Escapar

Busque en las repisas, encontré rápidamente el alcohol, cada botella tenía etiqueta, lo que facilito aún más la búsqueda, tomé una toalla, fui por un traste hondo de metal lo llene con agua y me dirigí a Kate lo más rápido posible. Albert estaba tumbado en el piso y Kate trataba de mantenerlo consiente. Se vertió el alcohol en las manos y en los brazos, mojó la toalla y comenzó a limpiar la herida, en la frente tenía una cortada que le atravesaba de lado a lado.

-Sujeta esto- Me dijo tomó mi mano y sujete la herida con la toalla, ella salió corriendo a los estantes.

-Maisa necesito, hilo de curaciones, aguja, y vendas- Maisa fue a buscar rápidamente- ¿Tienen telaraña?

-Si al fondo, están en un recipiente de cristal, tenga cuidado, la araña está adentro- Albert, se quejaba semiconsciente, la toalla absorbía la sangre cubriéndose de un rojo carmesí. Al verla mi mente viajó al incidente, sentí un intenso dolor en mi pecho. Kate llego a mi lado.

-Necesito detener el sangrado- Me hizo a un lado, tomo con cuidado la tela de araña y la colocó en la herida. Notamos que la sangre disminuía.

-Tendré que cocer- Maisa le pasó el hilo y una aguja media curva, le echó alcohol a todo y enseguida comenzó a cocer, Albert se quejaba un poco, pero Kate era hábil y cuidadosa, termino muy rápido.

-Voy a tener que preparar una infusión para evitar infección- Kate pensaba en silencio mientras terminaba de limpiar la herida y vendar con cuidado su cabeza. Estábamos sorprendidos.

-Marc, Yeray, ayúdenme a pasarlo a un sillón- Se aproximaron rápidamente obedeciendo a Kate. Yeray, sostuvo sus hombros para levantarlo con cuidado y Marc sus piernas. Sin problemas lo levantaron y llevaron a uno de los sillones de la derecha, lo recostaron con suavidad. Maisa ayudaba a Kate a limpiar la sangre del piso.

-Déjame hacerlo, tú prepara lo que Albert necesita, Maisa por favor ¿podrías ayudar a Kate?- Me miro con dulzura.

-Gracias- Se levantaron y comenzaron a preparar un montón de cosas, preparé agua con jabón en una cubeta y con un cepillo tallé el piso. John se acercó a mí y me ayudó, Marc cuido de Albert junto con Yeray. La sangre era difícil de quitar, tallamos por un buen rato con fuerza hasta que lo logramos, el sudor corría por mi frente. La adrenalina se había disipado, dejándome exhausta. Lleve las cosas al lavabo y enjuagué todo. Dejé la cubeta en una pequeña puerta que decía “Área de limpieza” En ese pequeño cuarto habían un montón de cosas, cubetas, cebillos, trapeadores, escobas, jabón, cloro… Entre otras cosas de limpieza.

Kate molía unas hierbas con cuidado, era un artefacto algo extraño, era alargado y con una piedra circular grande que la atravesaba un palo de madera, con él molía a la perfección. Colocaba las hierbas en un tubo de cristal y las cerró con cuidado.

-Nos haremos cargo de él, pueden subir y hacer sus deberes. No podemos descuidar lo que el Tío Luck nos confió- Dudamos un poco pero terminamos cediendo a su petición. Subimos las escaleras y al llegar noté un libro ya desgastado junto a unas plantas, colocado en una repisa de madera. Con él había, palas, lupas, abono, pinzas, tijeras y más tubos de cristal. Sujeté el libro con cuidado, lo abrí y leí las instrucciones. Decía lo siguiente…

Hacer un chequeo completo de las hierbas minuciosamente.

Cuidar la tierra.

No confundir especies.

Cuidar los acueductos.

Fijarse el nivel del agua que tiene cada sección.

Checar que no haya plagas.

Fijarse en la filtración de sol que tienen.

Si alguna se está marchitando investigar su procedencia y cuidados específicos.

Leer los cuidados de cada hierba que se encuentra en esta plantación.

Y habían muchas más reglas con los horarios, los cuidados especiales y demás. Nuestro trabajó era fácil, simplemente hacer un chequeo completo y anotarlo en la bitácora. Nos dispusimos a trabajar, nos colocamos unos guantes, Marc empezaría por la derecha y yo la izquierda.

-¿Te encargas de los acueductos?- Le pregunté.

-Sí, tú ya tienes mayor experiencia con los chequeos- En cada sección había una pequeña libreta con los nombres, fotos, y especificaciones de cada una, lo que iba a ser más fácil. Tomé la primera libreta, empezaba a leer lo primero cuando algo llamó mi atención. Una sombra que entro a la sección de las plantas de sombra. Por un momento creí que había sido Marc hasta que lo vi revisando los acueductos. Pensé en Yeray pero estaba recargado en la pared observándome muy atento. Mi curiosidad fue mayor por lo que entré, no había nada, nadie. Supuse que era mi imaginación, di vuelta y ya cuando iba a salir algo me tomo por atrás jalándome. Ahogue un grito y caí de espaldas.

-Tienes… tienes…-Escuché en el susurrar.

-¿Qué tengo que hacer?- Pregunte temerosa.

-Tienes… Tienes que leer- Dijo aquel susurro, miré el libro dentro de la bolsa. Lo saque con cuidado, al abrirlo muchas voces se hicieron presentes en un grito de lamento. Contuve la respiración y pase la primera hoja. La letra era irregular y apenas leíble.

-Solo… solo…-Volví a escuchar aquel susurro.

-Solo tú lo puedes detener… Tienes que salvarnos- No era la misma voz. Me concentre en la lectura ignorando los susurros. La letra brillaba y su color era un rojo intenso. En mi mente comencé a leer las primeras palabras “Muerte y sufrimiento, es todo lo que invade…” del techo una gota cayó, la limpie y visualice un color rojo en mis dedos, cayeron otras gotas más, con temor subí la mirada. Una persona colgaba del techo, solo que no tenía cabeza, la sangre escurría a través de sus manos y pies, llevaba un vestido desgarrado negro, comenzó a mover sus dedos, el terror invadió mi cuerpo, bajé la mirada, me levante rápidamente, quise dirigirme a la puerta cuando algo cayó a mis pies. Miré abajo lentamente, mi respiración era acelerada, mi corazón perecía salirse de mi pecho. Observe con cuidado y un grito quedó atorado en mi garganta, ¡Era la cabeza! Estaba ahí en mis pies. Un golpe detrás mío provocó que mi piel se erizara, miré por mi hombro y aquel cuerpo colgando estaba parado justo atrás mío. Corrió a mí, quise escapar pero tropecé con la cabeza callendo fuertemente al piso, el cuerpo me sujetó del cuello y grite, cerré los ojos, cuando los abrí Marc estaba a mi lado sorprendido y asustado.

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