico —se queja, Kevin se sienta frente a nosotros y el susodicho llega justo a tiempo.

—¿Adivinen a quién me acabo de encontrar? —no sé si ignora la mirada de Amber o simplemente no se da cuenta, pero se sienta frente a ella y se enfoca en todos mientras habla, inclinando su cuerpo hacia el centro de la mesa.

—¿A quién? —pregunta Lance, no por interés, sino para que Steve hable y se siente y nos deje comer a todos.

—Al nuevo estudiante, es un estudiante de intercambio —mi ceño se frunce y miro de reojo a Amber, que ya no luce molesta.

—¿De quién hablas?

—Dietrich Wood, ¿no han escuchado nada de él?

—No, siéntate y come —lo corta Kevin, para que al fin nos deje comer, Kevin lo empuja para que se siente bien y el tema cambia enseguida.

—¿Es cierto que los grupos de arqueología irán a un viaje? —le pregunto a Lance, interesado en lo que escuche. Toda la facultad de arqueología están emocionados por salir al extranjero y no solo a ciudades o Estados del país.

—¡Ah! —Lance parece recordar eso y asiente, no luce contento con tener que salir del país.

—¡¿En serio?! —grita Steve.

—Creí que era mentira —susurra Kevin, también sorprendido.

—¿A dónde irán? —pregunta Amber interesada.

—Todo depende de cada grupo, los de segundo semestre irán a visitar un templo... el templo Mehmet, los de sexto irán a un intercambio con una universidad Americana a Alaska y nosotros iremos no lejos de aquí. Nos estaremos hospedando en la mansión de un duque —todos lucimos mucho más emocionados que el mismo Lance.

>> No será este semestre, será hasta el siguiente. Los de primer semestre no irán —se encoge de hombros.

—¡Vaya! Te quedarás en la residencia de un duque... espera... ¿un duque vivo o...?

—Vivo, Steve. Es un duque vivo que aceptó alojarnos.

—Que agradable duque. ¿Cómo se llama?

—No lo sé. Aún no nos dan toda la información —sigue comiendo, se ve algo amargado por la idea de salir del país. Nadie lo vuelve a presionar, todos hablamos de otra cosa que no sea de la universidad.

-

Tecleo algunas cosas en mi celular, hasta que siento la mirada de alguien, alzo mi vista y observo a Amber que viene acercándose.

—Te espere —le recuerdo, cuando se para a lado de mí, tomo su mochila y la acompaño hasta su auto.

—Lo sé, gracias. No creí que la clase se retrasaría tanto, hubo incidencias dentro del laboratorio, por lo que hubo una pequeña discusión con los compañeros —rueda sus ojos y asiento, guardo mi celular y Amber se sujeta de mi brazo para caminar con confianza, platicamos de su práctica, ya que así se puede desahogar.

Llegamos al estacionamiento y entra a su auto.

—Por cierto, ¿cómo vas con el trabajo de psicología? —respiro hondo y asiente—. Supongo que todavía nada —asiento, ha pasado una semana desde que hice equipo con Gretel y desde entonces no he sabido nada de ella.

Entro al auto de Amber como copiloto y el tema cambia, no creo que quiera mencionarlo.

—Por cierto, ¿escuchaste sobre ese maldito profesor? —durante el camino nos quejamos de todo lo que se nos ocurra, es nuestro tiempo de maldecir, si es que puedes considerar maldecir solo porque nos quejamos.

Amber me deja en la entrada del edificio donde se encuentra el departamento en el que vivo con mi hermana mayor y mi madre.

—Paso por ti mañana —asiento y acelera en cuanto cierto la puerta. Me espero hasta que la veo perderse en las calles. Entro al edificio, saludo al portero.

—¡¿Hola?! —pregunto en cuanto llego al apartamento. No recibo ninguna respuesta, así que supongo que ambas están ocupadas fuera de casa.

Una nota me confirma lo que ya suponía. Mamá está en el hospital y mi hermana está en un viaje de negocios.

La comida ya está hecha, por lo que solo la caliento, como, hago mi tarea, me baño, disfruto un rato de la tranquilidad y sin darme cuenta me quedo dormido en el sofá.

—

Me despierto en un salto cuando escucho esa canción, mi corazón está acelerado, pero alcanzo a contestar la llamada, pero antes veo de quién se trata...

Tu peor pesadilla.

Ese registro solo pudo hacerlo una persona.

—¿Gretel? —pregunto en cuanto contesto.

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