Tío Luck

-¡Tío Luck!- Kate lo abrazo con mucho cariño, el señor llevaba un saco gris con una camisa de rayas y pantalones negros.

-Me alegra mucho verte de nuevo hija mía- Kate lo dejó de abrazar.

-Igual me alegra verte de nuevo Tío, quiero presentarte a mis nuevos “hermanitos” pero si alguien pregunta “hijos”- Kate nos señaló, el señor nos examinó detenidamente unos instantes, sus ojos subían y bajaban, al terminar sonrió.

-Es un placer conocerlos, llámenme Tío por favor- Se aproximó a nosotros. Sonreí, me incline ligeramente para dar una reverencia, Marc hizo lo mismo.

-Es un placer conocerlo. Mi nombre es Clare- Trate de sonar lo más segura posible, antes había sido una niña muy tímida, pero ahora estaba decidida, sería más fuerte para poder derrotar a quienes me hagan daño y sobre todo para exterminar al ser que nos atormenta.

Había tenido el cierre que necesitaba, ya no ataba más a mi mamá a este mundo y ahora lo tenía que enfrentar sola.

-El placer es todo mío, eres una niña muy hermosa, tus ojos verdes tan expresivos dan mucho de tu personalidad, tu piel blanca acompañada de esas pacas te dan un estilo fresco, pero ese maravilloso cabello largo y rojo brillante son los que a completan toda lo que eres, tu cuerpo es delgado pero se ve muy fuerte, tienes manos finas y delgadas, estoy seguro que la Herbolaria sería perfecto para ti, tienes una estatura perfecta para tener tan solo 12 años.- Su tono de voz era grueso pero muy amable.

-¿Cómo sabe qué edad tenemos?- Le dije con curiosidad, el empezó a reír.

-Uno con la edad aprende demasiado- Me guiño el ojo y se dirigió a Marc.

-Mucho gusto. Mi nombre es Marc- Su voz sonaba un poco entusiasmada.

-Tú sí que te robas el corazón de todas las damiselas, ese cabello tan rubio, casi plateado, tus ojos tan azules como el mar, tienes un cuerpo envidiable, te ves fuerte y atlético, además tu estatura sobre pasa la media, un chico muy apuesto definitivamente, tus pómulos resaltan junto con tus facciones finas como las de tu hermana. Si aún fuera joven es seguro que te tendría envidia, pero soy un simple viejo- Movió su cabeza a los lados, coloco sus manos en su espalda y camino a la puerta.

-Pasen por favor- Al entrar nos encontramos con una estancia bastante grande, tenía piso de madera, las paredes eran de un color gris claro, se mezclaban muchos aromas, en el centro habían varias mesas de madera circulares con dos sillas cada una, habían sillones en las esquinas de color azul.

Un bello candelabro colgaba de lo alto de la estancia, a nuestra izquierda, había una recepción atrás se extendía en otro cuarto lleno de estantes con todo tipo de frascos, al parecer contenían plantas dentro de ellos. Una escalera con una bella alfombra color vino estaba al fondo junto a los estantes. La habitación estaba muy fresca, una mujer de cabello negro recogido en una trenza bajo de las escaleras, sostenía un frasco grande de cristal con un líquido extraño, llevaba puesto un vestido largo blanco con un mandil verde, la siguió un pequeño de aproximadamente 5 años, llevaba una canasta con unas hiervas secas, traía puesto un suéter azul y pantalones grises, tenía un cabello negro largo que le llegaba a los ojos. Al vernos el niño se detuvo e inclino su cabeza.

-Ella es mi ayudante, Maisa, el pequeño es su hijo John, se queda a ayudar ya que su mamá no tiene con quien dejarlo- Maisa nos dedicó una reverencia- Subamos, vamos al jardín.

-¿Jardín arriba?- Pregunto Marc mientras apreciaba cada detalle del lugar.

-Así es- Decía mientras lo seguíamos- Arriba se encuentra nuestro humilde jardín- Las escaleras eran amplias y largas, las paredes ahora estaban aterciopeladas, de un lindo color verde, una intensa luz se empezaba a visualizar- Es aquí donde plantamos todas las hiervas medicinales que utilizamos- En eso una hermosa cúpula de cristal se hizo presente, era un maravilloso jardín, las plantas estaban colocadas en forma escalera, entre ellas habían unos acueductos que ayudaban al mejoramiento del riego, se podía acceder a las plantas de la tercera sección, que son las de mayor altura, por medio de una rampa; dentro de la misma cúpula había otra estructura de cristal pero algo más opaco, al entrar notamos que el lugar estaba muchísimo menos iluminado- Esta sección es para las plantas de sombra- Dijo el Tío Luck. Estaban colocadas de la misma manera que las de afuera, en el centro estaba colocada una sala de color blanco. El lugar estaba muy fresco y el aroma era tranquilizador.

-Este lugar parece mágico- Dije con admiración.

-¿Tú crees?- Me miro el Tío Luck- Por favor tomen asiento, vamos a platicar- Hicimos lo que nos pidió.

-Ahora si Hija, cuéntame tu situación- Kate que estaba sentada en el centro y nosotros a su lado nos tomó de la mano y nos miró- Antes que nada, el Tío Luck es de toda mi confianza. ¿Me dan permiso de contar lo que sucede?- Asentimos lentamente y Kate con un suspiro contó absolutamente todo, sin perderse ni un detalle. El tío Luck estaba recargado en el sillón observándonos y sumergido en su mundo de pensamientos, sus facciones eran la mayor parte neutras, pero en unas partes fruncía el ceño. Cuando termino Kate, ya había pasado aproximadamente media hora. El Tío Luck suspiro.

-Pero que problema están envueltos- Se acarició la nuca- He vivido tanto y lo que me has contado, cuando era niño solo eran historias de terror que me narraban si no quería dormir- Su mirada estaba llena de confusión.

-¿Qué nos recomiendas hacer?-Pregunto Kate algo decaída.

-Hijos míos, esto es más complejo de lo que creen, tienen que tener cuidado, o ese ser los matara a todos. Los ayudaré hasta donde llegan mis conocimientos, pero no prometo que lo resolveré- Nos sentíamos algo tranquilos. Pero el pensar nuevamente en la muerte me provocaba nauseas.

-Tengo libros muy viejos que tal vez les ayude.

-Muchas gracias Tío Luck- Dijo con alegría Kate.

-No es nada, son parte de mi familia, así como tu llegaste un día a mi puerta, ellos llegaron a la tuya estoy dispuesto a cuidarlos como mi hijos- Me sentí conmovida.

-Se lo agradecemos tío- Dijo Marc- Nos alegra mucho que nos acepte de esa manera- El Tío Luck sonrió e hizo una seña con su mano, en eso tocaron a la puerta, la abrieron y era Maisa.

-Disculpe señor- Dijo tímidamente- Lo buscan, es una emergencia- El tío Luck frunció el ceño y se levantó.

-Regreso enseguida- Y salió sin más. Nos quedamos solos. Kate se levantó. El sonido de la manija al tratarse de abrir la puerta nos sorprendió. Jack apareció, casi sin aliento, el sudor escurría de su frente y se veía realmente agitado. Llevaba su uniforme puesto, era de color blanco con el escudo de la capital marcado en color azul.

-¿Jack? ¿Pero qué pasó?- Nos levantamos y corrimos a él.

-Nos- Nos llegó otro reporte… Masacraron a otro pueblo, no muy lejos de aquí- Todos palidecimos de repente.

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