Intriga

Kate abrió la tienda, me encontraba un poco confundida por lo que acababa de ver, frente a ella una señorita se paró y la saludo cálidamente. Jack se dirigió a ella, se saludaron con una reverencia y comenzaron a hablar afuera de la tienda. Los observe un rato con curiosidad. Kate me pidió el favor de revisar las plantas y anotar en una pequeña libreta alguna cosa extraña que observe, me encargue rápidamente de eso, pues la mayoría de ellas parecían estar en perfectas condiciones. En la parte derecha se encontraban las plantas de sol, unas violetas africanas, sansevierias, cactus, crasas, tillandsia, unos cuantos arboles de jade, Kalanchoe, Jazmines entre otras. En el lado izquierdo podemos encontrar las que especialmente son de sombra o no les debe de dar la luz directa como anturios, las fictus benjamina, espatifilo, azalea, helechos, hortensias, potos, begonias y muchas otras más. Cada planta tenía su nombre y si era preferentemente de sol directa, indirectamente o simplemente de sombra. Pase una por una anotando las observaciones, si la tierra estaba húmeda, el color de sus hojas y tallos, si tenía bien la filtración de agua, si estaban bien colocadas, en caso de que tuviera algún daño lo anotaba. Ya estaba por terminar cuando Jack entró.

-Saldré un momento, regreso enseguida- Nos notificó, dio la vuelta en dirección a la puerta y se fue con aquella señorita que estaba hablando. Justo cuando se fue entro Albert, sonreía ampliamente. Kate había subido por un repuesto de tubos ya que se le habían caído por accidente.

-¿En qué te podemos ayudar Albert?- Le dije sin apartar la mirada de la begonia que estaba inspeccionando.

-Busco a Kate- Dijo mirando con curiosidad lo que hacía.

-Fue por algo... Si gustas esperarla, regresa enseguida- Asintió y empezó a pasear. Marc enumeraba las hierbas medicinales del estante, lo miro fijamente un instante y regreso a su labor. Kate bajó corriendo.

-Saben que… tendremos que salir mañana, tengo que comprar dos cajas más de bolsitas para las infusiones, alcohol, además de macetas, tierra, abono, pasar por unas semillas importantes que encargue- Suspiro, estaba bajando entretenida con una libreta anotando todo- Muchas cosas más- Termino de decir cuando notó la presencia de Albert.

-Oh… Hola Albert. ¿En qué te ayudo?- Se dirigió al mostrador.

-Vine a comprar unas plantas, que sea una de sombra y la otra de exterior- Sonreía con amabilidad. Kate dejó los tubos y la libreta en el mostrador, se colocó unos lentes, recogió su cabello en una coleta, ató bien su mandil y se acercó a Albert.

-Bien, ¿Cuál te llama la atención? Del lado derecho están las de exterior e izquierdo interior- Señalo ambas direcciones. Se aproximó al lado derecho.

-Me gusta el aroma de está- Señalo una Jazmín.

-Es buena elección- Albert se dirigió a donde estaba.

-Y quiero también está- Kate observo de la que hablaba, era una azalea.

-Perfecto. ¿Te anotó sus cuidados?

-Si por favor.

-Clare, cariño, tráelas al mostrador por favor- Hice lo que me pidió, fui por ellas mientras que Kate anotaba a grandes rasgos lo necesario para cuidarlas. Al dejarlas ahí Albert me miró fijamente y sin apartarme la mirada comento.

-¿Les ayudo el libro?- Kate alzo la mirada y él aparto la vista de la mía.

-Sí, gracias- Terminó de escribir le dio las notas, le entrego las plantas después de inspeccionarlas minuciosamente y le dio un pequeño sobre.

-De cortesía, son unas infusiones que te ayudaran a relajarte- Albert las tomó con cuidado.

-Te lo agradezco- Sujeto las plantas, y se retiró sin decir nada más.

-A veces da escalofríos- Dijo Marc.

-Ya terminé- Le di el cuaderno a Kate.

-Igual yo- Dijo Marc. En eso Jack entro, sonreía ampliamente, intercambiamos miradas.

-No lloren por mí, ya regresé- Soltamos todos una risita.

-Como no te hemos visto en años- dijo Kate con sarcasmo- Déjate de bromas. ¡Te toca hacer la comida!- Decaído Jack subió. Salí para apreciar un poco el paisaje junto con Marc, nos sentamos en una banca que estaba justo al lado de la tienda. Notamos que podíamos ver todo lo que hacía Albert; las personas pasaban sin preocupación alguna, los murmullos de todas ellas se extendían haciendo imposible escuchar claramente la conversación de alguien en específico. Inhale profundamente, me recargue, observe las nubes que lentamente se movían por la brisa.

-¿No crees que el libro sea cierto o sí?-Repentinamente dijo Marc. Lo mire con curiosidad.

-Yo creo que es verdad, al menos la redacción me es muy convincente, es como volver a vivir lo que pasamos- Marc pensó unos minutos.

-Pero hasta donde sabemos Albert nos ha seguido, repentinamente sus ojos cambian de color, y él nos dio el libro, tal vez lo pudo haber escrito, si estuvo ahí cuando pasó todo es fácil redactarlo y solo cambiar unas cosas- Lo decía muy seriamente. Puede que su idea sea creíble, pero algo había en ese libro que no importa lo que los demás dijeran, para mí es verdad.

-Solo sé que no le podemos quitar un ojo de en sima, mucho menos teniendo en cuenta lo que Jack nos contó, si fue capaz de matar cuando era un niño no dudo ni un segundo que lo pueda hacer en estos momentos- Observamos su librería minuciosamente y sus ligeros movimientos que por alguna razón eran fluidos y con gracia, podría indagar que provenía de una familia noble. Kate se asomó por la puerta, salió y caminó a nosotros.

-Jack está preparando la comida y estoy temiendo por nuestra seguridad- Lo decía mientras reía- Parece una bruja cocinando en su caldero- Todos nos reímos. Se sentó a nuestro lado.

-Traje el libro, aprovechando que no hay mucho trabajo podemos leer un poco más- Tome el libro y continúe la lectura.

“Lo peor de aquel ser monstruoso es que no solo nos atormentaba, se llevaba aquellos que nos ayudaban y nos daban algo de cariño. Buscamos en leyendas, cuentos, en cualquier relato que se contara dentro y fuera de los pueblos, investigamos sin parar hasta que en una noche mi mejor amiga fue arrebatada de mi lado, sé que piensas que fe aquel ser pero no, fue la misma humanidad quien me la arrebató, unos hombres nos siguieron hasta el refugio que habíamos construido, estaban ebrios, no pensaban sus actos, se abalanzaron contra mí, a ella la sujetaron fuertemente mientras me golpeaban y pateaban, perdí la conciencia, cuando desperté ella yacía frente a mí sin vida…”

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